CAP. 26

18 3 0
                                    


La reunión siguió cuarenta minutos mas hasta que la directora dijo que los padres ya podían retirarse si quisieran.

Obviamente se fueron, aunque mi padre bailo dos temas con Car porque se lo había prometido y después se fue.

Gracias a ella todos nos reímos mucho, no sólo por cómo bailaba, también porque se hacían los que imitaban a los cantantes o mi padre hacia gestos o hacia los pasos de los vídeos.

Todos formamos una gran ronda alrededor de nosotros y cuando este se iba todos en el salón lo aplaudían.

Mi padre izo reverencia una ves que llegó a la puerta de la sala y sólo se escuchaban aplausos y silbidos.

Luego desaparece cerrando la puerta detrás de el y algunos se acercaban a felicitarme por tener un padre tan genial.

Y la verdad es que yo tampoco lo sabía, en mi casa no se hacen este tipo de fiestas o no hay reuniones familiares donde lo pueda ver bailar, pero eso va a comenzar a cambiar desde hoy.

Un poco me deprime, porque se ve que le gusta divertirse y pasarla bien, pero tuvo que dejar todo eso por sus negocios.

Tu padre siempre fue un gran bailarín sabes- miro a mi costado y está la directora Donovan- a el siempre lo invitaban a todas las fiestas- sonreímos y vienen muchas preguntas a mi cabeza sobre ellos dos- pero no sólo porque era el galán del Instituto y donde el estaba encontrabas mujeres seguro, sino porque era la diversión de la fiesta, el sacaba a bailar a cualquiera- sonríe mirando al piso seguramente recordando alguna fiesta- con tu madre....

Conoció a mi madre?...- la interrumpí.

Yo era la mejor amiga de tu madre, es más, no debería decirte esto pero... yo soy tu madrina....

Wau eso sí no me lo esperaba, porque nunca me dijo nada?....

Porque si el no lo izo, sentía que no debía hacerlo yo tampoco...

Pero volviendo al tema, con tu madre siempre nos poníamos a un costado y nos reíamos mucho, porque a el no le importaba si eras flaca o gorda, si eras popular o no y yo creo que eso hacia que tu madre se enamore todos los días un poco más de el... Ella amaba su humildad.... Max, te encuentras bien?....-pregunta mirándome.

Yo no podía contestar porque procesando todo lo que me contó anteriormente y no pude evitar enojarme con mi padre por ocultarme esa información.

Discúlpeme pero debo retirarme....

Pasé por su lado y me fui hacia la puerta, una ves en el pasillo siento que me llaman y al darme vuelta veo que es ella.

Max- Dice acercándose a mi- por favor, no le digas nada, el.... el abra tenido sus motivos para hacerlo....

Discúlpame madrina..- la miro y tiene un brillo en sus ojos al escuchar mis palabras que nunca había visto antes.

Pero ahora entiendo porque siempre me miraba con adoración cada vez que me otorgaban un diploma por mis calificaciones y era ella la que me lo entregaba.

Le puedo decir madrina?....-sonreímos.

Puedes.... - se acerca a mi,posa su mano en mi mejilla y me acaricia con el pulgar-Puedes decirme madrina y puedes tutearme, pero sólo cuando no haya nadie, ok jovencito...-reímos y asiento- Max... puedo darte un abrazo?....

Por supuesto madrina...- ice un paso y me acerque para abrazarla.

Nos quedamos un momento así mientras yo pensaba en lo feliz que me sentía al saber que tenía una madrina.

Me corre con delicadeza, agarra mi rostro entre sus manos y puedo ver una lágrima caer por sus mejillas.

Estoy muy orgullosa de ti ahijado, no sólo por lo que representas en mi vida, sino porque tu padre izo un magnífico trabajo contigo.... Te puedo pedir algo...- asiento- no le digas nada hoy, a ambos se los veía muy felices, yo me sentiría muy mal si fuera la causante de arruinar tu mejor noche y la de el, desde que pasó lo de tu madre nunca más lo vi sonreír como hoy.... harías eso por mi?....

Ok, sólo porque me lo pides tu si?...- asiente sonriendo.

Da unos pasos hacia atrás, se coloca junto a la puerta del salón, se acomoda su ropa, se pone recta y toma la actitud de siempre.

Y ahora entre Máximo que no se puede andar merodeando por los pasillos....

Me abre la puerta, yo sonrió mientras niego por su actuación y comienzo a caminar entrando al salón otra vez.

Máx...- me doy vuelta y me extiende su tarjeta personal, la agarro y la guardo en mi chaqueta- cuando me necesites... ya sabes donde ubicarme...

Asiento y vuelvo a sacar la tarjeta, con mi mano izquierda la sostengo, mientras que con la otra saco mi celular del saco y marco su número.

Una ves que lo ice, vuelvo a guardarla, escribo un mensaje para ella y se lo envío.

Cuando lo estoy guardando, suena su celular, lo saca de su cartera de mano, lee el mensaje y sonríe en mi dirección.

NÚMERO DESCONOCIDO:
También sabes donde ubicarme madrina....

Copio su gesto, me acerco, seco sus lágrimas y la abrazo, sin importarme quien nos este mirando.

En este momento lo único que me importa es que si tengo una figura materna después de todo, porque desde que falleció mi madre si vi a Margaret cinco veces mucho.

Porque ese se supone que es el rol de las madrinas una ves que tu madre fallece no? estar ahí al pie del cañón como dice mi padre.

Nos soltamos, besa mi mejilla y me voy con los chicos que seguramente se deben de haber preguntado donde me metí.

Pero hoy no les diré nada, sólo disfrutaré de mi noche y mañana los pondré al tanto de todo.

Llegó a ellos y me uno a su pogo, Franco el que siempre pasa música en los actos es fanático de los Redondos y era obvio que alguna que otra cancion iba a poner.

Yo por mi parte me se la letra de algunas pero porque las escucho en el auto, en la calle o cuando vamos a algún PAB, pero no me se el nombre de ninguna canción.

Mi Pervertida FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora