Alexander Amor Y Orgullo

Capítulo doble 24 y 25

Capítulo 24 - ¡Te recuerdo!

Emma:

-¡Emma despierta! ¡por favor traviesa reacciona!-

-¡ya esta viniendo la ambulancia!-

-¡mi amor por favor reacciona no me dejes!-

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¿como llegue aquí? El viento sopla sobre la bella colina, un hermoso árbol esta en la cima y junto a él hay un niño sentado. Camine hasta llegar a su lado y el me sonrió al verme.

-¡te estaba esperando!- me dijo haciendo seña para que me siente a su lado.

-¿Cómo es que me esperabas?-le pregunte sentandome junto a él.

-¡Si, vine a verte porque se que estas sufriendo!-

-¿como lo sabes? ¿quien eres?-

-¡lo se porque siempre te observó! ¡Yo nunca te deje sola, sabía que este momento llegaría y me necesitarías!-

-¿tu eres. ..?-

-¡Si! Yo soy tu hijo, o una visión de como tu me imaginas mamá- las lágrimas brotaron de mis ojos.

-¡tu no estas conmigo por mi culpa! ¡yo no te cuide!- el me miró triste.

-¡debes de dejar de buscar un culpable! ¡ni tu ni mi padre tienen la culpa! ¡no estaba en ustedes decidir!- mi rostro se arrugó al escuchar la palabra padre.

-¡Me duele no tenerte, me duele el haberte perdido! - le dije viendo sus preciosos ojos de dos colores.

-¡mamá un día volveré a ti te lo prometo! Pero mientras eso sucede prometeme una cosa- me dijo mientras tomaba mi mano.

-¡lo que tu desees!-

-¡prometeme que intentaras ser feliz! Y una cosa más, busca a mi padre y dile que no fue su culpa y que lo amo-

-¡no se si pueda hacer eso!- le confesé.

-¡él sufre mucho! Viene a verme casi todos los días, se que se ha equivocado pero yo no nací porque dios tenía otro propósito para mi, no ha sido culpa de nadie- me dijo con tanta tranquilidad que no parecía un niño.

-¡esta bien haré lo que me pides! ¡pero no me pidas que lo perdone!- le dije triste con lágrimas en los ojos.

-¡no hace falta! ¡conozco tu corazón mamá! - me dio un tierno beso y se puso de pie, vestía completamente de blanco su cabello era castaño claro y tenia la mirada más dulce que jamás vi parecía tener unos siete años.

-¡ya debo irme! ¡pero antes te ayudare mamá! Cierra los ojos- apoyo sus manos en mi cien.

-¿Cómo te llamas?- le pregunte antes de que hiciera lo que fuera a hacer.

-¡tu lo sabrás sola! ¡adios mamá! Se feliz y yo podré hacer lo mismo- un sueño pesado se apoderó de mi y lo último que pude ver fue su sonrisa.
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-¡esta reaccionando!-

-¿esta bien doctor? Por favor dígame que se pondrá bien, no puedo perderla ¡no lo soportaría!-

-¡estara bien! Pero la llevaremos a realizar unos estudios debido a sus antecedentes-

Un olor conocido llegó a mi nariz, sabía donde estaba lo había sentido durante meses. La luz fluorescente me impedía ver con claridad, y el pitido de mi monitoreo inundaba el lugar.