Ashley
Estaba parada ante la puerta con una sonrisa adornando sus labios. Sus manos aferraban el papel con los apuntes para su trabajo. Alisó su vestido y alzó su rostro para encarar a su nuevo y unico amigo, Ares. Él le regaló una sonrisa suave y se acercó para depositar un beso en su mejilla.
El toque fue un pequeño desliz, lo sintió pero fue tan rápido... como el aleteo de una mariposa. Parpadeó sonrojada y cuando él le dijo adiós con la mano le devolvió el gesto como un robot. La puerta se cerró y ella se llevó la mano al lugar donde la había besado.
Eso también era nuevo para ella, nadie le daba tal acto de cercanía y cariño así como así... Se dio la vuelta y con la cabeza nublada de Ares fue hacia su casa, donde su abuela la esperaba ferviente de cuchicheos.
¿Era normal sentirse así tan cerca de él? ¿Era normal esa sensación cuando rozó su mano por casualidad? ¿Era normal que su corazón latiese tan fuerte cuando él dejó ese pequeño beso?
Dejó escapar el aire por sus labios. No tenía sentido pensar en eso porque ya estaba con las sensaciones burbujeando por su piel.
El cielo estaba oscureciendo y una pequeña capa de colores se difuminaba en el horizonte. Desde un rosa pasando por lila al azul más oscuro. Las calles apenas estaban habitadas, todo era silencio y el fresco de la noche la hizo aferrarse a su fina chaqueta. Abandonando las callejuelas que yacían cerca de casa de Ares pudo ver a una chica de cabello castaño claro mirar hacia arriba, pero no hacia el cielo, hacia una ventana, el segundo. No había que pensar mucho para saber que era la habitación de Ares...
Ella bajó sus ojos y reparó en Ashley. Ambas se miraron, pero Ashley timida por haber sido pillada observándola siguió su camino sin darle importancia a quien pudiera ser, de lo que podía desencadenar, de lo que como buena serendipia podría ocasionar o tal vez en esta ocasión no hiciera buena definición a esa palabra.
Ares
El día había pasado aburrido y demasiado lento. Era como si las agujas del reloj no quisieran avanzar. Rogaba por un poco de compañía y la iba a tener cuando las clases terminaran. A petición de sus padres no había asistido al instituto, un día de reposo, le habían dicho. La otra tarde con la visita de Santi y la de Ashley, sobretodo el momento con ella, había sido y podía jurar que uno de sus mejores días en toda la semana. Era cierto que con esa chica de ojos profundos muchos días daban vueltas por su cabeza y mejoraban su estado de ánimo.
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Limerencia
Teen FictionLimerencia, limerencia es el estado mental involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra. Ella nunca ha sentido eso que llaman amor. Es una primeriza y tan inocente... Con una curios...