Enamorada de mi mejor amigo. [EDMMA #1]

1: En problema.

— ¿Alguna vez te has enamorado a primera vista?

¿De dónde había salido eso? Las primeras horas de clases habían pasado sin demasiada novedad para mí por lo que ahora me encontraba sentada en las escaleras que daban a la salida junto a Joaquín. Estábamos compartiendo nuestro almuerzo mientras esperábamos a que el receso llegara a su fin y cada uno volviera a su clase. Por primera vez mi hermano no estaba presente, lo que me llevó a pensar que ese fuera el motivo para que Joaquín hiciera la pregunta y provocara que casi me atragantara con mi sándwich.

— ¿Disculpa?

—Que si alguna vez te has enamorado a primera vista —Dijo, como si lo que acababa de preguntar no fuera una de las cosas más extrañas de las que se le había ocurrido hablar conmigo, y le dio un mordisco a su propio aperitivo.

—No, no lo he hecho —Fruncí el ceño mientras envolvía mi comida. Ahora, de repente, se me habían ido las ganas de comer—. No entiendo por qué lo preguntas.

— ¿Y crees que existe, que las personas se pueden enamorar tan rápido? —Siguió preguntando pasando por alto lo que acababa de decirle. Parecía estar reflexionando sobre el hecho al tiempo que me interrogaba.

—Creo que no, que más bien es algo de atracción lo que surge cuando vez a una persona por primera vez —Suspiré para intentar liberarme del nerviosismo que me estaba provocando hablar de este tema con él—. Quizás sea algo del físico o algo por lo que destaque como escuchar la risa o...

—O una sonrisa —Finalizó el por mí—. Sí, yo pienso parecido. Si te enamoras a primera vista del físico te puedes llevar un fiasco con la personalidad y eso no estaría bueno.

—Parece que le estuviste dando vueltas un poco al asunto.

—Todo culpa de tu hermano que me vino a preguntar qué tipo de chicas me gustaban. —Joaquín se encogió de hombros.

En ningún momento de nuestra conversación había dejado su almuerzo de lado, ni siquiera se había percatado de que había guardado el mío. Tenía el cabello castaño todo revuelto y sus ojos celestes miraban hacia el otro extremo del patio en algún punto inexistente. Su cercanía me alteraba pero había aprendido a lidiar con ello. Sin embargo, cuando hacía preguntas como aquellas me ponía nerviosa e incómoda porque no estaba segura de querer escuchar sus opiniones.

— ¿Y cuáles son tu tipo de chicas entonces? —Aunque a veces mi curiosidad le ganaba a las ganas de preservar mi corazón intacto—. Porque si me preguntaste todo esto muy profundo quiere decir que mi hermano fue un superficial mientras que tu respuesta apuntaba a otra cosa.

—Esa capacidad que tienes para leernos a ambos...

—No estás respondiendo a mi pregunta Joaquín.

—Pues... Creo que la chica tiene que tener personalidad como para perseguir sus sueños hasta cumplirlos, que no tema reconocer sus puntos fuertes y que sea dulce y compañera —Su cabeza se giró hacia mí con su sonrisa de hoyuelos que me dejaba paralizada—. Alguien como tú pero sin lo cabeza dura.

En ese momento Joaquín se rió por la gracia sin embargo a mis neuronas estaban todas concentradas en procesar sólo una parte de la frase: "Alguien como tú..."

— ¿Lo dices en serio?

— ¿Lo de que eres muy cabezotas? Sí, claro —Su mirada se dirigió a la mía y algo habrá visto porque la apartó rápidamente hacia otro lado—. Eres mi mejor amiga, por supuesto que me gustaría enamorarme de alguien como tú. Eres de las mejores personas que he conocido.

Un silencio se instaló entre ambos luego de aquello. Habíamos entrado en un terreno empantanado y no sabíamos muy bien cómo salir de él; sobre todo yo que por primera vez me sentía molesta de que me considerara su mejor amiga en lugar de una chica común y corriente. ¿Qué estaba mal conmigo? Por suerte para ambos, el timbre sonó para sacarnos del momento más incómodo que nos había tocado pasar juntos.