Narrador desconocido.
—En cuanto menos lo esperen atacaremos a la mocosa —habló una mujer mientras bebía vino.
—¿Y si sale algo mal? —preguntó otra algo temerosa.
—¡Ja! Todo saldrá bien, estúpida, deberías confiar en mí. Si no fuese porque eres hija de la amiga de mi madre ya estarías muerta.
Ambas se sobresaltaron al escuchar como alguien golpeaba la mesa.
—¿Puedes repetir el maldito plan? —habló un chico, desesperado. Hacia horas que ambas peleaban.
—Claro —se paró la líder—. Primero debemos atacar con lo más fuerte que tengamos. Tú te encargarás de secuestrar a Víctor —apuntó al muchacho—. Y tú, te encargarás de terminar de destruir a su hija. Luego, lo demás se dará sólo sin que toquemos un dedo.
—Bien —hablaron al mismo tiempo en el que se levantaban de los sillones de cuero color negro.
—Quiero ver a Mina Vanjalen destruida. Quiero que pida de rodillas que la perdone —dijo la líder con un completo odio, mientras apretaba un vaso de vidrio, que al cabo de varios segundos se encontraba echo añicos—. Quiero ver a su familia destruida.
—Das miedo —concordó el chico dando unos pasos atrás.
—Tiene razón —dijo la chica.
—Eso es porque estoy llena de odio y de rencor. Esa maldita Alfa me quitó todo, el amor de mi madre, el de mis hermanos y el de el amor de mi vida. Si ella no hubiese nacido, si su madre se hubiese caído en aquella montaña, yo no sería así.
—Jefa —habló el chico. La líder lo incentivo para que continúe—. ¿Por qué no reclutamos a su hermana? Ambas se odian mutuamente.
La líder colocó una mano debajo de su mejilla, pensando. Se acercó al chico y lo besó. La otra mujer que se encontraba allí cerró sus ojos. Le encantaba ese chico, es más, habían tenido su pequeño momento.
—Eres muy inteligente, bombón —rió a carcajadas de nuevo—. Llámala y dile que es un asunto muy importante pero no digas quien la mando a llamar. No sé, inventate algo.
—De acuerdo —el joven suspiro. Le mandó una mirada de tristeza a la chica que tenia al lado. Sabía de sus sentimientos hacia él.
***
—Por favor. Es de suma importancia que venga conmigo, señorita Victoria —la nombrada arqueo una ceja, mientras cerraba un poco la puerta. El muchacho puso un pie para que eso no ocurriera.
—¿Por qué tanta urgencia? —preguntó recelosa.
—Alguien quiere proponerle algo.
Tal vez la violarían o le regalarían zapatos. O conseguiría un empleo en donde le pagasen con vestidos o maquillaje.
—Está bien. Vamos.
No estaba segura lo que estaba haciendo. Pero algo muy en el fondo le decía que si no iba se arrepentiría.
****
—Es por eso que te pregunto si te quieres unir a mí. Mataremos a tu hermana, eso tenlo por seguro —hablo la líder mientras encendía un cigarrillo.
—Sabe señora. Odiaré a esa estúpida y toda esa cosa pero no soy traidora —se acercó a ella mientras la miraba amenazante—. Me gusta más mi venganza a la suya. La quise, quiero y querré ver muerta a mi hermana pero en el fondo no es así. Mina me quitó a mi mate pero no a las demás cosas. Es más, creo que ella no tiene la culpa de haberse enamorado así con David, ahora que me doy cuenta, mejor dicho, ahora que estoy hablando contigo —se acercó a la puerta—. Quiero tener una familia y empezar de nuevo, y sé que si la mato, mi conciencia no va a estar tranquila. No quiero que mis hijos sepan algún día que su madre mató a su tía.
La líder abrió sus ojos como platos.
—¿¡Qué estás diciendo, idiota!? —golpeo la mesa—. ¡Eres una débil!
—¡Ambas sabemos que Mina no tiene la culpa de que usted haya rechazado a su mate! —gritó Victoria mientras salia corriendo.
Cuando ya estaba algo lejos, tomo sus cabellos y volteo a todos lados.
¿Qué pasó en esa casa?
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¿Mate o Beta? © TERMINADA.
Werewolf«¡Oh diosa Luna, ¿por qué me haces esto?» Durante siglos lo busqué, y ahora que lo encuentro, miles de problemas se presentan. No puedo sentir esto por dos hombres pero: me es inevitable no enamorarme de ellos. ¿A quién debería elegir? ¿A mi Mate o...