– ¿Eh? ¿Qué es ese ruido en el jardín, Minato? – pregunto una femenina voz, proveniente a una mujer quien se detuvo en la sala de su hogar.
Dueña de una larga y sedosa cabellera de un intenso color rojo resaltando mucho mas gracias a la blanca piel de la cual era dueña, mientras en su rostro brillaban unos claros ojos de color gris casi plateados, teniendo una apariencia joven. Esta mujer vestía unos pantalones así como unos calcetines blancos en sus pies sumándole unas pantuflas verdes estando dentro de su casa, así como una polera manga corta rosada teniendo un delantal naranjo encima la cual tenía un círculo rojo como dibujo con una espiral negra.
– ¿Qué crees? Es Naruto. – respondió una hombre formando una pequeña sonrisa en su rostro, haciendo a un lado el periódico, sentado en un sofá en la sala.
Hombre de apariencia igualmente joven, teniendo unos brillantes ojos de color azul junto a una larga y desordenada cabellera rubia idéntica a la de Naruto, teniendo una piel algo tostada. Vistiendo unos pantalones de jeans así como unos calcetines blancos junto a unas pantuflas igualmente verdes, así como una polera de manga corta blanca.
– ¿Qué rayos es lo que está haciendo ese muchacho en el jardín? – reacciono la pelirroja mujer caminando hacia una puerta corrediza, dando al jardín. Viendo al rubio el cual avanzaba de alguna forma rebotando usando sus rodillas, pasando su cabeza por debajo de una especie de cuerda, avanzando en zigzag hacia adelante. – Sarutobi san me dijo que debía estar mínimo dos semanas en reposo, mucho menos entrenar. – murmuro. Cruzándose de brazos, viendo al rubio en posición peek-a-boo.
– Sabes perfectamente cómo es Naruto. – hablo el rubio hombre de nombre Minato, dejando de lado el periódico en su mano.
– Si, un idiota. – comento la mujer frunciendo el ceño, viendo al rubio balanceando su cabeza de lado a lado mientras se inclinaba de alguna forma casi haciendo sentadillas.
– Puedo escucharte perfectamente desde aquí, mamá. – hablo Naruto frenando de la nada, soltando un pequeño suspiro al mismo tiempo que se detuvo. Limpiando el sudor de su rostro con la polera naranja sin mangas que vestía, trayendo abajo unos pantalones deportivos negros junto a unas zapatillas deportivas blancas. – No tengo fiebre ni dolor de cabeza, y no me duelen mis rodillas ni mis brazos. Perfectamente puedo entrenar, además si estoy mucho tiempo sin moverme, perderé condición física.
– Mira mi rostro. ¿Parece como si me interesara? – hablo la mujer apuntando a su propio rostro. – No me interesa. Quiero que vayas a ducharte y a recostarte a tu cama.
– No me detendré ni me iré a la cama como un niño castigado, mamá. – murmuro Naruto viendo a la mujer cruzarse de brazos. – Tú... yo... no...
– Kushina... la comida. – hablo el rubio hombre haciendo reaccionar a la mujer. –Yo me encargo.
– Te salvaste por esta, Naruto. – dijo Kushina apuntando con su índice al rubio mostrando un grueso ceño fruncido.
– Te salve de esta, Naruto. – hablo el rubio hombre de nombre Minato, formando una pequeña sonrisa al ver a su hijo soltar un suspiro al irse la mujer.
– Luche cara a cara contra Gaara en un largo intercambio de golpes, soportando sus contragolpes los cuales utilizaban mi fuerza en mi contra. Soporte una serie de fuertes golpes de parte de un sujeto el cual se llamaba Killer Bee y decían que su pegada era tan fuerte como la de un toro. Luche cara a cara soportando los enormes y brutales golpes de un sujeto apodado el tigre de Osaka, el cual luchaba conmigo por ser el poseedor de la pegada más fuerte de la categoría, provocándolo para poder cansarlo. – hablo Naruto cruzándose de brazos, cerrando levemente sus ojos para soltar un pequeño suspiro. – Todo esto en un pequeño ring, básicamente encerrado y enjaulado en un pequeño espacio... y a pesar de todo ese enorme historial de cosas que dije, no puedo decirle que no a mi mamá. – aquel comentario, su padre simplemente soltó una pequeña risilla reaccionando a esto.
– Puedes ser el campeón del mundo, pero esa mujer seguirá siendo tu madre y no solo eso... será la madre del campeón del mundo. – hablo Minato parando de reír, colocando su mano en el hombro de su hijo el cual sonrió.
– ¡Naruto! ¡Ven aquí!
– ¿Qué es lo que quiere ahora conmigo? – murmuro Naruto inclinando su cabeza, para comenzar a caminar a lento paso hacia adentro.
– Bueno, si yo fuera tú, iría rápido. – hablo Minato comenzando a avanzar junto al rubio hacia dentro de la casa.
– Voy... mamá. – dijo Naruto frenando en la puerta, apoyándose en esta para comenzar a sacarse las zapatillas deportivas.
– Hay alguien quien vino a verte... Naru chan.
– Siempre que me dicen "Naru chan" es porque algo siniestro y cruel traman en mi contra. – pensó Naruto escuchando dicho tono de voz perteneciente a su propia madre. – ¿Qué pasa? – pregunto el rubio apareciendo en la sala de su hogar, sorprendiéndose un poco al encontrarse con una tercera persona de pie en esta junto a sus . – Sakura. – susurro Naruto viendo a la chica de pie en su sala.
– Yo... hola, Naruto. – saludo Sakura sonriendo gentilmente al ver a Naruto.
Esta se encontraba con su cabello suelto como de costumbre, encontrándose vistiendo una polera manga larga roja con un delgado chaleco negro encima junto a unos jeans así como en sus pies unos calcetines rosados junto a unas pantuflas verdes.
– Hola... Sakura. – saludo Naruto con un tono de voz nervioso, encontrándose efectivamente nervioso. Viniendo a su cabeza pequeños golpes de imágenes en forma de pensamientos, específicamente aquella noche en la playa. – Tú... ¿Qué haces aquí?
– ¡¿Qué formas son esas de hablarle a una linda chica que vino a verte, Naruto?! – replico la pelirroja mujer siendo frenada por un sonriente Minato, una nerviosa sonrisa.
– Te traje unos libros. Se aproximan los exámenes finales y tienes como condición tener buenas calificaciones para continuar boxeando. – respondió Sakura intentando mantenerse tranquila, estando igualmente muy nerviosa y curiosamente, las mismas imágenes se proyectaron en su mente. – Y además, vine a verte.
– Eso es muy amable de tu parte hacia mi hijo. Gracias. – hablo Minato viendo amablemente a la pelirrosa. – ¿Cuál es tu nombre?
– ¡Perdón por no presentarme como se debe! – reacciono Sakura sonrojándose un poco. – Mi nombre es Sakura Haruno, Uzumaki san. – hablo Sakura inclinándose respetuosamente delante del rubio hombre.
– Estás mal. – murmuro Naruto ganándose la atención de la pelirrosa. – El no es "Uzumaki san". Su apellido es Namikaze.
– Pero entonces... tu...
– Naruto usa mi apellido, el apellido Uzumaki. – hablo ahora Kushina, viendo con una gentil sonrisa a la pelirrosa.
– Eso es porque la familia Uzumaki existe desde hace mucho tiempo y tiene como una especie de regla el que se herede el apellido por encima de otros apellidos más comunes. – explico Minato el cual igualmente sonría de forma gentil. – Mi familia es una familia común y corriente, y no tengo ningún problema en que Naruto sea Naruto Namikaze o Naruto Uzumaki. Me da igual.
– Y ese es el significado detrás del apellido del futuro campeón mundial y héroe de Japón,Naruto Uzumaki. – hablo Naruto ganándose la atención del resto.
– Eh... estos son los libros que te traje. Todo lo que necesitas estudiar esta ahí. – hablo Sakura extendiendo sus brazos, entregándole los libros que sostenía en estos.
– Gracias. – respondió Naruto recibiendo aquellos libros.
– ¡Tengo una idea estupenda! – exclamo repentinamente la pelirroja mujer, ganándose la atención de todos a los cual sorprendió un poco con aquel grito. – Tengo ya lista la comida. ¿Por qué no te quedas a comer con nosotros, Sakura san?
– Yo... no sé si deba, ya que...
– Me parece una muy buena idea, Sakura san. Te has comportado muy amable con Naruto, y ya que por fin te conocemos en persona, es una estupenda oportunidad para establecer lazos. – hablo el rubio hombre quien se cruzo de brazos. – Naruto no es un chico el cual se haga fácilmente de amigos por lo sumido que se encuentra en el mundo del boxeo. Sus amigos vendrían siendo únicamente boxeadores... Jiraiya, san y Sasuke kun.
– Sabes... estoy aquí. – comento Naruto levantando una de sus manos.
– Y estás empapado en sudor. Date un baño rápido y vístete correctamente. – hablo Kushina viendo con el ceño fruncido al rubio, el cual solo trago en seco, para voltearse e irse.
– Toma asiento. – dijo Kushina señalando a un sofá pequeño, frente al sofá donde estaba antes Minato el cual se sentó nuevamente en este al mismo tiempo que Kushina se sentó en un sofá grande para tres personas.
– Los conozco, aunque podría decir que últimamente tiene mucho más amigos. – hablo Sakura viendo a los del rubio. – En la escuela, e incluso me atrevo a decir que otros boxeadores con los que se ha enfrentado y que ha conocido.
– Debo admitir que nunca me han parecido mucho estas cosas del boxeo o tanto entrenamiento. Nunca me acostumbrare a ver a mi hijo, mi único hijo... ser golpeado al punto de poder perder la conciencia. – hablo Kushina formando una pequeña sonrisa en su rostro, cerrando sus ojos levemente en un largo parpadeo. – Y es por eso que aunque sea profesional, aunque Sarutobi san me hable de su gran talento y fuerza que posee... yo nunca hare la estupidez de malgastar dinero pagando una entrada para ir a ver a un sujeto intentar matar a mi hijo a golpes.
– Yo en verdad no soy aficionado al deporte, pero si he visto un poco de sus luchas... en especial aquella que salió en el noticiero, en los periódicos y revistas. – hablo Minato formando igualmente una sonrisa en su rostro. – Soy un padre muy orgulloso de mi hijo. Guardo todos aquellos recortes en un libro, casi como una chica admiradora.
– Si les soy sincera, estoy en la línea intermedia entre ustedes dos. – comento Sakura ganándose la atención de los dos . Ambos notando la expresión un tanto entristecida en el rostro de la pelirrosa. – Como usted Kushina san, no soporto la idea o el ánimo que tienen ellos por recibir y causar daño. Entiendo que el boxeo es un deporte y ellos son deportistas, sin embargo no quita que sea un deporte peligroso... muy peligroso. – Sakura hiso una pequeña pausa, mientras que los padres se encontraba sin decir palabra alguna escuchando con atención a la joven. – Pero al mismo tiempo, cuando veo a Naruto luchar... cuando lo veo soportar aquellos golpes, avanzar a pesar de todo y lograr dar vuelta la pelea a su favor. Cuando veo todo el esfuerzo de Naruto por hacerse más fuerte, su estricta dieta debido al control de peso, la pasión, la fuerza de voluntad que tiene y ese enorme espíritu de pelea... cuando veo todo eso con mis ojos, sentada sin poder hacer nada más que animarlos, me es imposible no sentirme feliz.
– Pienso que Naruto tiene suerte de tenerte en su vida. Lo has ayudado mucho por lo que veo, Sakura. – hablo Kushina formando una pequeña sonrisa en su rostro.
– Gracias por cuidar de nuestro amado hijo. – dijeron los dos en unisonó, formando una sonrisa en su rostro.
– Yo... no es nada. – respondió Sakura formando inevitablemente en su rostro una pequeña y gentil sonrisa, sonrojando levemente su rostro.
– Bueno, iré a por la comida del horno. – hablo de la nada Kushina cambiando de la nada de tema, levantándose.
– Yo pondré la mesa. – dijo ahora Minato, quien igualmente se puso de pie.
– ¿Harías el favor de ir a por Naruto a su cuarto, Sakura san? – hablo Kushina viendo a la pelirrosa levantarse y asentir con su cabeza. – Su habitación es la segunda puerta en el pasillo, la que tiene un poster en la puerta con un campeón de box.
– Si. – dijo Sakura levantándose, comenzando a caminar de una forma un poco tímida en dirección a dicho lugar. – Supongo que es esta. – dijo, viendo como en la puerta había un poster con un moreno hombre en posición peek-a-boo. – Ese es la defensa de peek-a-boo que usa Naruto.
– Yo no invite el peek-a-boo, Sakura. – escucho la pelirrosa al abrirse dicha puerta, sorprendiéndose enormemente al encontrarse con Naruto de pie teniendo únicamente puesta en su cintura una toalla blanca. – Ese es Mike Tyson, uno de los mejores boxeadores.
– ¡¿Qué haces?! ¡Tus ...!
– No hare nada malo. – susurro Naruto, posando su dedo índice de los labios de Sakura para callarla. – Para ellos, eres solo mi amiga... aunque para mí, eres más que eso.
– ¿Qué significa... eso? – murmuro Sakura sonrojándose por completo, viendo nerviosa hacia el pasillo para no ser "descubierta". Siendo jalada del brazo, para ser metida al interior de aquella simple habitación con un escritorio así como una cama y unas cuantas pesas. – Tu...
– Con el término del torneo de novatos y con mi victoria ante Yahiko, oficialmente a los ojos del público y de Japón inicio la carrera en ascenso de Naruto "Zorro" Uzumaki. – hablo Narutoformando una pequeña sonrisa en su rostro. – Oficialmente... inicio mi "camino". Mi camino hacia el campeonato, y quiero que estés junto a mí en mi camino... como mi novia. – pauso. Viendo fijamente a la muda pelirrosa. – ¿Qué dices? ¿Aceptas ser la novia del futuro campeón?
– Yo... ¡sí! – reacciono Sakura formando inmediatamente una sonrisa en su rostro. – Acepto ser la novia del futuro campeón mundial.
Nota: Aquí tenéis el ultimo capitulo de esta novela, gracias por estar conmigo durante 31 caps y espero que les haya gustado. Ponerme en los comentarios de que os gustaría que fuera la siguiente novela.