12: Lo que es mío.

19.8K 999 16
                                    

Había estado nerviosa todo el día pensando en la consulta con el médico que tendría en algunos instantes. Andrés se había portado maravillosamente conmigo, haciendo hasta lo imposible por distraerme, y no tenía una idea de cuan agradecida estaba.

Cuando mi madre pasó a buscarme luego del instituto para ir al centro de salud se sorprendió un poco al ver que mi acompañante no era Joaquín sino otra persona. Me tomé un momento para hacer las presentaciones de rigor sin darle demasiada importancia, porque si lo hacía comenzaría a hiperventilar, y nos pusimos en marcha. Los nervios eran tan grandes que no había emitido palabra en todo el trayecto, dándole vía libre a mi madre para que interrogara al pobre de Andrés. Tendría que pedirle disculpas luego.

—Todo saldrá bien... —Fue lo último que me dijo Andrés antes de que entrara al consultorio acompañada por mi madre.

El medico comenzó a examinar la radiografía que me había hecho unos días antes para luego pasar a palpar y mover mi tobillo para evaluar la recuperación. La realidad era que llevaba varios días sin molestias, había intentado bailar y todo funcionaba correctamente. Lo único que mantenía desde que me habían ordenado el reposo eran los masajes sólo porque me gustaban.

—Muy bien señorita, todo está en orden aquí.

— ¿Eso es todo? ¿Puedo volver a bailar?

—Paula, espera a que el doctor termine de hablar.

—No hay problema señora —Sonrió el medico mientras se ponía a escribir una receta—. La torcedura no llegó a ser esguince y se ha recuperado completamente. De hecho, en el momento en que ingresaste al consultorio supe que ya te habías recuperado porque tu pisada era normal.

—Entonces...

— ¡Paula! —Me regañó mi madre haciendo que el doctor riera.

—Entonces puede volver a su rutina habitual —Vi como sellaba el papel antes de entregármelo—. Supongo que deberás presentarle tu apto físico a tu entrenadora, para eso es este certificado. Ahora puede retirarse y espero que no vuelva a tener que venir a verme en un largo tiempo.

—Muchas gracias doctor. —Sonreí y tomé con fuerza aquella pequeña hoja de papel como si mi vida dependiera de ello.

Mi madre se quedó cruzando un par de palabras con el médico mientras yo iba al encuentro de la persona que se pondría muy feliz por mí. Me paré frente a donde estaba sentado con una gran sonrisa que nada lograría borrar.

—Adivina quién tiene el pie en perfecto estado y puede volver a bailar cuando le dé la gana... —Le tendí el certificado donde me dejaban ser libre.

— ¡Eso es maravilloso! —Andrés se puso de pie y me abrazó a modo de felicitación— Ahora nos toca festejar.

—Pero primero debo hacer algo...

— ¿A caso debo llevarte a la Academia lo antes posible? —Preguntó mi madre que se había sumado a nosotros.

—Por favor —Respondí asintiendo—. Quiero presentarle el certificado a Karen lo antes posible y ver si aún puedo presentarme con Joaquín.

—Y pensar que no querías saber nada con las presentaciones —Mi madre tomó la delantera para salir del centro médico.

—Se volvió un poco personal cuando se metieron con su trabajo y creo que Paula quiere demostrar un punto. O al menos eso creo. —Dijo Andrés captando la atención de mi madre.

—Yo no hubiese podido explicarlo mejor.

—Pongámonos en marcha entonces.

El viaje de camino a la Academia se me hubiese hecho eterno si Andrés no me estuviese acompañando. La ansiedad por llegar me estaba matando y si no hubiese estado para distraerme seguramente mi madre frenaba el auto y me dejaba tirada por ahí a la primera oportunidad. Había titulado mi permiso para bailar como "El retorno a la danza", el cual festejaríamos luego de que les dejara en claro un par de cosas a Anahí y Joaquín.

Enamorada de mi mejor amigo. [EDMMA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora