i got you, dragon → g-dragon

36

Temprano en la mañana me levanté para ir hacia SeulCMagazine y pedirle permiso a Sungmin para viajar hasta Japón unos días, no sin antes avisarle a Ji Yong.

— Hey —Le susurré cerca del oído mientras estábamos aún en la cama.

Él estaba a mi lado dormido boca arriba con algunos mechones de cabello en la cara.

— Oye, me tengo que ir —Dije aún en voz baja para no molestarlo.

Mientras más rápido fuera a la oficina podría regresar a mi apartamento para dejar al señor Yong y a Ramen al cuidado de la ahjumma y preparar una pequeña maleta con ropa suficiente para mi viaje.

Me levanté suavemente de la cama pero sentí que Ji Yong me tiró del brazo.

— Yo te llevo hasta allá —Dijo frotándose los ojos —¿Quieres desayunar antes?

— Compramos algo en el camino —Respondí quitándole el cabello de la cara.

— Cuando termines de hablar con Sungmin llámame y te buscaré —Se sentó en la cama mientras bostezaba.

— ¿No me vas a esperar?

Me miró pensativo y luego respondió.

— Tengo que llamar al jefe y preparar el viaje —Ahora era él quien quitaba un mechón de mi rostro con una tenue sonrisa.

— Está bien. Quizás me tarde porque pretendo hablar con Iseul.

— Como tú quieras —Dijo dándome un beso en la frente y dirigiéndose hasta el baño.

Me quedé tendida en la cama mientras esperaba que Ji Yong tomara su ducha para entrar luego yo.

Cuando salió envuelto en una bata de baño bromeé acerca de lo anciano que parecía.

— ¿Quieres que me la quite, no? —Se acercó a mí con una mirada seductora.

Negué con la mano.

— Con lo de anoche fue suficiente —Dije entre risas.

— Pero yo no estoy satisfecho —Afincó una rodilla en la cama y se acercó a mí.

— No te pases —Me seguía riendo.

Brincó encima de mí como un lince y empezó a hacerme cosquillas provocando que estallara entre risas y patadas.

— ¡No, Ji Yong! ¡Para! ¡Para! —Apenas decía entre carcajadas mientras me retorcía.

— Eso te pasa por pervertida —Dijo él.

Sin querer le pateé el estómago entre el forcejeo lo que hizo que nuestra pelea de cosquillas culminara en una Choi apenada pero él me aseguraba que no había sido nada y que estaba bien.

Suspiré aliviada.

— Ji Yong —Llamé.

Había algo que tenía que preguntarle desde anoche cuando me pidió que fuera con él hasta Japón.

— ¿Qué pasa? —Preguntó él mientras abría una gaveta en busca de su ropa interior.

- Mm...

Él se giró y se cruzó de brazos.

— No me digas que quieres elegirme la ropa interior —Bromeó.

Eso hizo que me riera.

— No, no, no es eso.

— ¿Entonces? —Se sentó a mi lado —¿Es el viaje?