CAP. 21

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Después de aquel inconveniente con mi padre, me enoje mucho con los idiotas de Adonis y Aetos.

Ellos podrían haberme dicho que el viaje de mi padre se había adelantado y llegaría dos putos días antes.

Pero prefirieron hacerme una broma y terminamos perdiendo todos, aunque ellos más que yo.

Y debo admitir que en parte se lo agradezco, porque gracias a que mi padre ya sabe lo de mi tatuaje y el porque, puedo andar más tranquilo por la casa.

Obviamente se enojó conmigo, pero no por tener un tatuajes porque el tiene muchos, sino porque no confíe en el y porque haya hecho que todos le mientan por mi culpa.

Con el resto por suerte no se enojó, sino ahí si iba a matar a esos dos idiotas, pero con nosotros tres si.

A mi por mi parte, me dejó sin play y sin auto, seguramente se reirán al igual que yo porque no me saco el celular, pero según el no puedo estar incomunicado.

Con respecto al auto me hace un favor, amo caminar y aunque no deba pensar eso no puedo evitarlo, porque fue lo primero que se me vino a la mente cuando escuché y tu te quedarás hasta que termine el año sin auto y sin play.

Ósea dos semanas en las cuales me quedan tres días y recupero mi amado auto y todo el tiempo tuve que pasar si o si por la casa de Lau cosa que no me molesta para nada.

A los chicos también le saco los autos, pero ellos lo sufrieron más, porque ellos son los chicos populares y los populares jamás llegan a pie.

Yo me reí por sus caras obviamente y a causa de eso, nadie me puede dejar salir pasada las 10 de la noche.

Me arrepentí al instante, porque no pude ir a lo de Lau y por más que mi padre viajo la próxima semana nadie me permitió salir.

Les dejo bien claro a todos que el que me cubría lo ponía de patitas en la calle, advertencia que dejó a todos sin ganas de probar si sería capaz o no, por más que estén con nosotros desde hace años.

Aparte de que nunca nadie lo vio tan enojado como ese día, yo sentí un escalofrío en la espalda como nunca había sentido.

Pero aquí me tienen, llegando al Instituto en taxi con Car y excusándome de que lo había mandado al taller.

La miro y cada día que pasa me parece más linda, con algunas pecas que apenas se notan cerca de sus ojos.

Su pelo ondulado, con un flequillo que está apenas por encima de sus pestañas, sus ojos delineados con su negro de siempre.

Sus labios levemente pintados con un brillo rosa que tiene un sabor a frutilla que te hace no quieras dejar de besar esos labios carnosos nunca.

Me mira, sonríe y yo copio su gesto sin dejar de mirar esos hermosos ojos azules que tienen un brillo especial.

La adoración con la que me mira me hace que me planteé lo que me dijo Félix...si realmente quiero dejar a Car, el simple hecho de pensar en que puedo ser el causante de que ese brillo en sus ojos se borre me irrita.

Se sienta de forma que queda frente a mi y me mira.

Dime que piensas???....

No me lo creerías...- contesto sin dejar de mirarla.

Ya se, seguramente estas pensando en la hermosa novia que tienes y en lo mucho que me quieres y en que no podrías vivir sin mi...- Dice de forma teatral mientras apoya sus manos en el pecho y sonríe.

Ok me equivoque entonces, si me creerías, porque estaba pensando eso, pero te faltó que tienes una hermosa sonrisa...- declaro pasando el pulgar por sus labios.

Dicho esto se levanta y se sienta de costado sobre mis piernas sin importarle que estemos en un taxi, cruza sus brazos en mi nuca y lentamente comienza a acercarse.

Yo para cortar la espera la agarro de la nuca y la acerco a mi más rápido hasta unir nuestros labios y colocando mi mano libre sobre su pierna.

La beso suavemente, mi lengua por mis ganas de besarla no piden permiso y se juntan con la suya.

Estoy agitado, el corazón me va a mil como cada ves que se me acerca y nos soltamos para poder respirar, dejando unidas nuestras frentes.

Te amo Max....

Y yo a ti pequeña....

Corrió apenas su cabeza hacia atrás para poder mirarme y con un beso más intenso que el de antes nuestro recorrido al Instituto fue mas corto.

El brillo que vi en sus ojos al oír mis palabras fue nuevo, pero lo raro es que no me sentí mal diciéndole que la amaba.

Me sentí bien, como si me hubiera sacado un peso de encima y eso se sintió bien.... muy bien.

No dejamos de besarnos en ningún momento y para ser franco no me molesto, lo que si me molesto es que estábamos yendo al Instituto y yo me estaba excitando.

Como tampoco ayudaba que mis dedos recorran sus piernas y acaricien lugares que no eran debido por la hora y por el lugar.

El taxista nos aviso que llegamos, termine nuestro beso, le pague mientras ella baja y que al bajar me golpee una ola de calor y eso sólo empeoraba las cosas.

Mientras caminábamos ya me iba calmando y estaba agradecido por eso.

Más tranquilo?...- me pregunta con una sonrisa burlona.

No es gracioso, si fuera por mi te lo hubiera hecho en el taxi....- mira sorprendida por mis palabras- y no me mires así porque es tu culpa, tu me vuelves loco señorita...- agarró su brazo y de un tirón la pegó a mi y la beso.

Ella cruza sus brazos en mi nuca, profundiza el beso y yo cruzo mis brazos en su espalda.

Esto no ayuda...- le digo entre besos y luego lo corto- sígueme provocando y te lo hago aquí mismo...

De eso nada...- Dice soltándose de mi agarre y empezando a caminar hacia el Instituto- si quiere probar esto...- señala su cuerpo- vas a tener que esperar hasta después del baile...

Paro de caminar, la quedo mirando, sorprendido porque jamás pensé que me diría eso, sonríe mientras se acerca y agarra mi cara con ambas manos.

Espero que reacciones pronto porque tenemos que entrar....- Dice riendo, me da un beso y luego tira de mi en dirección al Instituto.

Mientras camino detrás de ella voy procesando todo lo que me acaba de decir y tratando de calmarme.

Mi Pervertida FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora