El me sonríe y yo hago lo mismo, levanto la vista y todos lo están mirando, no sólo porque deben haberlo reconocido sino porque no deben entender que hace ahí parado.
También porque ningún padre podía estar ahí, pero nadie le dice a Moisés Ulises de las Rocas lo que debe hacer, eso es otra de las cosas que me gusta de mi padre, que siempre hace lo que quiere y cuando quiere.
Retengo una sonrisa al ver que atrae la mirada de muchas mujeres y me sonríe porque seguramente el también lo debe haber notado.
Bueno, perdón por el suspenso, es que no podía comenzar si no estaba la persona más importante en mi vida y a la cual gracias a el y su es fuerzo hoy estoy aquí recibiendo este premio....- miro a todos los presentes- comienzo agradeciendo a los directivos por la placa y medalla otorgada a mi persona, luego a mis compañeros por elegirme y por brindarme su amistad, también a mis abuelos, mis tíos que siempre estuvieron para mi, pero sobre todo a mi padre- se escuchan comentarios por lo bajo y gritos de sorpresa ahogados pero no le doy importancia, sólo tengo mi vista puesta en mi padre que me mira con orgullo- que gracias a el, a su educación, amor, confianza y enseñanza, soy la persona que soy, también debo agradecerle por eso y por mucho más, porque aunque el siempre diga que todo lo izo por amor y que lo volvería a hacer, yo se que todo eso le costó mucho esfuerzo y aunque tuvo ayuda de muchas personas que lo quieren por cuales les agradezco a dios todas las noches por traerlos a nuestras vidas, se que no fue fácil para el perder a la mujer que era la luz de sus ojos y tener que hacerse cargo de un niño, pero aquí estoy gracias a ti, recibiendo mi diploma, también aprovecho la ocasión para contarte a ti y a todos los presentes, que ya estoy dentro de una de las mejores universidades de España, que justamente es la misma que has estudiado tu, se que debería habértelo contado apenas me entere, pero quería darte la sorpresa y se que fue la mejor decisión que pude haber tomado si quiero ser como tu el día de mañana, porque sería un honor para mi ser el día de mañana como mi padre, por eso tengo que empezar a formarme profesionalmente ahí y rezo por cumplir con tus expectativas y no decepcionarte- sube y me abraza mientras todos nos aplauden de pie- Gracias por estar aquí padre, te amo- digo junto a su oído.
Me corre, agarra mi rostro entre sus manos, me mira sonriendo y vuelve a abrazarme, nos soltamos y vuelvo a acercarme al estrado.
Perdón por mi extenso discurso pero debía decírselo...- sonrió y todos los presentes vuelven a aplaudir.
Bajamos del escenario y la directora da por finalizado el acto, nos invita a beber y a comer algo mientras pasamos un momento con nuestros seres queridos y yo voy abrazado con mi padre hasta el lugar.
Se que todos nos miran, muchos de curiosos y otros por la sorpresa de saber que no soy el hijo de cualquiera pero no me importa.
Lo único que me importa en este momento es que el está aquí conmigo y eso me hace más que feliz y no necesito nada más.
Se acercan nuestros invitados y los chicos a saludarnos y formamos un gran grupo.
Gracias a todos por venir, saben que para nosotros no son unos simples empleados, para nosotros siempre fueron parte de la familia y estoy muy orgulloso de la familia que tengo- todos asienten con una gran sonrisa- y ahora brindemos por eso....- dice mi padre.
Chocamos nuestras copas y hablamos de varios temas pasándola genial, porque son muy pocas veces en la que estamos todos juntos.
Señor de las Rocas- un hombre extiende su mano hacia mi padre y el copia el gesto- que sorpresa tenerlo aquí y saber que tiene un hijo...- Dice un hombre canoso de unos 60 años a nuestro costado.
Al girarme veo que es el padrastro de Car, seguramente vino por su hijo pero no sabía que conocía a mi padre.
Hola Octavio, tu por quien vienes? Pensé que sólo tenías dos....
No, tengo tres y estoy aquí por el menor....- señala a Robert que está hablando con su grupete.
De donde lo conoces padre?...- esto se puede poner interesante.
Recuerdas hijo que te hable de un hombre que me comentó que su empresa estaba pasando por una mala racha y necesitaba un inversionista que lo ayude, bueno es el señor Octavio....
Yo lo miro cerio poniendo mis manos en los bolsillos, el me mira....nervioso?, Aetos que es la maldad en persona se coloca detrás de mi.
Esto se va a poner interesante...- murmura en mi oído y asiento, pasa por detrás de nosotros y se coloca del otro costado de mi padre, me mira con una sonrisa.
Perdón por mi falta de respeto, el es Máximo Ulises de las Rocas, hijo el es Octavio Montalbán...-extiendo mi mano y el hace lo mismo.
Un gusto señor.....
El gusto es todo mío muchacho...
Mi padre hablo un momento más sobre cosas que sólo ellos entendían hasta que llegó su amado hijo menor.
Que puede dejar de serlo en cualquier momento si alguno de nosotros abrimos la boca.
