Enamorada de mi mejor amigo. [EDMMA #1]

21: Nervios a flor de piel.

La ansiedad y los nervios se habían apoderado de mí durante todo el día sumados al lio en el que estaba metida sentimentalmente. Tenía el corazón desbordado y ni la importancia que tenía la presentación había impedido que diera vuelta en mi cabeza cada una de las palabras que Joaquín me había dicho la noche anterior. Y como si eso fuese poco tenía el celular reventado a mensajes y llamas perdidas de Andrés a las cuales no había respondido.

Sólo necesitaba un poco de espacio para ver la forma en la que hacerle frente.

Que la casa estuviese en silencio no estaba ayudando a mi ansiedad. Mis padres e Isabella habían salido a hacer un par de compras de último momento mientras que Julián se había quedado encerrado en su habitación, cuando más necesitaba una distracción.

Un poco frustrada por no poder hacer nada, agarré el block de hojas que tenía sobre el escritorio con un lápiz y salí al patio de mi casa con la intención de distraerme dibujando algo. Tenía auriculares puestos con la música de la presentación para aprenderme a la perfección los tempos, pese a que ya me los sabías, para asegurarme de que todo saldría a la perfección en un par de horas.

El sol comenzaba a bajar lentamente cambiando el tono del cielo a una mezcla entre en rosa y el naranja que me parecía un espectáculo hermoso para la vista.

— ¿Qué tal estás?

Me sorprendí cuando Julián quitó el auricular de mi oreja para que lo escuchara. Lo observé mientras se ubicaba en la silla que tenía en frente con su típica sonrisa a medias que aparecía cuando estaba tanteando el terreno de mi estado de ánimo. Así de mucho me conocía.

—Nerviosa, intentando no pensar demasiado.

— ¿Y con todo lo otro? —Su pregunta hizo que frunciera el ceño porque no estaba segura a que se estaba refiriendo— Anoche escuche algo de tu conversación con Joaquín...

Ah, genial. Ya no se podía tener intimidad en esta casa al parecer y que mi hermano estuviese escuchando detrás de las puertas era un claro ejemplo de ello. Quería enojarme mucho con él, recriminarle por invadir mi privacidad pero teniendo en cuenta que me serviría poner todo en perspectiva...

—En mi defensa he de decir que estaba atento por si querías que te rescatara porque lo vi un poco pesado acerca de tu relación con Andrés la última vez que hablamos.

—Es... —Inspiré profundamente antes de dejar salir todo el aire que había tomado— Es complicado...

—No debería serlo realmente. Si tienes sentimientos por una persona las cosas deberían simplemente fluir —Había algo en su expresión que me decía que entendía mi situación más de lo que yo creía—. No puedes engañar a tu corazón por más que la razón te diga que no es correcto seguirlo.

—Vengo con la misma idea en la cabeza desde hace un tiempo, hermanito. Sin embargo, no estoy dispuesta herir a nadie en el camino.

—Y esa es la razón por la que debes tomar una decisión —Julián levantó una rodilla en el asiento y apoyo su barbilla en ella mientras rodeaba la pierna con sus brazos—. Terminarás más herida tú que a todos los que pretendes proteger y, con el tiempo, terminaras por alejarlos de tu vida.

— ¿Cómo sabes eso?

—Porque estuve en la misma encrucijada hasta que comprendí que lo más sencillo era ser sincero conmigo mismo —Me estaba costando pasar saliva. Tenía un nudo instalado en mi garganta que estaba haciendo bastante difícil —. En el fondo de tu corazón sabes a quien quieres de verdad y no hablo de cariño y aprecio, te hablo de eso que te mueve hasta lo más profundo de tu ser cada vez que tienes a esa persona cerca.