MIS DEMONIOS (AxS)

Lagrimas Carmesí Capitulo I Parte 2

Después de que Alucard saliera de la habitación de su amo se dispuso a dar un pequeño paseo por las instalaciones para saber aquellas modificaciones que le hicieron después de la casi perdida total que hubo cuando los "Wild Geese"(gansos salvajes) pelearan al lado de su Draculina para defender la casa Hellsing. Mientras Alucard disfrutaba del paseo por la mansión, la Draculina o mejor dicho la chica policía yacía en su cama durmiendo plácidamente después de un largo período de llanto lo cual la dejó agotada y cayó rendida ante la suavidad de su cama. Peculiarmente aquel vampiro despiadado decidió ir a darle una visita a la pequeña Draculina, sin demora apareció entre las paredes como lo hizo en la habitación de Integra, primero una sombra de la cual se iba materializando en un buen mozo joven, se acercó a la cama de su chica policía y sólo dio un vistazo a la mesa de la habitación en la cual había una bolsa de sangre médica completamente cerrada, volvió la mirada hacía Victoria la cual estaba sumergida en sus sueños.

-Veo que aún sigues sin acostumbrarte a beber sangre humana, chica policía...- decía aquello con una sonrisa burlona en su rostro, se acercó lentamente más a la chica como si tratara de que esta no se enterara de su presencia.

Aquella Draculina se veía meramente atrayente o al menos tentadora por aquella aura que representaba su inocencia, a decir verdad destilaba inocencia por los poros o eso creía Alucard de sólo verla. La chica sólo reaccionó un poco y su cuerpo se cambió de posición en la cual se encontraba, aún dormida, El vampiro pudo observar más de cerca y notó que la almohada estaba llena de sangre percatándose inmediatamente de que su Draculina había llorado durante ya bastante tiempo. Al mismo tiempo en que se dío cuenta de aquello sólo pudo acercar su mano a la mejilla de la chica para acariciarla con suavidad, siguió así con su cuello hasta hacer un camino hasta sus piernas de una manera tan encantadora y sensual como si él estuviera disfrutando de tal contacto, al sentir eso el cuerpo de la chica comenzó a temblar inconscientemente como si tuviera miedo de lo que le sucedería.

-¿Jum?- cuando el conde terminó de pasar sus dedos por encima del cuerpo de la chica dio una carcajada al ver el comportamiento que tuvo la chica ante el contacto tan inapropiado que le hizo su maestro, mismamente esto provoco una sonrisa traviesa.

Alucard sólo dio un último vistazo al cuerpo de la chica que se encontraba en una pose bastante provocativa para después alejar sus manos y retirarse de su habitación, realmente se encontraba extasiado con tan sólo esa caricia que le hizo al voluptuoso cuerpo de la Draculina, pero decidió dejarlo ahí ya que sabía perfectamente que si seguía con aquello pasarían a otras cosas.

La noche se le hizo tan corta tanto a Victoria como al joven Alucard, aunque a decir verdad era de esperarse que Victoria tuviera la noche más corta de todo el mundo ya que al no dormir durante tantos días seguidos para cuidar día y noche de la mansión, le causo tal desgaste y sumándole lo agotada que estaba por haber llorado, simplemente al tocar la cama cayó rendida. La mañana siguiente fue tan bella... aquellos cielos se encontraban sin un sólo rayo de sol y todo estaba nublado, mientras una ligera briza de rocío bañaba los hermosos jardines de la mansión, aquel día era meramente bello además de que no era ni tan frío o tan caluroso. Dentro de la casa sólo se escuchó un grito bastante fuerte por parte de la regente de la casa Hellsing.

-¡ERON!- Integra llamaba con desespero a su sirviente mientras se encontraba sentada en su escritorio de finas maderas, Eron fue quien reemplazó a Walter después de su inminente traición hacía con su ama.

-¿Si mi señora?-preguntó aquel joven con gran tranquilidad y respeto, aquel buen mozo y apuesto muchacho de ojos verdes cual esmeralda y de cabellera negra que se encontraba un poco larga, además que de una complexión alta y delgada, de aproximadamente 30 años. Integra lo había contratado hace unos 12 años y se ganó la confianza y el respeto de todos en tan poco tiempo con aquella sonrisa carismática y sus buenos servicios.