Gracias al voto de la mayoría de los estudiantes, nos encontramos en un aeropuerto con resaca, dolor de cabeza y mucho, mucho sueño.En el instituto nos dieron a elegir si queríamos viajar una semana antes del término de clases o al otro día de que estas terminen y aquí nos encontramos.
Todos arrepentidos de haber elegido esa opción aunque la directora nos aviso de que esto iba a pasar.
Después de estar durmiendo media hora en los asientos, nos avisan que el avión de la empresa ESTRELLA está listo y todavía faltan llegar cinco alumnos de otros cursos.
Nosotros decidimos venir todos juntos para que ninguno se durmiera y evitar que alguno se quede sin el viaje por que no esperan a nadie.
Agarramos nuestras cosas ya que no tenemos que despedirnos de nadie y empezamos a caminar hacia donde nos indican.
Cuando estamos subiendo vemos venir a los cinco que faltaban y entre ellos esta Lau.
Trago con dificultad y sigo subiendo, obviamente no puedo esperarla por más que quisiera.
Tengo a mi novia a menos de dos centímetros que por cierto no la soporta ni quiere verla cerca de mi.
Una ves todos acomodados, la puerta se cierra y la azafata dice no se que cosa porque estoy muy entretenido mirando a mi chica para ponerla incómoda por lo de hoy a la mañana.
Todavía no le e dicho que era un chiste porque me encanta cuando se pone incómoda con mi presencia.
Se que soy malo, pero vamos... es hermosa cuando se ruboriza y me encanta causar eso.
BUZIOOOOSSS AYAAA VAMOS!!!!!...- grita uno de los chicos del otro grupo y todos gritan de felicidad.
La verdad es que todos esperábamos este momento, una semana sin nadie que nos mande o regañe por algo que decimos o hacemos.
Mi padre por mi parte fue el primero en firmar el permiso para viajar, pero con la condición de que si el me llamaba diez mil veces, diez mil veces lo tenía que atender porque o sino mandaría a alguien de su confianza a traerme devuelta.
También me dio una cantidad exagerada de dinero, el cual puso en el bolsillo oculto de mi valija.
Coloco en mi billetera todas las tarjetas y se excuso diciendo que cuando estás lejos de casa tienes que estar prevenido por las dudas.
El viaje por suerte se nos izo corto, la mayoría y me incluyo durmió todo el viaje, cuando despertamos ya nos encontrábamos en el aeropuerto de Río de Janeiro para hacer escala y poder llegar a Buzios.
Estamos esperando que nos indiquen que podemos bajar y una ves avisados caminamos hacia afuera.
No vamos por el túnel porque no es un vuelo comercial y el que nos espera es un avión privado, lo único que esperemos es que valga la pena como el otro.
Una ves dentro debo admitir que el avión vale la pena, es genial, si no fuera porque tiene el nombre de la empresa afuera diría que es uno de los de mi padre.
Al entrar nos encontramos de la mano derecha con un living como para unas diez o más personas con una tele enfrente.
Seguimos de largo y está el área para las azafatas y luego la cabina de los piloto.
A nuestra izquierda hay un enorme comedor como para unas quince personas también y a lo ultimo el baño.
No tiene gran tamaño pero esta bien para unas horas de vuelo, dije que me estaba orinando para entrar primero pero voy a aprovechar a bañarme.
La cola se va a hacer larga a la hora de higienizarse ya que la mayoría salió sin bañarse y no quiero discutir con nadie.
Una ves higienizado salgo y como imagine la mayoría estaba buscando ropa en sus valijas.
Yo agarro la mía y la llevo para una especie de vestuario que hay frente al baño.
Solo tiene un sillón, una mesa y una pc, pero para cambiarme esta bien, saco lo que me voy a poner, me visto y en cinco minutos estoy fuera, busco a mi chica con la mirada y una ves que la ubico me siento a su lado.
Una ves que llegamos a destino, nos suben automáticamente a un micro, el cual nos llevará al hotel y a todos los lugares donde lleguemos a ir.
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El hotel es muy iluminado, elegante y con una estructura basada en Egipto por el tipo de decoración y algunos adornos que ayudan a la majestuosa imagen.
Una ves las tarjetas repartidas nos vamos a nuestros respectivos cuartos a descansar un poco.
Las mujeres ocupan todo el segundo piso y los hombres todo el tercer piso para evitar problemas según los profesores.
Yo por mi parte espero no tener ningún percance con nadie y menos con mi chica.
Ya que el estar a corta distancia de Lau no ayuda, Car tiene una cara de que se la lleva el demonio.
Cuando nos entregaron las tarjetas y escucho los números de habitación de ambos no pudo disimular su fastidio.
A ella le toco la habitación número diez, a Lau la número veinte y a mi la número veintiocho.
Si bien las habitaciones no están en el mismo piso, la de Lau esta cerca de la escalera que está a pocos metros de mi habitación.
En cambio la de Car esta al principio del pasillo, lo único que espero es que no me fastidie el viaje imaginando cosas que no son.
Porque juro que la mando al demonio, sabe que odio las escenas de celos y más si son en público.