¿Una Nueva Amenaza? parte II

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-¿Por qué no para de sangrar?...- colocó su mano derecha en la herida tratando de hacer un poco de presión mientras que con la otra mano disponible la usó para tratar de mantenerse de pie lo suficiente para llegar a una pared en la cual recargó su cuerpo y se dejó caer- Al menos defendí la mansión...ya no ha...- cuando miro hacía arriba observó que unos cuantos vampiros acercándose a ella lo cual la preocupó.

Seguía haciendo presión en la herida tratando de hacerla parar de sangrar a la par que trataba de pararse para darles frente a los vampiros que se aproximaban, le costó mucho trabajo ponerse de pie ya que aunque las heridas de los golpes que le dio el otro vampiro no le hicieron gran daño lo que la había realmente lastimado y dejado agotada era aquella herida tan enorme que seguía sin cicatrizar o al menos que comenzara a dejar de brotar aquel líquido rojo que parecía llamar a aquellos vampiros. Cuando por fin pudo mantenerse en pie por unos minutos había unos 10 a 16 vampiros que comenzaron a acercarse más y más a la chica dejándola sin escapatoria.

-Una Vampirita tan débil... que no puede si quiera curar esa herida....no merece la pena que siga viva y ensucie el nombre de nosotros los vampiros más poderosos del mundo- aquella vampiresa se acercó a Victoria usando el mismo tono arrogante del otro vampiro que derrotó hacia unos minutos.

-¡Jajajajajajaja!, si es así demuéstrenme de lo que están hechos supuestos "Nosferatu"- Victoria recargó su cuerpo en la pared dejando disponible su brazo izquierdo con el cual controlaba las sombras.

Los vampiros al verla se rieron de ella ya que creía que sería relativamente fácil de matar puesto que ya estaba muy dañada por aquella espada que estaba tirada frente a la draculina sin embargo todos los vampiros se lanzaron al ataque tratando de hacer que esta se distrajera ya que tendría que tener una puntería perfecta para matarlos a todos o al menos eso creían ellos, no se esperaron que la chica les dedicara una sonrisa que los hizo ponerse incómodos inmediatamente pero ya no era momento de retractarse así que prosiguieron el ataque. Victoria por otra parte no se preocupó tanto ya que con sólo desplegar sus sombras mató a la mayoría atravesando sus cuerpos y sacando sus corazones, alguien que si le preocupo fue la chica que se quedó parada mirando el espectáculo que hizo Victoria al matar a todos sus subordinados, la vampiresa tomó la espada que estaba frente a Victoria y la miro con malicia.

- ¿Y esta espada?- trató de aparentar inocencia y usar un tono como de una niña pequeña.

Aquella vampiresa que aún seguía viva era algo distinta a lo que era Victoria es decir que es lo contrario a ella, sus cabellos castaños y largos, mientras que sus ropas tan diminutas y simples, sus ojos aún no eran ni siquiera rojos, si habláramos de su físico sólo se podría decir que era delgada pero tampoco poseía atributos y ni hablar de su carácter arrogante y petulante.

La pequeña Draculina trató de mantener la calma puesto que si demostraba lo que hacía esa espada en ella la otra chica la usaría en su contra, sin embargo la vampiresa miró la hoja de aquella espada que sostenía y pudo notar perfectamente que en ella se encontraba sangre de un vampiro, pero no de ningún vampiro común y corriente sino de su adversaria al volver la mirada a Victoria se fijó que aquellas heridas que no cicatrizaban eran de la mismísima espada lo cual la hizo sonreír con malicia.

-Al parecer esta espada ya tiene tú nombre grabado- al decir aquello comenzó a reírse de una forma extrañamente peculiar tratando de aparentar una risa "psicópata".

Los pies de la pequeña Draculina se estaban dando por vencidos, simplemente ya le costaba mucho estar de pie pero trató de hacer el mayor esfuerzo posible para quedarse a la altura de la chica, en aquella habitación hubo un silencio sepulcral a la par que incómodo que duró unos cuantos minutos que sabían a horas. Ambas se miraban fijamente como esperando a que alguna de las dos hiciera el primer ataque pero ninguna de las dos hacía nada, aquella chica tocó con su dedo índice la hoja de la espada para tomar la sangre que escurría de ella pero al tocarla inmediatamente se alejó ya que esta le había quemado, comprendió el "poder" tan grande que poseía esa espada y sabía perfectamente que si la usaba contra Victoria podría ganarle sin ningún problema más sin embargo no comprendía como haría para esquivar las sombras de la chica.

Sin pensarlo más la vampiresa optó por ir al ataque con la espada esperando a poder clavarla en alguna parte del cuerpo de la Draculina, sin embargo Victoria hizo lo posible por atacarla y atraparla velozmente ya que sabía que si esa espada la tocaba no podría aguantar más, se apresuró en atraparla con sus sombras y dejarla inmóvil pero no contó con que esta desapareciera lo cual la dejó completamente sorprendida.

-Tengo que matarla o sin él me matará a mí- la vampiresa decía por o bajo tratando de pensar un poco en lo que hacía- Creo que me subestimas maldita Zorra de Alucard... No sé qué te vio si ni siquiera eres fuerte- lo decía tan tranquila apareciendo una vez más en la retaguardia de la Draculina.

Victoria trató de reaccionar pero esta tomó la espada y la clavó nuevamente en el cuerpo de la pequeña Draculina a la altura del corazón, al mismo tiempo en que Victoria tomaba por sorpresa con sus sombras que atravesaron todo el cuerpo de la vampiresa matándola al instante. La pequeña Draculina cayó de rodillas al suelo tratando de soportar el dolor tan desmesurado que causaba aquel pedazo de plata. Intentó sacarlo con gran dificultad pero pudo lograrlo ya se encontraba débil y su vista parecía fallarle puesto que comenzó a ver un poco borroso aunque pudo distinguir la silueta de un joven que venía caminando entre los escombros de la habitación, creía que estaba a punto de morir al igual que aquella noche en la que conoció a su maestro, estaba esperanzada con que él fuera aquel hombre que caminaba pero al darse cuenta vio a otros cuantos vampiros que se acercaban a ella, se encontraba tan débil que su cuerpo no aguanto más y cayó totalmente al suelo perdiendo toda esperanza. Un grupo de tres vampiros entraron a la habitación destruida donde se encontraba Victoria acercándose a ella.

-No que muy fuerte maldita- comentó uno de ellos en tono de burla y malicia.

Sentía que su voz la traicionaba puesto que no le permitió emitir ni un sólo sonido, estos aprovecharon el que estaba herida y no podía siquiera moverse para burlarse de ella, sin embargo Victoria hizo un esfuerzo por ponerse en pie pero cuando sólo se levantó unos pocos centímetros del suelo uno de los vampiros la pateó en el estómago con tal fuerza que la hizo golpear una de la columnas que estaban en la habitación, cuando golpeó el piso nuevamente se quedó totalmente quieta ya no logró siquiera hacer un esfuerzo.

-¡Jajajaja! Cuando se muera pido su cuerpo- comentó uno de los vampiros acercándose a la chica moviendo el cuerpo de ella con su pie.

La pequeña Draculina sólo miraba el poco panorama que su vista le permitía, su cuerpo estaba temblando y sus heridas no paraban de sangrar ya se creía muerta y con la ilusión de que aquella silueta de un hombre fuera de su maestro que venía a ayudarla decidió cerrar los ojos pero en ese momento escuchó la voz de un joven que entró a la habitación.

-¡Cómo se atreven a lastimar a una dama malditos bastardos!- gritó molesto acercándose con paso firme a los vampiros.

-Acaba con ese estúpido- no le tomó importancia y manos a uno de sus compañeros para hacer el trabajo.

Cuando el vampiro se acercó al joven intentó atacarlo pero este esquivó al vampiro sin problemas y terminó colocándose detrás de él para apuntar a su cabeza con una pistola la cual disparó inmediatamente y mató al vampiro, esto sorprendió a los demás e intentaron atacarlo ambos pero la agilidad y la velocidad del joven superó a los vampiros y a cada uno de ellos les disparó sin problema matando a los últimos dos vampiros. Se acercó a la chica y dejo su arma en el suelo para intentar ayudar a la chica a sentarse, al ver que esta se encontraba débil por toda la sangre que había perdido optó por cargarla para llevarla al extremo de la habitación dejándola recargada en la pared.

-¿Pequeña Victoria te encuentras bien?- comentó con dulzura y preocupación mirándola con dejo taciturno.

-¿Quién eres? ...- le costaba hablar y su cuerpo la traicionaba, estaba temblando pero sentía una calma al estar frente a aquel joven.

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Espero les haya gustado este cap, es la continuación inmediata del otro buajajajajjajajajakfuwwinfmaosow (si me acaba de dar un ataque y me morí)

MIS DEMONIOS (AxS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora