Capítulo 27: Yahiko el Tigre de Osaka.

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  – Los encuentros hasta ahora han sido enormemente aburridos. – comento Gaara cruzado de brazos, sentado en unos acomodados asientos frente al ring, junto a Sakura y Temari.

– Las luchas del escuadrón Sarutobi son rápidas. Kakashi logro derrotar a su rival a los treinta segundos del tercer round. – comento Sakura.

– La lucha que viene a continuación, es la gran final entre Naruto de Tokio y Yahiko de Osaka. – hablo Temari leyendo una especie de papel con un listado de horarios. – Aunque se retraso un poco, ya que la lucha estaba calendada a las 23:30 y son cinco para las doce.

– Aquí estabas. – escucharon los miembros de aquel grupo, quienes vieron a un peligris hombre caminar hacia ellos. – Buenos asientos... ¿eh? Gaara Sabaku.

– Hola. – saludo el pelirrojo viendo a Kakashi sentarse a un lado de Sakura, la cual estaba a la derecha de Gaara teniendo este a su izquierda a su hermana Temari.

– Así que viniste a ver la lucha entre Naruto y Yahiko.

– Uno de ellos dos será el número diez del ranking de mi categoría, por lo que es importante analizar correctamente a ambos. Aunque, podría decir que solo basta ver a uno luchar... los dos son básicamente iguales. – respondió Gaara soltando un leve suspiro. – Vi las dos últimas luchas del rival de Uzumaki, y son dos gotas de agua.

– Aun así, es muy poco probable que esta lucha termine en un empate o en una victoria por decisión. Lo sabes perfectamente ya que conoces en carne propia el poder brutal de los puños deNaruto... y ahora ambos están luchando por el poseedor de los puños más fuertes de la categoría. – hablo Kakashi formando una sonrisa en su rostro.

Al mismo tiempo que todas las luces se apagaron, dejando una sola en el ring, apuntando al centro del ring donde estaba el presentador de pie vistiendo de traje y sosteniendo en su mano un micrófono.

– ¡Damas y caballeros! – hablo con fuerza el hombre ganándose la atención del estadio completo el cual guardo silencio. – La siguiente lucha es el gran combate decisivo para proclamar al campeón de los novatos de Japón de categoría peso pluma. – hiso una pequeña pausa, tosiendo levemente. – El primer boxeador en entrar es conocido como la bestia salvaje de Japón, llamado por muchos como "El tigre de Osaka", perteneciente al Gimnasio de Boxeo Salamandra. Con cinco luchas, cinco victorias y todas por nocaut así como cero derrotas en su perfecto historial; midiendo 179 centímetros y pesando 56,9 kilogramos... ¡Yahiko el Tigre de Osaka! – exclamo el presentador con fuerza. Abriéndose aquella puerta la cual soltó una gran estela de humo marcándose una silueta.

Saliendo de aquella humareda el boxeador presentado, mostrando un cuerpo firme y musculoso muy trabajado, teniendo una desordenada cabellera naranja desordenada muy similar a la deNaruto, así como unos ojos color miel. Vistiendo unos pantaloncillos negros los cuales en su cintura tenían un cuadrado naranjo con YAHIKO escrito en letras negras, teniendo la cabeza de un tigre en cada lado de la pierna así como unas botas negras con los cordones naranjos así como la punta del pie del mismo color.

– Vaya. El público está muy emocionado a pesar de que soy el forastero aquí en Tokio. – comento Yahiko mientras avanzaba a lento andar. Escuchando los gritos de ánimo del publico el cual estallo eufóricamente.

– Se ve... en un muy buen estado físico. – murmuro Gaara viendo con unos serios ojos al pelinaranjo subir al ring.

– Sus ojos... son muy fieros. – comento Temari. – Desde aquí puedo sentir una enorme presión. Esta listo para saltar y enterrar sus dientes en el cuello de cualquiera... debe sentirse horrible estar en el ring con un sujeto con esa clase de presencia.

– Lo es. – pensó Gaara parpadeando largo.

– El segundo boxeador en salir al ring es conocido por su abrazadora fuerza física, conocido para muchos como "El zorro", miembro del Gimnasio de Boxeo Sarutobi. Con cuatro peleas en su historial, con cuatro victorias y cero derrotas, todas ganadas por nocaut; midiendo 178 centímetros y pensado 57,1 kilogramos... ¡Naruto el Zorro de Tokio! – exclamo fuertemente el réferi ahora apuntando a la esquina opuesta.

Saliendo de dicha puerta él un serio y mudo rubio, el cual avanzaba a lento caminar completamente serio junto a su equipo. Vistiendo unos pantaloncillos naranjos los cuales tenían el dibujo de tres rasguños de garras de color blanco formando una X en cada pierna, teniendo en su cintura un cuadrado blanco con NARUTO escrito, así como unas naranjas botas con los cordones blancos. Como detalle, en su cabeza colgaba una toalla blanca como si fuese una capucha, escondiendo sus azules ojos.

– Naruto esta... sudando. – susurro Sakura viendo unas cuantas gotas recorrer por los brazos o el cuello del rubio.

– Esta cien por ciento preparado para luchar. Su cuerpo debe en este momento estar hirviendo. – comento Gaara formando una pequeña sonrisa en su rostro.

– Los ojos de ambos... están prendidos en llamas. – añadió ahora Kakashi.

– La lucha durara seis rounds, y cada round dura tres minutos. Solo se permiten tres caídas por round. No quiero golpes en la nuca, golpes de codo, cabezazos, patadas, o golpes bajo el cinturón. – hablo el réferi en el centro del ring junto a los dos boxeadores delante de él acompañados de sus entrenadores. – A sus esquinas.

– Esta no será una lucha diferente a las otras... sal y ataca con tus letales golpes hasta que ya no pueda levantarse. Sal y demuéstrales a todos quien es el poseedor de los puños más fuertes de la categoría. – hablo el entrenador Hanzo, fuera del ring en la esquina de su boxeador, el cual miraba fijamente al rubio.

– No hay nada que pueda decirte, ya sabes perfectamente todo lo que tienes que hacer. Sal y demuéstrales a todos quien es el poseedor de los puños más fuertes de la categoría. – hablo el entrenador Sarutobi, fuera del ring en la esquina de su boxeador, el cual a su vez miraba fijamente al pelinaranjo.

– La arena se queda muda por completo, todos sintiendo aquella presión generada por la intensa mirada de ambos salvajes púgiles en el ring. Dos boxeadores con un historial de victoria tras victoria, ambos abriéndose el paso gracias a la brutal fuerza de sus puños. – hablo el narrador de la lucha, sentado en una mesita con unos audífonos junto a un micrófono delgado, frente al ring. – Hoy seremos testigos de una importante lucha entre dos bestias salvajes. ¿Quién ganara? El tigre de Osaka o el zorro de Tokio.

– Por fin... por fin luchare contigo, Naruto Uzumaki. – pensó Yahiko viendo fijamente al rubio inmóvil, con aquella fija mirada azul puesta en él. – Esperaba encontrarme con alguien como yo, luchar contra un oponente de mi mismo nivel... poseedor de mi mismo estilo, de mi misma fuerza. ¡Dame una buena lucha, kitsune!

– ¡Boxeen! – exclamo el réferi bajando sus manos, para retroceder dándole espacio a los dos boxeadores.

– ¡Quiero que luches a tu...! – freno de lleno sus pensamientos.

Saliendo expulsado de la esquina azul, corriendo hacia Naruto abalanzándose como un depredador sobre su presa, sin embargo se encontró con un inmóvil rubio el cual avanzo lentamente en posición peek-a-boo.

– ¿Qué rayos haces? – pensó. Frenando levemente su carga, al mismo tiempo que estrello con fuerza su izquierda contra la guardia del inmóvil rubio. – Se supone que tú te abalanzas sobre tus rivales... arremetes soportando todo, adentrándote y enterrando tus dientes. ¡¿Qué rayos haces inmóvil recibiendo mis golpes?! – pensó. Al mismo tiempo que no dejaba de disparar su izquierda contra la guardia de Naruto.

– ¿Qué es lo que está pasando? El zorro se mantiene inmóvil frente a una ráfaga de fuertes y compactos golpes de parte del tigre de Osaka. – hablo el narrador, viendo al rubio de pie sin romper su escudo peek-a-boo recibiendo aquella gran ráfaga de golpes de parte del pelinaranjo.

– ¿Qué rayos está haciendo Naruto? – murmuro Temari viendo hacia el ring. – Pensé que apenas sonase la campana, ambos saldrían directamente a por el otro a un intercambio de golpes. Narutosolo esta inmóvil con su guardia solida recibiendo los ataques de Yahiko, y esta vez es diferente a la lucha contra Bee porque no está haciendo nada ofensivamente.

– ¡Mantente alerta aunque no esté atacando, Yahiko! ¡Rompe esa guardia y muélelo a golpes! – grito Hanzo, un peligris hombre de cabello largo sujetado en una coleta. De pie en la esquina de Yahiko, vistiendo unos pantalones negros con una polera manga larga azul marino.

– Perfecto... tal y como esperaba de él, su entrenamiento dio excelentes frutos. – pensó el entrenador Sarutobi, viendo al rubio tocar su espalda con las cuerdas, mientras que Yahiko no dejaba de lanzar golpes. – ¡Mantente así, mocoso! ¡Demuéstrale tu mejor arma!

– ¿Mejor arma? – susurro Sakura.

– ¡Un minuto del primer round! – pensó Yahiko, viendo de reojo hacia el reloj. – ¿Qué...? – fue interrumpido de lleno, siendo sacado de sus pensamientos. Viendo como el puño izquierdo del rubio conecto contra su rostro, sin embargo, sin causar daño alguno, empujándolo suavemente para hacerlo perder el equilibrio levemente. – ¿Qué rayos fue ese golpe tan débil? ¡¿Estás jugando conmigo?!

– Uzumaki logra conectar un golpe, pero por lo que vemos, era un golpe el cual ni siquiera tenía fuerza. Apenas empujo un poco la cabeza del tigre de Osaka, el cual esta inmóvil, procesándolo. – hablo el narrador, mientras que la arena entera se encontraba en completo silencio.

– Ese golpe fue muy débil, que ni siquiera puedo considerarlo un golpe. – comento Temari sorprendiéndose al ver dicho golpe.

– ¿Qué rayos estas tramando, bastardo? – pensó Gaara cruzado de brazos, en silencio, viendo fijamente hacia el ring.

– ¿Qué mierda fue ese golpe? – murmuro Hanzo viendo al rubio rápidamente moverse, aprovechando que Yahiko estaba completamente inmóvil. – No se vio como los golpes de Uzumaki, aunque fuese su izquierda. – pensó. Viendo al rubio alejarse, para retomar su posición de peek-a-boo, respirando un poco agitado. – ¡No tiene energías! – grito el hombre viendo aNaruto soltar un suspiro. – Su control de peso, seguramente debe estar débil culpa de eso, y la cantidad de golpes que has conectado en su guardia es mucho. ¡El zorro esta desarmado! ¡Ve por él, Yahiko!

– ¿Control de peso? – murmuro Temari logrando escuchar lo gritado por el entrenador del pelinaranjo, encontrándose cerca. – Ya entiendo el porqué su pegada se ve tan débil y blanda.

– ¿Es eso verdad, Kakashi? – pregunto Sakura logrando escuchar eso. Viendo inmediatamente al rostro de un relajado Kakashi. – Pensé que Naruto se encontraba en un buen estado, después de todo su control de peso no fue tan duro como la lucha contra Killer Bee.

– Y yo que sé. Si no lo sabes tú quien está con él en todo momento, ¿Por qué crees que yo puedo saberlo? – respondió Kakashi formando en su rostro una gentil sonrisa.

– Es una decepción, Uzumaki Naruto. – pensó Yahiko girándose, manteniéndose básicamente sin guardia frente al inmóvil rubio quien se encontraba escondido detrás de su peek-a-boo. – Quería luchar contigo para enfrentarme a un animal igual de salvaje que yo. Quería ser testigo en carne propia de tu brutal pegada, y probar los afilados colmillos del zorro de Tokio... pero al parecer, eres un simple estropajo de pelaje. – pensó. Manteniendo sus ojos fijos puestos en el inmóvil rubio. – Te voy a...

– ¡Alto! – dijo el réferi cruzándose entre ambos boxeadores, al mismo tiempo que sonó la campana.

– El primer round termina, y para sorpresa de todos, el dueño de casa apenas conecto un débil golpe con su izquierda. A su vez, el campeón del oeste le ha propinado una ráfaga de fuertes combinaciones contra su oponente. – hablo el narrador, viendo como ambos boxeadores fueron a sus respectivas esquinas. – ¿Qué es lo que estará pasando con el zorro de Tokio?

– Lo tienes justo donde quieres, Yahiko. Había escuchado que el control de peso para él es muy duro, así que debe estar débil y sin energías, sumándole que sus brazos deben estar entumecidos de tanto recibir tus afilados y compactos golpes. – hablo el entrenador Hanzo, de pie dentro del ring frente al pelinaranjo el cual simplemente respiraba con un poco de dificultad. Sentado en un banquillo, bebiendo un poco de agua. – En este round quiero que salgas y le des fin a esta lucha, demostrándole tu "mordida".

– Si. – susurro el pelinaranjo viendo fijamente al rubio con unos fijos ojos, soltando un pequeño destello brillante de este. Frunciendo el ceño en una clara muestra de enojo. – Lo matare.

– ¿Cómo te encuentras, chico? – pregunto el entrenador Sarutobi mientras Naruto escupía un poco de agua de su boca.

– Mis brazos están entumecidos... es muy duro resistir con mi guardia todos esos golpes. – respondió Naruto soltando un leve suspiro.

– Todo está saliendo perfectamente. Solo debes tener cuidado y mantenerte tal y como estas, y esta lucha será tuya. – hablo el entrenador formando una sonrisa en su rostro, escondiendo con su cuerpo el rostro de Naruto el cual respiraba con un poco de dificultad.

– ¡Segundos fuera! – dijo el réferi, para que así ambos equipos dejasen el ring.

– Estoy muy decepcionado. Esperaba una...

– Es muy duro este estilo. Me había acostumbrado a lanzarme contra los otros y molerlos a golpes. – pensó Naruto, formando una pequeña y afilada sonrisa en su rostro. Teniendo al mudo pelinaranjo delante de él.

– ¿Por qué sonríes? ¡¿Estás jugando conmigo?! – pensó Yahiko frunciendo aun más el ceño.

– ¡Boxeen! – exclamo el réferi bajando sus manos al mismo tiempo que sonó la campana.

– Ven. – susurro Naruto moviendo un puño, haciendo un provocativo gesto de que fuese a por él.

– ¡Te matare! – rugió el tigre. Abalanzándose rápidamente hacia Naruto.  

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