MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]

Capitulo 2

Recuerdo el día en que llegaron al vecindario como si fuese hoy. Fue hace diez años, yo tenía siete y mi hermano Sebastían ocho, estábamos jugando en el comedor y mi mamá nos llamó, emocionada, diciendo que teníamos nuevos vecinos, una pareja joven con hijos mellizos, que tenían mi misma edad.

-Podrían hacerse amigos-dijo ella.

Salimos emocionados por conocerlos y en ese momento los vi por primera vez.
Pablo tenía el pelo rubio, ondulado y bastante largo. Unos ojos azules como el mar y en su rostro estaba claro, cual de los mellizos era el que se portaba mal. Benjamín, en cambio, era el tipo de niño que es tímido y se avergüenza por todo. Tenía el pelo lacio y castaño y unos dulces ojos color miel.

Si no me hubieran dicho que eran mellizos, nunca lo hubiera imaginado.

Eran tan diferentes, y lo son, en la actualidad.
Yo los miraba fascinada, y sin siquiera conocerlos, ya quería que sean mis novios.

Como si los novios, fuesen un adorno o un juguete que se guarda en la habitación.

Nuestros padres se hicieron amigos enseguida y de repente todos los domingos, haciamos el asado familiar con ellos. Además la mayoria de nuestros parientes, vivían lejos.

Sebastían, Pablo, Benjamín y yo estábamos todo el día juntos. Íbamos a la misma escuela y jugábamos todo el día. A veces los mellizos se quedaban a dormir en casa, y hablábamos toda la noche. En una de esas noches, juramos que los cuatro éramos inseparables y de grandes viviríamos juntos.
Yo no era muy femenina, me comportaba como un niño.

Imaginen, me crié con tres chicos.

Jugaba con autos, soldados, a la pelota y a la lucha.
Hasta que de un día para el otro comencé a transformarme en una mujer, mi busto y mi trasero comenzaron a crecer y la ropa que usaba ya no era ropa suelta y deportiva, sino jeans y remeras que marcaban mi cintura y mi busto.
Desde entonces, mi trato con los chicos fué diferente. Comenzaron a tratarme como a una mujer. Cuidándome, y siendo celosos de cada chico que aparecía en mi vida.

Como si fuesen mis dueños.

Lo que ellos no sabían era que yo los amaba a ellos. A pesar de que éramos casi familia. Yo no los veía de ese modo. Y no lograba, por mas que lo intente, pensar en otro que no sea Benja o Pablo. Con el tiempo entendería, que esto iba a ser muy complicado. Que mis sentimientos, iban a ser un problema para todos.

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