¡¡¡¿Se Marcha?!!!

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Al llegar la noche Integra le pidió a Eron que llamara al vampiro Alucard y que también llamara a la señorita Victoria para darles su nueva misión sin embargo antes de que mínimo pudiera acercarse a la puerta Alucard entró a la oficina de Integra y como este se dejó la puerta abierta Eron aprovechó para salir he ir por la Señorita Victoria.

-Alucard prepárate que en unos momentos un auto pasara por ti para dejarte en el aeropuerto y que vayas a Irlanda- comentó sin siquiera mirarlo a los ojos mientras que tomaba un puro de su caja de madera.

-Ya todo está listo...- dijo con dejo irónico y burlón mirando a Integra- mínimo podría explicarme la misión- comentó con ilusión y maldad en su voz.

-Ya puedes irte... los datos que necesitas te los entregará Eron dentro de unos instantes- literalmente lo ignoró y siguió en sus asuntos viendo algunos papeles que estaban en el escritorio.

-¿Y la chica policía? ¿No se supone que ella debería acompañarme?- se preguntó curioso y dubitativo de que tanto pensaba la joven a la que llamaba Ama ya que ni atención le ponía.

-Ella tiene trabajo que hacer aquí en Londres así que cállate y márchate antes de que me moleste- para esto Integra volteó a ver al Vampiro con molestia y un poco de seriedad en su mirada.

-Si mi ama...- se rió por lo alto disipándose de la oficina de la joven dejando sólo una voz de fondo algo aterradora.

Cuando Eron ya estaba en la habitación de la Señorita Victoria este le tocó el hombro para llamar su atención, ella estaba tan sumida en sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta de que alguien había entrado a su habitación así que Eron la tomó por sorpresa a lo cual ella reaccionó volteando a verlo inmediatamente.

-Vampirita, Integra te está llamando para darte tu misión de esta noche- le comentó de forma tierna y sonriente disculpándose con la mirada por haberla asustado unos instantes atrás.

-Está bien y de todos modos gracias no tardo en ir... ammmh supongo que mi maestro ya recibió su misión ¿no es así?- comentó tristemente pero con la pequeña esperanza de que ella tuviera una misión con él como antes.

-Si él ya tiene su misión y no será a tu lado pequeña- comentó sin disimulo de alegría pero dolido por el rostro de la pequeña.

-¿A dónde lo enviaron a él?- preguntó preocupada y con dejo taciturno pues era extraño que no los enviaran juntos a una misión al fin y al cabo ella todavía necesitaba aprender muchas cosas de su maestro.

-Lo enviaron a Irlanda...- no tuvo más que decir para que le sorprendiera el rostro de la chica.

-¿¡QUE!?- comentó exaltada y asustada abriendo los ojos como si estuviera sorprendida y cuando menos se lo esperaba una lágrima carmesí resbaló por su mejilla.

La chica salió corriendo de su habitación para dirigirse a la puerta principal para tan siquiera ver a su maestro marcharse, sabía a la perfección que si lo mandaban a ese tipo de misiones no lo vería por casi un mes, Eron salió corriendo detrás de ella para detenerla y que no se encontrara con Alucard. Cuando Victoria llegó a la puerta el auto que se supone llevaría a su Maestro ya se había marchado y sólo se podía ver como lentamente el auto se alejaba de la mansión, esta vez deseaba equivocarse puesto que deseaba que no se volviera a desaparecer por un mes.

-Tranquila volverá dentro de una semana- se acercó a ella abrazándola en forma de consuelo recargando la cabeza de ella contra su pecho.

No soltó más que un fuerte suspiro separándose de Eron con dejo melancólico, comenzó a caminar hacia la oficina de Integra para que le diera su misión de esa noche, no sabía realmente que le estaba pasando, se sentía triste sin saber el motivo y obviamente ella trataba de buscar una respuesta para mantener su cordura y la paz del alma que no tenía. Al llegar a la oficina de Integra trató de olvidarse de aquello que acongojaba su alma y centrarse en su misión.

Eron se negaba a creer que un simple vampiro como lo era Alucard pudiera tener a su merced a una chica que parecía humana a pesar de haber recorrido la oscuridad, simplemente estaba maravillado con el comportamiento tan humilde y humano que demostraba la chica, sin embargo él se negaba a reconocer ese sentimiento como amor... prefería creer que solo era admiración por lo que era y es la pequeña Draculina.

-Todo es tu culpa y sólo tuya Alucard...- comentó desganado cerrando la puerta principal, trató de pensar con claridad y dejar su mente en orden mas no podía.

Ya era miércoles por la mañana y la llegada de Alucard sería hasta el viernes en la madrugada, Victoria se encontraba durmiendo en su habitación mientras que Eron e Integra se encontraban trabajando, a decir verdad era una de las mañanas más tranquilas y hermosas de Junio. La brisa era fresca y un tenue color rosado entremezclado con naranja gobernaban el color del cielo era algo así como el color de un amanecer pero ya eran las ocho de la mañana no había razón alguna para que el cielo siguiera así más sin embargo era muy hermoso.

La mañana como la tarde se pasaron volando, fue un día relajado y sin preocupaciones agregando que no hubo problemas de vampiros así que no era mucha la posibilidad de misiones en la noche. Era de esperarse que la Draculina ya estaba despierta sentada en una de las bancas del jardín de la mansión a la sombra de un árbol enorme, se encontraba admirando los jardines esperando el anochecer con tanta calma, una pequeña llovizna comenzó a caer regando y llevándose las penas de la chica ya quedando poco solo un par de minutos para que oscureciera completamente, unos sonidos extraños se escuchaban en el frente de la mansión como si fueran gritos de personas, eran realmente desgarradores, Victoria sintió aquella sensación de preocupación así que tomó la decisión de ir a ver lo que sucedía.

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Para escribir las escenas tristes me ponía a escuchar música triste realmente hay que ponerse en el papel jajaja Chao y los quiero cuídense.

MIS DEMONIOS (AxS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora