27: La noche es joven.

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—Hola.

La sonrisa de Joaquín podía deslumbrar a cualquiera en aquel momento. Sus cálidos ojos acompañaban pero, por más que estuviese intentando disimularlo, los nervios que traían se podían detectar a lo lejos.

—Entra, estamos cenando.

Me hice a un lado para dejarlo entrar viendo el instante en el que dudó en hacerlo o no.

—No quiero molestar, podemos vernos mañana si así lo prefieres.

— ¿Desde cuando eres una molestia? —Julián se asomó por la puerta de la cocina para darle la bienvenida al recién llegado— Hubo un momento en tu vida en el que te la pasabas más aquí que en tu casa, te lo recuerdo.

—Es verdad, es verdad —Acepto relajándose sólo un poco.

—Además es noche libre de padres porque tenían una cena con no se que personas importantes —Acotó Isa desde su lugar cuando ambos entramos a la cocina—. Puedes quedarte el tiempo que quieras.

La mirada que me dirigió fue un claro "¡Lo sabía!" que no podía gritar pero que le encantaría.

—Disfrutemos la maravillosa cena que se encargó de hacer nuestra querida hermana con sus amorosas manos... —Julián se estaba burlando de mí cuando todos los presentes sabían a la perfección mis problemas con la cocina.

—Sólo come la pizza o haré que te la tragues —Lo amenacé mientras tomaba mi propia porción.

Joaquín estuvo a punto de decir algo pero en cuanto notó la mirada de mis dos hermanos puestas en él se arrepintió un poco. Los iba a matar a ambos. Estaba con una mezcla de emociones que no podía controlar y que, al parecer, no era a la única que le estaba pasando. Lo peor eran las miradas inquisidoras de Isa, como si intentara confirmar del todo que era Joaquín de quien estaba enamorada.

Respira Paula, respira. Come y ya verás cómo sigues después.

Para mi fortuna, Julián decidió sacarme del bache sacándole conversación a Joaquín para que volviera a sentirse cómodo. Habremos estado un rato más sentados en la cocina charlando de la vida, entre muchos otros temas, hasta que decidimos trasladarnos al salón para ver una película.

Los primeros en salir fueron Joaquín y Julián porque Isa había decidido retenerme.

— ¿Puedes dejar de ponerme nerviosa? No me estas ayudando —Me quejé en cuanto me aseguré de que estuviéramos solas.

— ¡Lo sabía! Sabía que era Joaquín —Mis ojos se abrieron grandes ante el descaro que acababa de tener—. Dios, estas enamorada no, lo que sigue. El brillo en tus ojos, la sonrisa tonta, las miraditas cuando piensas que nadie te está mirando. Eres todo un cliché.

—Isa, por favor. Baja el volumen, no quiero que te escuche.

— ¿Por qué? Si él está peor que tú —Su sonrisa era gigante—. Encima lucen tan tiernos juntos.

— ¿Cómo que está peor que yo? ¿De qué estás hablando?

—Hay que ser ciego para no darse cuenta de cómo te mira. Creo que hasta Julián es consciente de ello y mira que nuestro hermano no es muy espabilado para esas cosas —La vi poner los ojos en blanco lo que me hizo sonreír un poco—. La forma en la que te mira, con una devoción y admiración que da un poco de envidia. Y no es de ahora, siempre hubo algo de ellos desde que se conocieron sólo que en este momento se ha intensificado bastante.

—Estás exagerando.

—Se le ilumina la cara cada vez que entras a un lugar Paula, por favor —Al parecer mis palabras habían irritado un poco a mi hermana—. No puede ser que no te des cuenta de que él está igual que tú, que tiene los mismos sentimientos por ti que los que tienes tu por él y que se muere de ganas de gritarlo al mundo.

—Pero si estaba en pareja con alguien más hasta no hace mucho...

—Quizás quería negárselo, tal vez no sabía muy bien cómo afrontar lo que sentía —La vi encogerse de hombros—. Sus razones habrá tenido pero lo único que tiene que importarte es mutuo.

—No sé que decir.

—No tienes que decir nada, sólo ve paso a paso y ya. El resto vendrá solo.

Mi corazón estaba un poco más atolondrado después de las palabras de mi hermana. No terminaba de creerme lo que me había dicho pero tenía la esperanza de que fuese todo cierto.

Estar tan cerca de alcanzar un punto feliz hacía que todas mis inseguridades volvieran a dispararse haciendo que volviera a cuestionarme todo. ¿Había leído bien mi hermana las intenciones de Joaquín o sólo estaba exagerando luego de todo lo que le había contado esa tarde? ¿Qué tan reales eran los sentimientos del chico para conmigo? ¿Al menos alcanzaban un tercio de los que yo sentía? Todo sería más fácil si dejara de cuestionarme cada paso que daba.

Ahora sólo me quedaba esperar a escuchar lo que Joaquín tenía para decir. Esa sería la única manera de salir del pozo en el que yo misma acababa de meterme. Me tocaba hacerle frente y decirle lo que me pasaba si es que quería que él me diera respuestas...

— ¿Todo bien? —Preguntó cuándo me senté a su lado para ver la película que Julián había elegido.

Asentí porque no estaba muy segura de lo que podía salir de mi boca en aquel momento. Me quedé rígida sin prestar atención a lo que estaba ocurriendo en la pantalla. Joaquín claramente no se había tragado ninguna de mis palabras.

— ¿Te pasa algo? —Volví a preguntar. Había pasado su brazo por encima de mi hombro en un abrazo protector y su mirada estaba puesta en mí para asegurarse de que le decía la verdad.

—Una tontería que se cruzó por mi cabeza, nada importante —Negué y sonreí para tranquilizarlo un poco porque no quería que estuviese preocupado.

Mis hermanos estaban más que metidos en la película que habían puesto sin embargo no era el lugar ideal para hablar de sentimientos por más que estuviésemos en segundo plano para ellos. Cuando dirigí una mirada hacía Joaquín me encontré con alguien que estaba decidido a hacer algo, tanto que terminó por guiñarme un ojo antes de hablar.

— ¿Les molesta si salimos a dar una vuelta un ratito? —Julián e Isa voltearon a mirarlo al instante— Sólo será por un momento y regresaremos, soy consciente de que es tarde.

—No estoy muy seguro... —Julián parecía más negado a la idea.

—Vayan, los cubrimos si llegan a venir nuestros padres —Isa sonrió, cortando toda esperanza de que nuestro hermano impidiera nuestra huida—. Disfruten de la noche que es joven aún.

— ¿Vamos? —Preguntó Joaquín tendiéndome la mano para que lo acompañara.

Con una sonrisa, no dude en tomarla. Iría con él hasta el fin del mundo. Me giré un momento para articular un "Gracias" en dirección a mi hermana antes de irme. Si algo pasaba esa noche sería todo gracias a ella.

Enamorada de mi mejor amigo. [EDMMA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora