MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]

Capitulo 9

Me desperté con la luz del sol calentando mi rostro, las cortinas estaban abiertas y la luz solar inundaba la habitación. Sentía mis ojos hinchados y malestar con la luz y entonces recordé la noche anterior.

Es increíble como todo en tu vida puede derrumbarse de un segundo a otro, con tan sólo una acción, una palabra, una decisión. Todo había cambiado en una noche. No estaba segura si estas vacaciones iban a ser las mejores o las peores de toda mi vida. Y tan sólo hacia un día que estábamos aquí.

¿Qué iba a pasar ahora? Tenía que arreglar esto, tomar las riendas del asunto. No iba a permitir que las personas más importantes de mi vida se peleen por mi culpa. Porque es cierto, los amaba, pero no quería perderlos. Mi vida no sería la misma sin ellos. Nos habíamos criado juntos y ahora todo parecía arruinarse gracias a nuestros sentimientos.

Además debía aclarar lo que sentía, no podía tenerlos a los dos, no podía amarlos a los dos, no podía estar con uno de ellos, sin que uno de nosotros salga lastimado, además son mis mejores amigos, junto a mi hermano, al que no puedo siquiera decirle una palabra de lo que está pasando, porque eso solo empeoraría las cosas.

Tenía que hacer algo. No quería que están vacaciones se arruinen, es la primera vez que estamos todos juntos en mi lugar favorito en el mundo y vamos a disfrutarlo.
Voy a dejar a un lado mis sentimientos y de ninguna manera voy a permitir que ellos peleen. Voy a arreglar esto.

Decidí darme una ducha como si eso quitara la hinchazón de mis ojos, me veía fatal. Peiné mi cabello, me puse brillo labial, mi bikini y un vestido de verano, tomé un libro, mis auriculares, mi mp3 y guardé todo en un morral. Necesitaba pasar un día agradable en la playa. Lo necesitaba más que nunca, esa paz que sólo el mar puede transmitirme.

Bajé las escaleras y me encontré a mis padres y a los Valente padres desayunando, saludé a todos con la mejor de mis fingidas sonrisas y me dirigí al living, no sin antes servirme una buena taza de café. Me sorprendí al ver a Benja dormido en un sofá.

Al parecer no era la única que lucia fatal.

Escuché ruidos provenientes de las escaleras y vi a Pablo y a Sebas bajando semi dormidos.

-Hola-dije sonriendo con ternura a los dos, es un hermoso día. Hoy vamos a disfrutar de la playa-sugerí

-Mel...-suspiró Pablo luciendo apenado.-Tengo que hablar contigo Mel. Mi sonrisa se desvaneció.

-En otro momento, no quiero problemas hoy, necesito pasarla bien, estar tranquila. Ya habrá oportunidad de hablar luego-repliqué.

El asintió con tristeza y se dirigió a la cocina.

No voy a dejar que este día se arruine. Me prometí a mi misma. Ya hice demasiado daño, basta de sentimientos.

Mi hermano murmuró algo que no escuché y con actitud derrotada siguió a Pablo. Benja despertó. Pude ver la tristeza en sus ojos.

Cada vez que los veía con esa mirada mi corazón se rompía un poco más.

-Buen día dormilón-dije sonriendo.
-Es un hermoso día, levántate-espeté y salí del living con autoridad.

Yo sería fuerte por todos.

En la cocina nuestros padres nos contaron de su noche y de las comidas regionales que habían probado. Mi panza no tardó en rugir.

Al contrario de muchas personas, cuando estaba nerviosa o triste estaba mas hambrienta de lo normal.

Envidio a esas personas que por cualquier razón, pierden el apetito, ojalá me pasara a mi, no me vendría mal bajar unos kilos.

-Mel esta tarde bandas locales darán un show en la playa, podríamos ir-sugirió divertido

-¿Les parece?-indagó mirando a los mellis y ellos asintieron con la cabeza, pero no había entusiamo en sus rostros.

No se cuanto tiempo pueda tolerar esto, de repente todo se tornó tan deprimente.

-¡Vamos chicos!-dije poniendo una mano en sus hombros colocándome en medio de ellos dos.

-¿Cuántas veces soñamos con venir de vacaciones juntos? somos mejores amigos y es la primera vez que hacemos un viaje así, deberíamos disfrutarlo-sugerí, mostrándome optimista.

Admito que mejores amigos lo dije con un tono más elevado como para que entiendan la indirecta, mis queridos mellis saben lo cabeza dura que soy, y ahora que metí mi corazón en una jaula, se van a tener que olvidar de esos sentimientos ellos también, no pienso pasarme las vacaciones llorando.