i got you, dragon → g-dragon

25. Busan IV

Volvimos a la casa cuando eran las nueve y media de la noche. La actividad había fluido con total normalidad y nadie había notado la ausencia de Ji Yong mientras estábamos en el claro.

Regresé de muy buen humor e incluso ni me importaba si habíamos perdido la actividad, estaba feliz de poder haberme escapado del mundo por unos minutos con el hombre que quería. Noté de reojo que él también tenía una sonrisa.

— ¡Choi! —Gritó Si Yeon nada más al verme —Pensé que te había pasado algo —Me abrazó y yo la abracé de vuelta.

— Te perdí de vista, discúlpame —Trataba de excusarme.

— Esta vez hemos perdido —Se quejaba Charlie secándose el sudor de la frente.

— Por poco. Sólo faltó una —Song estaba enojado —¿Estás bien? —Se acercó a mi cara y la tomó entre sus manos.

— Sí, lo estoy —Bajé la mirada.

— ¡Muy bien, muy bien! —Gritó Moona.

— Ya estoy harta que diga "muy bien" a cada segundo... —Musitó Suki con antipatía.

Estábamos cansados, sólo deseábamos que Moona diera la orden para retirarnos a nuestras habitaciones y dormir. Aunque la verdad yo quería dormir en los brazos de Ji Yong esta noche.

Me perdí todo lo que Moona nos estaba diciendo con su parlante de cartón y hasta creo que hizo un chiste porque escuché a todos reír pero yo estuve todo ese rato mirando a Yong. Noté que se toma mucho el cabello y se lo echa hacia atrás, que generalmente al iniciar y culminar las actividad se sienta sobre sus talones y suele ser bromista con el resto de los chicos de BIGBANG. Nunca le veo el ceño fruncido a menos que sea de concentración y siempre se toma las cosas con humor.

Sí, este hombre me tiene por completo. 

Sé que tiene cosas con las que lidiar, sus propios demonios con los cuales combatir por las noches y fuera del escenario, pero ésta vez no quería huir de ese Ji Yong temeroso, inseguro y egoísta. Huir de él no era una opción para mí, si en realidad lo que más quería era conservarlo a mi lado, por lo tanto eso me hacía también una egoísta a mí.

Ahora quería tenerlo de vuelta y cometer todas las tonterías que pudiéramos mientras nos duraba el romanticismo. Saber su película favorita, sus canciones preferidas, a qué le temía. Era hora de llenarme de él y de todo lo que estar con una estrella como él implicaba.

Tantos pensamientos de Ji Yong me tenían tan absorbida que no había escuchado el llamado de Song que me zarandeaba del brazo.

— ¿Choi? ¡Choi! ¿Estás durmiendo con los ojos abiertos? —Bromeó golpeándome la frente con los dedos.

— Ah... No —Dije frotándome donde me había dado.

— Vamos adentro, hace frío —Se metió las manos en los bolsillos de su chaqueta.

Ya todos estaban caminando hacia la puerta de la casa.

— Choi, ¿tienes un momento? —Taeyang me llamaba desde atrás.

Song y yo intercambiamos miradas y luego él se adelantó.

— Claro —Dije caminando a su lado.

— ¿Te molesta si te tuteo? —Preguntó. Luego de todo lo que pasó entre nosotros aún quedaba cierto aire de culpa entre él y yo, pero a decir verdad Taeyang me caía bien.

— Claro que no. No me molesta que me llames por mi nombre.

Entramos a la cocina donde una deliciosa cena nos estaba esperando cortesía de la ahjumma y su esposo que nos recibían sonrientes en el comedor con todo servido. El estómago me rugía y quería devorar todo a mi paso pero no podía decirle a Taeyang que me dejara comer como un troglodita.