Capitulo 3

2.5K 79 1
                                    

Mi instinto mañanero, hizo que me despertase a la misma hora de siempre.

6:30 AM.

Siempre despertaba a esa hora. Lo sé, poca gente tiene esta rara manía, todos aman dormir y no suelen despertarse por sí solos.

Pero, en cambio, yo tomé esa costumbre desde muy pequeña. Es decir, amo dormir, pero esta manía siempre estuvo presente en mi.

Me erguí y levanté mis dos brazos estirándome.

Tomé ropa casual para ir al instituto, que constaba de una camiseta y unos shorts vaqueros altos.

Despojé el pijama de mí y lo sustituí por el conjunto que elegí -metiendo el borde final de la camiseta por dentro de los shorts-.

Salí del cuarto y fui a la cocina a quitarle dos manzanas a la cesta. Metí una en mi mochila y otra en mi boca.

Miré la hora en el móvil, y las siete en punto dieron como respuesta.

Fui a mi habitación -de nuevo- y tomé una libreta junto a un bolígrafo de color azul, para meterlos en mi mochila y ponermela sobre la espalda.

Salí y capté mis auriculares sobre la pequeña mesa situada frente al sofá. Caminé para ir a por ellos y me despedí de mi pequeña casa -no sin antes coger el móvil-.

Cerré la puerta dando un leve golpe.

-Buenos días, vecina.

-Hola.

Me dispuse a bajar las escaleras. Pero una pregunta me paró.

-¿A dónde vas?

-A donde vosotros no vais.

Comencé a bajar las escaleras trotando y me puse los auriculares. Pero -de nuevo- una mano me cogió el brazo.

Bufé y me quité un auricular mientras seguía bajando las escaleras.

-¿Qué?

El chico castaño habló. -Iremos a tu mismo instituto.

-Hay como tres o cuatro institutos públicos, aquí en Bradford. ¿Cómo estás tan seguro de que irás al mío?

-Porque soy Louis Tomlinson y lo sé, nena.

-Pues bien por ti. ¿Algo más?

-Sí, ¿te llevamos?

-Tu propuesta se me hace irresistible, -sonrieron - pero me veo obligada a denegarla.

-¿Por qué? -preguntó el rubio.

-Porque yo lo digo.

Sonreí y salí por la puerta principal del pequeño edificio, poniéndome de nuevo el auricular.

'Somebody to you' de The Vamps empezó a sonar por el accesorio.

Quedaba una cuadra para llegar a mi destino, pero la sensación de alguien mirándome por detrás de la espalda se me hace mucho más notable con cada paso que daba.

Giré.

-¿Qué hacéis?

-Ir al instituto -contestó Louis.

Suspiré. -Bien.

Entré al instituto y cómo no. Las miradas estaban posadas en mí, pero luego en los 5 chicos que me pisaban los talones.

-Vaya, vaya. Con que, ¿popular, eh?

Giré hacia ellos. -No te incumbe.

-¡Hey, Ann! -saludó Max.

-Hey, Max.

Max siguió en su dirección.

-¿Con que Ann, eh?

-Tampoco te importa.

El rizos posó su brazo alrededor de mi hombro, lo miré mal.

-Harry Styes a tu servicio, pequeña.

-¿A mi servicio?

-Exacto.

-Entonces te ordeno que te vayas y no vuelvas jamás.

-Eso no está a mi servicio, nena.

-Entonces tú tampoco estás al mío, nene.

Quité su brazo de mi hombro y me fui, dejandolo ahí con la palabra en la boca.

Fui a mi taquilla y observé el horario pegado en uno de los laterales.

Biologia.

Woho -.-

Cogí el grueso libro indicado por la asignatura. Giré sobre mis talones y casi me como el cuerpo tan pegado a mi.

-Joder. -Gruñí.

-No te librarás de mí tan fácilmente. -Sonrío de lado.- Tenemos el mismo horario, muñeca.

-Bien.

Lo aparté de mi lado y seguí caminando.

Pero enseguida, alguien se incorporó a mi lado, sorpresivamente.

-¿Bien? ¿Sólo bien?

-¿Qué más quieres que te diga?

-No sé. Algo. Me gusta discutir contigo.

-Pues yo paso de conversar y sacar conversación con un idiota.

-Ya me estás diciendo algo.

-Bien.

Entré a clase y me senté en mi respectivo asiento, al lado de Kathy.

-¿Quién era ese?

-¿El rizos?

-Sí, el sexy rizos.

Reí. -Uno de los nuevos.

-Vaya...

-Uhm, disculpa, muñeca. ¿Me permitirías sentarme al lado de tu compañera?

Kathy asintió efusivamente y me guiñó un ojo.

Traidora.

-¿No piensas dejarme en paz?

-No, cariño.

Respira, Ann, respira. Se cansará solito, no le hables.

El profesor empezó explicando a los nuevos las típicas cosas que se dicen.

¿Quién mierda se apunta como alumno nuevo estando a mitad de curso? No lo digo sólo por ellos cinco, sino que hay aún más gente nueva, es decir, estoy segura de que a lo largo del curso irán llegando nuevos.

Llegará el último día de curso, y seguirán viniendo gente nueva.

Menuda estupidez.

El profesor malgastó una tercera parte de la clase explicando cosas a los nuevos que seguramente ya sabrán. Luego, se animó a repasar la anterior clase en honor a los nuevos para que se pongan al día -qué considerado-.

El bendito timbre sonó, anunciando el cambio de clase.

-¿Qué te toca?

-No te importa.

-¿Por qué tienes que ser así conmigo?

Sonreí. -¿Así cómo?

-Así de borde, fría, amargada, cortante...

-No me gusta hablar contigo, más bien con ninguno de vosotros cinco.

-¿Por qué?

-Secreto.

En realidad no tenía secreto. No tengo una razón para tratarles mal. Ni tampoco una para tratarles bien.



Perdón por el recorte, pero estoy editando este capítulo. Si algo no encaja a lo largo de los primeros capitulos, es por la edición. Perdón por las molestias.

Why? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora