Capítulo 18: Annabeth y Clarisse(1)

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P.O.V Annabeth.

Odio el laberinto. Pensaba que por fin me había librado de él cuando Dédalo murió pero no, la mala suerte siempre nos acompaña.

Los pasillos se hacían infinitos y no llegábamos a ningún lugar en el que encontráramos alguna pista o algo por el estilo. Ni siquiera nos habíamos topado con ningún monstruo y eso que el que atacó a Nico salió del laberinto. Era normal que estuviera intranquila, lo único que escuchaba eran nuestros pasos. Tedioso lo sé.

Llevábamos dos horas andando desde que dejamos el campamento. Me pregunto como le irá a Percy y a los demás. He aceptado su destino pero en el fondo sabía que nada sería igual.

- ¿En qué piensas?-Clarisse me sacó de mis pensamientos.

- En todo lo que ha pasado desde que conocimos a Aria-contesté.

-¿Sabes? Por un momento pensé que por fin se había acabado todo. No más misiones suicidas o guerras. Que por fin seríamos felices.

Oir eso me entristeció. Yo también había pensado eso el día que derrotamos a Gaia. Con la llegada de Leo y Calipso todo pareció terminar bien, pero apareció Aria.

En el fondo todavía le guardo rencor por todo lo que está pasando. Sé que no debería porque ella no tiene la culpa de nada pero en fin, soy humana al fin de cuentas.

Mi madre llevaba razón, lo bueno dura poco.

Choqué contra Clarisse de repente.

-¡ Para un segundo!-susurró. Se agachó detrás de una esquina y sacó un cuchillo. La imité y saqué mi daga.

-¿Qué has visto?-le pregunté.

-Un monstruo guardando una puerta de bronce.

Por un momento me pareció oir un sonido mecánico pero creí que era mi imaginación asi que lo ignoré.

-¿Qué crees que habrá dentro?

- No lo sé, pero debe ser algo importante para que lo esté protegiendo-contestó-tenemos que acercarnos.

De pronto el sonido que había escuchado antes se hizo más cercano y sonoro. Miré el pasillo pero no vi nada hasta que...

-¿Puede ser que tenga que ver con Hefesto?-ahogué un grito de pánico y terror. Me pegué a la pared más aún.

-¿Hefesto?-Clarisse se volteó y frunció el ceño- ¿qué has descubierto?

Como pude le señalé a la araña metálica situada enfrente nuestra.

Oí a Clarisse reir para sí misma. No podía ser un conejito, tenía que ser una araña. Por los dioses¿ por qué todo me tiene que pasar a mí?

La araña emitió un sonido que me erizó los pelos de todo el cuerpo.

-Hay que seguirla.

-¿ Desde cuando hablas arácnido?- pregunté sarcásticamente.

-Supongo que intuición-aclaró.

Vimos como la araña se movía hacia el monstruo y desaparecía bajo la puerta.

-¿Y cómo se supone que entraremos ahí?- pregunté.

-Fácil- Clarisse alzó la daga y saltó de su escondite haciéndose visible ante el monstruo, que emitió un gruñido bastante feo en mi opinión-haciéndonos paso.

El monstruo atacó en defensa de la puerta pero lo que no sabía era que la hija predilecta de Ares lo iba a fundir.

Dicho y hecho, Clarisse atravesó al monstruo con su cuchillo, que se transformo en una lanza roja con la punta de bronce celestial, y acabó con el monstruo en dos segundos.

A Través Del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora