i got you, dragon → g-dragon

21

Salí del baño luego de limpiar mi cara y arreglar mi maquillaje para que no se notara que había llorado. Encontré que muchos invitados estaban bailando animadamente en medio de la pista de baile.

En medio de aquel agetreo vi que Hyo y Julieta estaban bailando, al igual que Song y Si Yeon. Estos últimos estaban juntos en la pista bromeando y riendo mientras hacían movimientos torpes, cosa que me causó gracia.

Mientras tanto noté que Ji Yong estaba hablando con el señor Yang mientras bebían un trago. Sentí que se me revolvía el estómago al imaginar que le había mostrado mi carta a Kiko y juntos se habían reído de mí.

— Yo soy quien se lo folla todas las noches —Había dicho Kiko.

Bien por ti, perra.

Sentí que alguien tocaba mi hombro. Era Song quien se había dado cuenta que yo estaba ahí, en medio del salón atormentada por mis pensamientos.

— ¿No te provoca bailar con un hombre guapo? —Dijo con cara pícara.

Volteé hacia los lados.

— ¿En dónde está? —Bromeé

— ¡Ya! ¡Otra vez tú! —Me tomó por un brazo y me llevó hasta el medio de la pista de baile.

Song rodeó mi cintura con sus brazos y empezamos a movernos de lado a lado con la música, la cual era una melodía suave. Yo no era muy buena bailando pero valía la pena el esfuerzo. De hecho en tercer grado de primaria había quedado última en un concurso de baile y me juré a mi misma que jamás volvería a participar en tal cosa.

— Gracias por venir —Le dije a Song mientras ponía mis manos en sus hombros.

— Tenía que verte en un día tan especial como este, mira que guapa estás.

— ¿Desde cuando me tuteas? —Dije fingiendo molestia.

Song rió.

— Disculpe, anciana.

— ¡Ya! Tampoco te pases —Dije pisando uno de sus pies.

Seguimos bailando y rodando al ritmo de la música por unos cuantos minutos. Recosté mi cabeza sobre su hombro y pude ver que Ji Yong tenía la mirada puesta en mí.

Quise alejarme de Song porque sentí que los nervios recorrían mi cuerpo pero él no me dejó.

— Déjalo ir, editora —Dijo suavemente —No te sigas torturando.

Sentí como me abrazaba con fuerza.

— Déjalo ir, estúpida —Yo también había dicho lo mismo en el baño luego de la discusión con Kiko.

Cerré los ojos y evité mirar de nuevo a Ji Yong y aún así podía sentir su mirada clavada en nosotros.

— Resiste, sólo un poco más... —Me dije a mí misma.

En ese momento Song se separó de mí para tomar su móvil. Cuando vio la pantalla sus ojos se abrieron como platos y salió del salón.

— Disculpa editora, debo atender —Me había dicho.

Decidí entonces ir a la mesa donde estaba Sungmin observando todo en silencio. Cuando me vio noté una ligera felicidad en su rostro.

— Me preguntaba cuando vendrías a competir con tu jefe.

— Buenas noches, anciano —Dije en tono de broma y haciendo una reverencia.

— ¡Esta niña! —Levantó un puño en el aire.