Pablo
Esta noche iba a salir con Mel, teníamos una cita. Quería conquistarla y sacar de su corazón sus sentimientos hacia Benja. Mi hermano me había dado su bendición, tenía el camino libre con Mel. No iba a desperdiciar mi oportunidad de demostrarle que soy el mejor para ella.
La llevaría a ver el atardecer a la playa, para luego ir a cenar.Luego de ducharme, me puse una camisa, mis jeans favoritos y unos zapatos. Me vestí realmente elegante para la ocasión. Algo que era raro en mi, pero queria sorprenderla, me puse una colonia que ella me habia regalado el año pasado por mi cumpleaños y la gorra roja que me regaló esta mañana. Me gustaba demasiado como para no ponérmela.
Bajé las escaleras, y la encontré conversando con nuestros padres acerca del día que habían pasado navegando. Ellos se veían bronceados y cansados. Esta noche cenarian en la casa.
Sebas y Benja iban a un bar esta noche, así que era probable encontrarlos. Ya que el centro de la ciudad no era muy grande, y eran pocos los bares al igual que los sitios de comida y las atracciones.
Conté a mis padres nuestros planes y tomé a Mel de la mano para dirigirnos afuera, ella llevaba un Jean y una remera sin mangas un poco escotada, tenía el maquillaje adecuado, y una trenza hacia el costado, se veía preciosa.
—Luces hermosa—afirmé y le besé la mejilla, que no tardó en sonrojarse.
Amo cuando se sonroja.
—Gracias, tu luces muy guapo con ese atuendo, me encanta cuando te vistes elegante—dijo sonriendo, mientras me quitaba la gorra y la ponía en su cabeza.
—¿Qué planes tienes en mente?—interrogó ella
—Ya verás—contesté, y la besé en la boca, sus labios eran deliciosos, podría besarla todo el día, la tomé de la cintura y la acerqué a mi cuerpo. Ambos sonreímos mientras nos besábamos y empezamos a respirar agitados. Pude notar en mi cuerpo la reacción de este ante el calor de su cuerpo junto a él.
Espero que ella no haya notado lo que provoca en mi cuerpo, debo calmarme un poco. Se que ella es virgen y de ninguna manera quiero que se sienta presionada, aunque sé que será difícil no pensar en eso, cuando me lo he imaginado tantas veces, estos últimos años luego de besarla por primera vez en esa hermosa noche que jugamos a la botella. Juego que sugerí para poder besar sus labios por primera vez.
Todavía estábamos besandonos en la entrada de la casa, cuando la puerta se abrió y Sebas y mi hermano salieron, no sabia que tanto podía molestarle a este último, pero por alguna razón necesitaba que el vea que ella ahora está conmigo, es mía y no la dejaré ir.
Benjamín
No podía dejar de pensar en las cosas que le había dicho. Me mataba la idea de haberla lastimado con mis palabras, pero era dolorosamente necesario que ella entienda que yo no iba a volver a entrometerme, ni confundirla.
Sebas accedió a ir a beber unos tragos conmigo, mi amigo me conoce y sabe que necesito una noche entre amigos y alguien con quien hablar, el me conoce demasiado y sabe que no estoy nada bien. Creo que en el fondo el sospecha el motivo de mi estado, pero es algo que nunca hemos discutido y creo que llegó el momento de decirle la verdad.
Necesito una opinión neutral en esto, y quien mejor que su propio hermano para decirme que es lo mejor para Mel.
Cuando salíamos de la casa, mi corazón se detuvo al ver a mi hermano y al amor de mi vida besándose como si no hubiera un mañana, eso me destrozó. Pero me recordé a mi mismo, que yo les había dejado el camino libre y no iba a entromenterme más.
Pero como duele, iba a necesitar esos tragos y un hombro amigo más que nunca.
Noté que se sintió incomoda al vernos, y pude ver a un Sebas preocupado mirandome fijamente, esperando mi reacción
El tosió y les dijo—¿Podrían por favor no hacer eso frente a mi? gracias
Apretaba mis puños conteniendo la ira y el dolor que sentía. Mi cuerpo estaba tenso y respiraba con dificultad.
—Ya Vamonos—le dije a mi compañero y mi petición sonó más triste de lo que hubiera querido.
No iba a demostrarles como me sentía, no después de las cosas que le dije a Mel esta tarde.
Debes comportarte Benjamin, me dije a mi mismo.
Y me sorprendí al escuchar la voz de la mamá de Mel llamándola.
—¡Hija, olvidas tu teléfono y alguien está llamandote!—gritó
Eran sus amigas.
—¿De verdad?—gritó Mel y sus ojos se agrandaron y sonrió ampliamente.
Amo cuando sonríe así.
—Por supuesto que voy a estar esperandolas,¿Dónde van a hospedarse? Perras, ¿por qué no me contaron antes que venían?
Me sorprendí al escuchar eso.
Que vengan sus amigas iba a ser una buena distracción para todos. En especial para mi, necesitaba olvidarme de Mel, y sus amigas eran guapas, aunque a Carla siempre le gustó Sebas y habían pasado cosas entre ellos. Y Victoria, había tenido un romance con mi hermano, y por dios espero que Mel nunca sepa que tuvieron su primera vez juntos en casa. Porque eso va a destruirla. Sólo yo conozco ese secreto, secreto que guardé el día en que Vicky y Pablo me pidieron por favor que no le cuente de esto a nadie, especialmente a Mel.Ella cortó la comunicación y contenta nos contó que las chicas iban a quedarse unos días en Santa Teresita, que venían con la madre de una de ellas e iban a hospedarse en un hotel cerca de aquí, y querían compartir con nosotros cuatro, los días que pasen aquí. Mel se veía tan feliz.
Tal vez no sea un verano tan horrible después de todo.Mientras nos despediamos de ella y de Pablo, pude darme cuenta que el no se veía nada feliz por las futuras visitas.
ESTÁS LEYENDO
MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]
Proză scurtăMel, de 17 años. Es extrovertida, aventurera y muy alegre. Toda su vida ha estado enamorada de sus dos amigos de la infancia, los mellizos Benjamín y Pablo. Son casi familia, pero las cosas cambiarán este verano, cuando ella descubra que no es la ún...