Enamorada de mi mejor amigo. [EDMMA #1]

4: Necesito tu ayuda.

¿En qué momento se me dio a mí por perder el control delante de Joaquín? Porque no estaba muy segura de cómo un comentario que me hubiese hecho explotar de aquella forma a tal punto de dejarme al borde de ser expuesta con mis nuevos sentimientos. Tenía que respirar profundamente y centrarme en las clases, sería lo más sencillo en estos momentos.

No me perdí la mirada que me dirigió Andrés en cuanto me vio ingresar ni la duda que había en sus ojos a medida que me acercaba a nuestro asiento. Céntrate en otra cosa, no respondas nada de lo que pregunte. Volví a tomar mi lápiz y un par de hojas nuevas para comenzar a garabatear, esperando a que el chico me interrogara o algo, sin embargo, eso jamás ocurrió. Andrés optó por imitarme y sumergirse en su propio dibujo dándome el espacio que necesitaba en ese preciso momento.

El profesor no tardó demasiado en entrar al aula, haciendo que ambos nos sumerjamos en la dinámica de la clase y permitiéndome guardar en un cajón toda la revolución que se había provocado en mi interior.

Estábamos en un bache porque la profesora de Literatura había tenido que irse antes y no habían hecho a tiempo para buscarnos un suplente que nos impartiera la clase. Obviamente teníamos deberes para hacer pero nadie los estaba haciendo y no íbamos ser los único en entregarlos.

—Eso fue intenso —Dijo Andrés mientras guardaba sus cosas en la mochila—. Demasiada información para un primer día de clases.

—Y eso que no has tenido ciencias aún —Sonreí pensando en el desastre que casi ocasionamos en la clase de arte con el agua de las pinturas que habíamos utilizado—. Eres un buen compañero, te quiero a mi lado el resto del año. Echaré a cualquiera que intente sentarse a mi lado que no seas tú.

—Eso me agrada —Una amplia sonrisa apareció en sus labios—. Y por lo que pude observar tu humor mejoró bastante cuando casi tiro el agua sobre la profesora.

—Eso fue maravilloso —Me reí muy a mi pesar, ambos habíamos terminado rojos como tomates por el incidente pero ahora, después de que pasara un tiempo, era demasiado gracioso—. Pero no hablemos de mi humor, no quiero caer en ese pozo de nuevo. Cuéntame más sobre ti que con todo el lío de las clases no tuvimos tanto tiempo para conocernos.

—No sé qué quieres saber, pregunta y te respondo.

—Mmm... No me has dicho por qué te cambiaste de instituto, por ejemplo.

—Veamos... —Dijo antes de recostarse en la silla para mirarme a los ojos— Mi padre tuvo que cambiar de trabajo y como no me iba demasiado bien en el colegio anterior decidió que era un buen momento para un cambio.

— ¿Y tu mamá?

—Mi mamá falleció cuando era pequeño —Tú y tu maldito tacto María Paula Jones. El calor comenzó a invadirme y sentí mis mejillas calientes por lo incomodo que se estaba transformando todo por mi estúpida pregunta—. No tengo demasiados recuerdos de ella la verdad, lo único que me queda es una vieja foto que me regaló mi papá para que siempre la tenga conmigo.

—Lo siento —Dije retorciendo mis manos para intentar no sentirme tan mal por haber metido la pata.

—No te preocupes Paula, en serio fue hace mucho tiempo —La sonrisa que me regaló Andrés era algo triste lo que hizo que mi corazón se estrujara un poco más—. Y es una pregunta obvia cuando conoces a alguien, jamás esperas que te den una respuesta como la que te he dado recién.

—No ayudas a que me sienta mejor, siempre meto la pata con estás cosas —Suspiré mirando hacia otro lado—. Tengo un imán o algo.

—No te preocupes, en serio —Tomó mi mano entre las suyas—. Todo está bien.