Esa noche Pablo vino a mi cuarto, quería hablar conmigo.
—Mel, necesito hablar contigo—dijo entrando a mi habitación.
Privacidad. ¿Qué es eso?
—Adelante.
Se sentó a mi lado. Le hice un lugar. Dejé mi libro a un costado y el habló.
—Se que es difícil que me perdones, se que te fallé a ti, y a Benja y a Victoria. Los traicioné y lastimé. Pero en verdad quiero arreglar las cosas. Quiero que volvamos a ser los amigos que siempre fuimos. Con respecto a mi hermano, hablaré con el. Quiero que ambos sepan que jamás volveré a meterme en medio. Ustedes se aman Mel.
No podía seguir peleada con el. Aunque me haya lastimado, le quería demasiado. Necesitaba estar bien con el.
—Yo también quiero que volvamos a ser los mismos, te extraño y realmente un amigo no me vendría mal en estos momentos—le sonreí.
—¿De verdad?—abrió los ojos como platos y sonrió ampliamente. Asentí.
Y el me abrazó.
Nos abrazamos por unos segundos.—Eres un idiota, pero te quiero.
—Y yo a ti Mel.
—Debes hablar con Victoria—dije y El asintió.
—Y tu con Benjamín, sabemos que lo de hoy fué una fachada. Se que no siente nada por esta chica Lola. No entiendo porqué hace esto. Solo está furioso y lo comprendo, pero comportarse como un imbecil no ayuda mucho.
—Me dolió lo que hizo. Ahora yo soy la que está furiosa. Si quiere que así sean las cosas, así serán—espeté.
—Hablaré con el.
Cuando Pablo salió de mi habitación llamé a a Gustavo. No podía invitarlo y darle falsas ilusiones, así que fui clara con el. Le conté todo lo que había pasado con mis mellis. Y que le necesitaba para darle celos a Benjamín.
Me dijo que el me ayudaría.Ahora solo quedaba hablar con las chicas, especialmente con Victoria.
Benjamín
Iba a sacar a Mel de mi corazón como sea. Empecé a pasar tiempo con Lola, una chica encantadora que conocí aquí. Ella es agradable y divertida. Y ayer en la playa, me besó.
Lamentablemente, el beso no significó nada para mi. Quería sentir algo, pero no pude. Solo la imagen de Mel daba vueltas en mi cabeza.
Encima su madre había invitado a Lola a la parrillada, sin consultarme, pero cuando me enteré que Gustavo venía, me alegré de que Lola fuera a asistir. Necesitaba distraerme con ese chico aquí. No podría tolerar verlo besar a Mel otra vez.
Por lo visto ella iba a rehacer su vida y yo no estaba en sus planes. No la culpo, yo fui el primero en traer a alguien a casa. Pero como duele verla con otro.
Necesito sacarla de mi cabeza, y de mi corazón, para siempre.Mel
La mañana siguiente quedé en reunirme con las chicas en las playas. Les hablaría acerca de la parrillada y podría arreglar las cosas con Vicky.
Me encontraba esperándolas sentada en la arena con mis pies metidos en la orilla del mar. El clima era agradable. Sería una noche preciosa. Especial para una parrillada familiar.
Ellas llegaron y se sentaron a mi lado. Carla me abrazó.
—Te extrañamos—dijo ella.
—Y yo a ustedes. Las necesito.
—Debes tener cosas para contarnos—dijo Carla. Asenti.
Por un buen rato les conté acerca de todo lo que había pasado desde que las vi por última vez. Como había discutido con Pablo, como Benja lo había golpeado y acerca de la visita de Lola. También les dije acerca de Gustavo y la parrillada.
—Mel... Yo—empezó a decir Victoria.
—Yo lo siento tanto—espetó.
—Lo sé. Y te perdono, eres mi amiga y te quiero. Creo que deberías hablar con Pablo—dije sonriendo. Ella se lanzó hacia mi y me abrazó, luego Carla se unió y las tres nos abrazamos como hacía tiempo no lo hacíamos.
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MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]
Historia CortaMel, de 17 años. Es extrovertida, aventurera y muy alegre. Toda su vida ha estado enamorada de sus dos amigos de la infancia, los mellizos Benjamín y Pablo. Son casi familia, pero las cosas cambiarán este verano, cuando ella descubra que no es la ún...