Dulces juegos de sangre

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Cartas misteriosas llegaron en un momento bastante peculiar, las cuales fueron dirigidas a solo a tres de los integrantes de la mansión y obviamente cada uno de ellos había recibido su propia carta, claramente la que había sido entregada a Sir Integra fue escrita por el joven Dezu el cual cubrió a detalle cada parte de esta con complejos decorados y un diseño bastante rebuscado, claro está que también venía con sus sorpresas las cuales descubrió con asombro. Por otra parte el mayordomo y el perro de la organización Hellsing habían obtenido una carta de una dama misteriosa la cual dejaba más que en claro los intereses que poseía, conocía lo que provocaba en ambos jóvenes ¿Por qué no usar eso a su favor?, tal vez era un juego o quizá no pero la simple idea de un juego de busqueda y caza llamaba a los más bajos instintos del Conde, ella sabía que al príncipe le gustaría la idea, en esa predicción no falló pues a él le divertía y le encantaba ese dulce y glorioso juego aunque en el fondo los amaba quería aparentar que no le gustaban. En esa misma carta venía algo escrito y que curiosamente pareció hecho con la misma carta por como aquello había sido grabado, aunque a decir verdad no se podía distinguir; pero al ir pasando por los pasillos, cruzó una ventana la cual se encontraba curiosamente abierta y la que dejaba pasar una dulce y tenue luz que mostró un pequeño texto.
La tarjeta decía lo siguiente ¿Quiere jugar conmigo? si así lo quiere "vaya al aullido de los lobos, donde la luna llora, donde las flores gritan, donde el sol descargó su ira y donde la oscuridad se hace luz" . ¿Creía acaso que el rey de la No-Vida jugaría a una estúpida busqueda del tesoro?, ya no era un niño para andar con esas tonterías...pero debía admitir que no podía negar ese lado lleno de curiosidad y su gran afán por los acertijos, aunque prefería matar, descuartizar y sobretodo burlarse de todos aquellos que tenían la valentía de postrarse ante él y enfrentarle, amaba los juegos que le hacían pensar, tal vez era un asesino sanguinario pero también fue un príncipe y debía ser estratégico, ingenioso, perspicaz y astuto. Como rey debía realizar todo tipo de juego que pusiese aprueba su capacidad intelectual y eso tenía pensado hacer, quizá no ir a buscar el tesoro pero obviamente resolvería el acertijo al menos para su deleite personal.

La noche pasaba y la brisa refrescaba, era tan sublime el cielo lleno de pequeñas manchas brillantes blancas y esa luna llena de color carmesí... El Conde tomó entre sus manos la carta y la apretujó con fuerza, la guardó en su bolsillo apenas si iba a cruzar la puerta que dejaba ir a los jardines cuando algunos cuantos aullidos comenzaron a resonar con fuerza por las altas copas de los árboles, era magistral el llanto de lobos, absurdo, pero hermoso, marcaban su territorio o llamaban a su manada... Quién sabe... Pero simplemente era hermoso, al vampiro mayor le era molesto tales aullidos y más aún porque él adoraba la paz en gran demasía y pensar que era turbada por ese grupo de insensatos animales tan inferiores... Aunque a decir verdad le era extraño y jamás se puso a pensar el qué hacían esos lobos ahí; Inglaterra jamás había sido hogar de lobos, eso lo era Escocia o Australia pero Inglaterra jamás, él se había encargado de la mayoría que vivían ahí, aunque con una serie de castigos por los desastres causados. De los cuales debía admitir estaba más que orgulloso.
Los árboles bailaban al son de la brisa y hoy la luna parecía estar llorando, pues era un Carmesí apagado, el color era sublime pero muy triste... Era extraño que al menos de dos a tres veces por semana la luna se encontraba llena de rojo vivo y las otras ocasiones era blanca pálido... Casi muerto... Como su piel, pero para él era hermosa ya que sería su acompañante por toda la eternidad.

El continúo y molesto aullar de lobos terminaron por cansarlo y decidió inmediatamente que debía regresar a su propio paraíso, esa lúgubre, fría, sombría y muerta mazmorra en la cual habitaba la mayor parte del tiempo, el mismo lugar que había sido su cárcel durante años. Las palabras de la dama aquella no dejaban de molestar en su conciencia, repetía una y diez veces más el acertijo que ella había escrito, debía admitir que era bastante bueno y hasta cierto punto podía pensar en muchos lugares...

MIS DEMONIOS (AxS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora