Capítulo 23

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Fué probablemente el momento más incómodo de mi vida

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Fué probablemente el momento más incómodo de mi vida. No se porque pero sentí la necesidad de aclararle a Benjamín que nada había pasado. Pero no quiso escuchar, el solo salió corriendo.
Pablo entró y cerró la puerta, mientras nos vestiamos se disculpó.

—Lo siento Mel, debí ser más precavido. No pensé que alguien pudiera vernos. Estaba tan excitado que no pensé bien las cosas. Se veía apenado.

Y yo sentía como las lágrimas recorrían mi rostro.

—Iba a detenerte, no estoy lista para esto. Todo esto es un error Pablo. Yo... Siento cosas por Benjamín, también. Realmente estoy confundida ahora. Y la mirada que vi en su rostro,me rompió el corazón. Solo... Déjame sola—supliqué.

—Pues no puedes tenernos a los dos. Ya deja de jugar con nosotros Mel. Esto está jodido. Te dejaré sola con gusto. Yo también necesito aclarar mis pensamientos, ahora me encuentro realmente enfadado y no quiero decir cosas que me arrepienta luego—dijo. Yo ni siquiera le miré a los ojos.

Salió de la habitación y me recosté en mi cama, no podía dejar de llorar.
Escuché ruidos abajo y me di cuenta que las chicas habían llegado.
Bajé para encontrarme a Carla muy arreglada, se veía muy guapa y mi hermano la miraban fascinado. Victoria vió mi rostro y se acercó a abrazarme.

—¿Qué ha pasado Mel?

—Benja y Pablo salieron corriendo.¿ Discutieron contigo?—preguntó Sebas. Asenti
—Vamos a sentarnos, cuéntanos Mel—espetó Carla.

Les conté lo que había pasado. No me importó que mi hermano estuviera escuchando, necesitaba de el y de mis amigas ahora. Les dije que Benja nos había encontrado en una situación comprometedora, pero aclaré que nada había pasado. Y ahora ambos estaban enojados. Y yo... Tenía mi corazón hecho trizas.

Ellos me abrazaron y me pidieron que me calme, e insistieron en que todo estaría bien. Que les de tiempo y yo misma me tome mi tiempo para aclarar mis sentimientos.

No podía seguir así. En el fondo sabía a quien amaba con todo mi ser. Aunque me cueste reconocerlo. Ahora probablemente arruiné mis posibilidades con el. Por un error.

Vicky y Carla se miraban, cómplices. Victoria Lucía apenada. Y Carla le asintió con la cabeza como incitandola a decir algo. Yo las miraba sin entender.

Tal vez tenía que ver con su comportamiento extraño de estos días.

—Mel tengo que hablar contigo, a solas—dijo al fin.

Mi hermano y Carla se marcharon. Nos dejaron para que hablamos en privado, después de todo ellos tenían una cena pendiente.
Nos dirigimos a mi habitación.

—Mel esto es muy difícil para mi. Así que comenzaré desde el principio. Asenti

¿Por qué tanto misterio? Se veía realmente apenada. Empezaba a preocuparme. Mis manos sudaban.

—Siempre me ha gustado Pablo, Mel. Y algunas cosas pasaron entre nosotros y nunca tuve el coraje para decírtelo.

Definitivamente no me esperaba eso. Apreté mis puños conteniendo la furia y las ganas de llorar. Todavía tenía más para decirme y me aterraba preguntar.
La dejé continuar.

—Yo... Tuve mi primera vez con el Mel, el verano pasado.

Mi corazón se detuvo. Ya no podía contener las lágrimas. No sólo me lo habían ocultado durante un año. Sino que además el me había mentido en mi propia cara diciendo que aquello había pasado con una amiga de sus primas, cuando en realidad  había sido con mi mejor amiga. Estaba furiosa.
Ahora comprendía muchas cosas. Como su reacción cuando le pregunté a Pablo por su primera vez. La mirada que se lanzaron en la disco. Y también recordé como Benja me miró preocupado cuando se dió cuenta de que lo noté¿ Acaso el también lo sabía?

—¡Me han mentido maldición!—grité furiosa—Estoy segura que soy la única tonta que no lo sabía. ¿Cómo pudiste ocultarme algo así? Eres mi amiga.

Las lágrimas recorrían su rostro. Se veía realmente apenada y arrepentida. No me importaba. Estaba realmente furiosa.

—Mel lo siento. Por favor perdóname.

—Hay algo más que debo decirte.
Oh dios. ¿Más? No se si mi corazón podría resistir.

—Dilo de una maldita vez.

—Anoche estábamos ebrios y el vino a tu cuarto buscándote. Pero me encontró a mi en tu lugar y lo que pasó fué inevitable. Realmente lo siento Mel, no se en que rayos estaba pensando. Estoy enamorada de el. Perdóname por favor—rompió a llorar desconsoladamente.

No pude escuchar más, me levanté y salí de la habitación y comencé a correr, corría y limpiaba mis lágrimas. Todo se había ido al demonio. Mi vida era un completo desastre. Todos me habían traicionado.

¡Soy una idiota!

Cuando llegué a la playa me dejé caer y lloré, lloré como nunca antes.

MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora