i got you, dragon → g-dragon

24. Busan III

[Narra Kwon Ji Yong]

Salí hasta el patio principal con la intención de buscar a Annie en aquel camino de tierra. La lluvia no había aminorado ni un poco y era sumamente tarde, ya casi era la medianoche pero no me importaba. Ella estaba ahí en medio de la nada perdida y quizás herida cosa que no quería ni pensar.

— ¡Maldición! —Dije cuando pise un charco de agua justo ante la puerta principal.

Song me siguió corriendo y se mojó en la lluvia, igual que yo.

— ¿Estás loco? —Dijo tomándome del hombro. Lo sacudí con brusquedad.

— Cállate. Si no me vas a ayudar, fuera de mi camino —Le dediqué una mirada fría. No quería perder tiempo discutiendo con él.

— ¿Qué haces? —Dae gritaba. Con él estaban todos los chicos que habían salido con un paraguas.

— ¿A dónde vas, Kwon? —Dijo Taeyang colocando su paraguas sobre mí.

— ¡Ella está allá afuera y voy a buscarla! —No entendía por qué les costaba tanto darse cuenta que iba a perder la cabeza si no la buscaba.

— Kwon, el líder Yang se puede despertar y no queremos que se entere que piensas irte en medio de la noche... Por favor —T.O.P hablaba calmado y me tomaba del brazo.

— ¿No entienden? ¡Choi puede estar herida! —Sentía un nudo en la garganta —Por favor... —Recosté mi cara sobre el pecho de SeungRi que también se había acercado para agarrarme.

— Seguramente no volvieron por la lluvia —Dijo Dae intentando aligerar la tensión del ambiente.

Podía ser cierto. La lluvia era demasiado fuerte incluso para manejar.

— No podemos ir allí, Ji Yong —Escuché decir a Song —¿Qué tal si vuelve, eh? Mañana en la mañana saldremos a buscarla.

La rabia me consumía pero sabía que él tenía razón. Sentía que podía abrir el cielo a la mitad si con eso encontraba a Choi.

— ¡Maldita sea! Joder, ¿qué clase de estupidez es ésta? —Dije pisando con fuerza el charco de agua.

Todos me miraban sin decir una palabra. Fue SeungRi quien finalmente me llevó del brazo hasta dentro de la casa para que me secara y me colocara una nueva ropa. Song se quedó en la entrada de la casa sentado mientras que yo estaba en la sala de juegos con T.O.P que me hacía compañía. 

Eran las dos de la mañana y los demás ya se habían ido a dormir.

— No vas a pegar un ojo hoy ¿cierto? —Me dijo levantando la mirada de su libro.

— No puedo dormir sabiendo que ella está allá afuera —Tenía la cara escondida entre las manos. Rogaba que estuviera bien y que simplemente había decidido no volver por la lluvia.

— Kwon.

— Lo he dañado tantas veces ¿sabes?

T.O.P detuvo su lectura y clavó la mirada en mí.

— No sé por qué tengo esta adicción a joder las cosas que me hacen feliz —Reí con ironía —Creo que es porque no siento que me merezca algo bueno. Joder, sí que estoy mal de la puta cabeza —Apreté los puños y me eché en el sofá mirando hacia el techo.

Esta vez era T.O.P quien sonreía con ironía y negaba con la cabeza.

— No es exactamente la cabeza lo que tienes mal, amigo —Señaló con su dedo mi pecho —Es con él con quien te tienes que sincerar.