40. i got you, dragon (parte 2)

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[Narra Annie Choi]

Cualquiera diría que nada en la vida es perfecto, estamos acostumbrados a saber que toda persona, todo ser vivo, toda ocasión tiene una talón de Aquiles, una debilidad, una falla y por ende la perfección queda a un lado. Pero para mí, estar con él es eso: Perfección.

¿Duraría para siempre? Por supuesto que no, pero cada momento que vivo a su lado lo guardo dentro de mí con la esperanza que permanezca allí por mucho, mucho tiempo. Uno de esos momentos fue justamente verlo de pie delante de mí con la nieve bañando su paraguas y su mirada fija en mí. Podría haber estado enfocado en el cielo y los copos de nieve como estaba yo pero en lugar de eso, toda su atención estaba dirigida hacia mí como si sólo yo mereciera ser atesorada en ese momento.

Y Dios sabe que al besarme con sus labios helados me hizo comprender que era yo a quién quería atesorar.

— ¿Has estado bien? —Preguntó luego de separar nuestros labios —Estás un poco más delgada, no me digas que estás haciendo alguna dieta.

Reí levemente y me acurruqué contra su pecho.

— La dieta de Ji Yong —Sentía las mejillas heladas.

— ¿Y cómo es eso? —Empezamos a caminar en dirección contraria al restaurante, a lo largo de la calle que poco a poco se vestía de blanco.

La gente caminaba apaciblemente al igual que nosotros.

— Nada de besos o abrazos —Suspiré pesadamente —Si no tengo besos y abrazos de Ji Yong voy a morir de inanición —Me quejé.

Él meditó unos instantes pasando su brazo sobre mis hombros.

— Qué problema, espero podamos arreglar eso pronto.

— ¿Esta noche?

— ¿Tan indispensable soy para tu salud? —Se burló.

Aligeré el paso hasta detenerme, quedando detrás de Ji Yong.

— ¿Choi? —Se giró curioso.

La nieve bañaba mi cabello y él se percató de eso así que se acercó rápidamente y me cubrió.

— ¿Dije algo malo? —Preguntó preocupado —No quise hacerlo, estaba bromeando.

— No dijiste nada malo —Le sonreí para disipar su preocupación —Sólo que estaba pensando seriamente en si eres indispensable para mi salud.

Él levantó las cejas.

— ¿Y...?

— He llegado a la conclusión de que no lo eres —Sonreí triunfante y retomé el paso. Él me siguió con cara de decepción y los labios apretados.

— ¿De verdad? —Preguntó luego de unos segundos de silencio.

Asentí.

— Es decir, ya sabes no podrías ser indispensable porque me enfermaría horrible y no querrás que tu novia se enferme, ¿o sí?

— No, no, no —Negó frenéticamente con la cabeza —Claro que no, no me gustaría verte enferma.

— Bien —Dije suavemente –Pero eso no significa que no te necesite Ji Yong —Me giré hacia él haciendo que se detuviera —A veces te necesito, cuando te vas y me toca enfrentarme con que al abrir los ojos por la mañana no estarás durmiendo a mi lado...

Me abracé para aminorar el frío. Bajé la mirada al suelo mientras jugaba con mis pies, Ji Yong tenía la mirada puesta en mí y me escuchaba atentamente.

i got you, dragon → g-dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora