A Través Del Cristal

CAPITULO 8 : LA VERDAD DUELE.

P. O. V :Aria

Lo último que recuerdo es darle las buenas noches a mis padres y después  todo se volvió negro.
Recuerdo haber flotado en la oscuridad , en la nada. Recuerdo que me rodeaba un brillo plateado y sentía que me protegía.

Empecé a oir respiraciones y voces.  Oía mi nombre y ruidos.
Pronto empecé a sentir las manos, los pies y los ojos. Parecía que estaban pegados, luché por abrirlos hasta que cedieron. Una luz muy potente me cegó y noté como alguien me ayudaba a levantarme.

Abrí los ojos y lo primero que ví fue a él, a mi hermano.
Me senti aliviada y corrí hacia él mientras me decía “ Bienvenida, hermana”.
Me fijé en la habitación, y vi cristales y un pedestal de plata supongo que donde estaba antes sentada.
Veo que hay mas gente aparte de mi y mi hermano Dionisio. Vi a un centauro que se me hizo familiar como de haberlo visto antes en otro sitio . Siento que me observan y me giro. Lo primero que veo son unos ojos azules mar que me miran fijamente. Un chico. Pelo negro y alborotado, alto con una camiseta naranja y unos vaqueros.
A su lado hay una chica rubia con ojos grises como la tormenta, llevaba la misma ropa del chico.
Todos los chicos llevaban la misma camiseta naranja a diferencia de una chica. Sus ojos eran azules electricos y llevaba una diadema de plata en la cabeza. Llevaba un chaleco de pelos plateados. Se me hacía familiar su cara.

-¿ Dónde estoy? -pregunté a Dionisio.
- Acompáñame, querida-me dijo.

Atravesamos un pasillo de cristales de hielo y una puerta plateada hasta acabar en una casa de madera antigua. Salimos al exterior donde me quedé alucinada. Muchos mas chicos y chicas estaban esperándo y había una gran explanada verde y había cabañas cada una decorada con motivos diferentes. Una estaba rodeada de flores y otra hecha con obsidiana e iluminada de fuego griego.

-Bienvenida al campamento mestizo, tu nuevo hogar-dijo mi hermano.

Estaba en shock hasta que caí en la cuenta.

-¿Co.. Còmo ?-dije tartamudeando y asustada.
-Dionisio, creo que debemos entrar dentro- le dijo el centauro.

Dionisio asintió.

- Todos los campistas a sus respectivas actividades- ordenó Dionisio.

Los chicos fueron bajando y se fueron.

-Vosotros no- dijo el centauro,  señalando a un chico rubio de ojos azules electricos con gafas y a la chica de antes, la que llevaba la diadema,  llevaba el pelo corto negro y dos arcos en la mano.

Dionisio me guió hasta una sala con una mesa ovalada con 20 sillas a su alrededor cada una decorada con un símbolo diferente,  en uno había un tridente ,en otro un búho...

Dionisio, el centauro y los dos chicos se sentaron y yo me quede en pie ante ellos, callada.

-Toma asiento, te hará falta- dijo el centauro.
Asentí y lr obedecí sentándome en frente de ellos.

Dionisio me miró.

- Este es Quirón, nuestro tutor en el campamento- dijo señalando al centauro.
Este me hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo.

- Y esto son Jason Grace y Thalia Grace, hijo de Júpiter e hija de Zeus.

No se hasta que punto llegue a abrir la boca pero tenia un nudo en la garganta al oir su nombre.

¿Zeus? - fue lo único que pude decir.
- Si,  de Zeus- dijo el tal Quirón.
- Eso quiere decir que son mis hermanos.
- Asi es - dijo el chico que se llamaba Jason.
- Estan bien nuestros padres ¿verdad? -pregunté.

Los chicos se miraron con tristeza.
- Hera no es nuestra madre, nuestra madre es una mortal- dijo la chica, Thalia.
-Somos semidioses- dijo Jason.
-Amm- fue lo unico que dije.
- Al igual que tú - dijo Dionisio.

Lo miré y reí. Cuando me ponía histérica me daban ataques de risa.

-Dionisio,  se que te gustan gastar bromas pero esto no tiene gracia- le dije fríamente.
- ¿No recuerdas nada de antes de quedar dormida?
- Lo dices como si hubiera dormido dos o tres días - dije.
- Has estado dormida durante 12 años,  Aria.

Me quedé en shock. Eso era imposible.

-Eso es imposible- dije levantandome horrorizada.
- Es la verdad,  ahora tienes 18 años y eres semidiosa.
- No recuerdo nada de antes,  de lo único que me acuerdo es de mia padres dándome las buenas noches en mi sexto cumpleaños.

Noté que tenía la cara mojada, no me había dado cuenta de que estaba llorando, sentía ansiedad y desesperación.
Thalia se levantó y cogió uno de los dos arcos que estaban en la mesa.  El arco que seguía alli era de plata y madera y el que ella había cogido era de plata entero con piedras preciosas incrustadas , zafiros y diamantes .
Thalia se puso en frente mía  y me ofreció el arco.

- El arco es tuyo, lo llevaste todos estos años en las manos.

La miré a los ojos, que reflejaban esperanza y volví a mirar el arco.
Lo cogí con cuidado  y lo agarré con las dos manos. Del arco empezó a surgir una luz plateada y empecé a ver fragmentos de mi vida.

Vi mi tercer cumpleaños y como Artemisa se arrodillaba ante mi mostrándome el arco “ Este arco es muy especial, fue mi primer arco y ahora será el tuyo” y me lo entregó.
Vi a Apolo enseñarme a usar el arco, vi a Ares y a Atenea enseñándome armas y estrategias en la guerra.
A Afrodita que me peinaba y vestía todas las tardes en la fuente del jardin.
El palacio del mar de Poseidón. A mis padres Zeus y Hera contandome cuentos por las noches.
Vi la figura con capucha arrastrarme del jardin y llevarme al bosque , obligándome a tomar un liquido morado que sabia mal y que no llegue a tomarlo entero. Vi como Artemisa me encontro y me llevó de vuelta al Olimpo y vi como mis padres me daban las buenas noches antes de dormirme.

Entonces regresé a la realidad y vi a mis hermanos y a Quirón.

- Ahora lo recuerdo todo- fue lo único que dije antes de que todo se volviera negro y dejara de sentir mi cuerpo.

HOLA CHICOS:
NUEVO PUNTO DE VISTA, ARIA!!!!
ESPERO QUE OS GUSTE LA NUEVA ACTUALIZACION.
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SE DESPIDE LA CAZADORA MAS SERVICIAL DE ARTEMISA.