Alexander Amor Y Orgullo

CAPITULO 14 Milagro

La vida esta hecha de momentos, momentos inesperados, momentos de despedidas, momentos de amor y alegrias
Momentos de vidas y de muertes.
La vida esta hecha de momentos que hacen la diferencia.
El momento de aquel beso a quien amas.
El momento en que tomas el control de tu vida.
El momento en donde te juegas por lo que deseas.
Nadie sabe a donde nos llevarán esos momentos, pero depende de nosotros hacer que cuenten, que sean especiales que marquen la diferencia.
Los momentos dolorosos son difíciles de superar, nos dejan huellas, nos dejan con esa sensación de miedo a volver a sufrir, y nos volvemos incompletos porque ya no queremos arriesgarnos evitamos que la vida nos sorprenda, tenemos miedo a volver a sentir y entregarnos a esos bellos y hermosos momento.
¿Y vos que vas a hacer? ¿Te atreveras a volver a dejar que la vida te llene de esos momentos?

Emma:

Todo era muy confuso veia a mi que mamá lloraba y abrazaba a mi padre, Michael tomado de mi mano llorando y sonriendome.
Estaba asustada lo ultimo que recordaba era un dolor agudo en mi cabeza la sensación de estar colgada y luego nada.

-¡hermanita sabia que despertarías yo lo sabia!- mi hermano estaba llorando como nunca lo había visto, apreté su mano intentando hablarle pero un dolor agudo solo me dejo escapar un ruido raro.

-¡no intentes hablar ahora! De a poco podras hacerlo- asenti con mi cabeza que me parecía que pesaba mil toneladas.

-¡hijita te amamos tanto!¡estaras bien ya veras!, ¡eres tan fuerte!- mi madre me acariciaba el cabello, se sentía tan bien me hacía recordar a cuando era pequeña y yo había peleado con Michael por alguna tontería, mamá venía y me calmaba acariciando mi cabello.

-¡todo estara bien! Pronto estaremos comiendo una parrillada en casa- mi padre siempre tenía algo lindo y reconfortante para decir en situaciones complicadas.

-¡mi pequeña emm! ¡En la próxima que se te ocurra hacerte la rapida y furiosa te amarrare a mi viejo Ford!- ¡el es el mejor!, si no hubiera sido porque no podía hablar me hubiera reído a carcajadas.

-bueno ya debemos irnos, el horario de visitas término- mi hermano me dio un beso fuerte y dulce en mi frente, me guiño un ojo y me regalo la sonrisa del hermano mayor mas tierna para despedirse.

-¡nos vemos mañana hermosa te amamos!- casi al unísono los dos se despidieron no antes de sus asfixiantes abrazos que tanto extrañaba.

Me habían dicho que no intara recordar nada que era mejor dejar que los recuerdos regresarán solos, pero no saber nada de mi vida durante este último año era muy frustrante.
Solo me contaron que me accidente llendo a trabajar a un refugio, ¡me sorprendió saber de mi trabajo allí!, siempre quise estudiar marketing pero al menos saber que trabajaba con esos hermosos animalitos sería el paraíso para mi.

Ya había pasado un meses desde que desperte del coma y a pesar que quería volver a mi apartamento, Michael se negó rotundamente y prácticamente me obligó a ir a vivir con el a su casa, era eso o irme con mis padres, ¡pero mi vida estaba aquí!, ir con mis padres era como retroceder en el tiempo y yo necesitaba avanzar.

-¡los voy a extrañar tanto!-los abraze a los dos enterrando mi rostro en el cuello de mi papá sintiendo su perfume amaderado.
-¿segura que no quieres ir a casa con nosotros?- mi madre aún se resistía a que me quedara.
-¡mamá mi lugar es aquí y estaré con Michael!no te preocupes- mientras tanto mi padre subía las maletas a su viejo ford.
-Susan ya es hora de irnos si queremos llegar temprano- se acercó a mi y me volvió a enredar en un gran abrazo de papá oso.
-¡emm! Prometeme que te vas a cuidar ¡y cualquier cosa por lo mínimo que sea llamaras!- ¡amo a mis padres! me conocen a la perfección, se que aún se siente culpables por contemplar la idea de firmar los papeles para la desconeccion de mis soportes vitales, pero ellos sabían bien que así lo habría querido yo, no los juzgo por eso ¡además mi caso fue un milagro! Todavía me costaba creer que estuviera despierta, muchas veces me había pellizcado para comprobar que no era un sueño.