No tenía claro cuántos días habían pasado hasta que la doctora le dijo que ya podían retirarle el vendaje. Seguramente una semana, pero se le había hecho tan larga como un mes. En ese tiempo le habían cambiado las vendas un par de veces para vigilar el proceso, aunque sólo había visto figuras borrosas, y una enfermera le había ayudado a caminar por la habitación cada pocas horas para no estar todo el día en cama. No estaba seguro de que el trato en una enfermería militar fuera tan atento, con todos los heridos graves que traían de la expedición, y sospechó que Erwin habría tenido algo que ver. Los últimos días estaba teniendo un comportamiento mucho más cercano, se quedaba con él por las noches y charlaba de cualquier cosa que se le ocurriera. Levi se preguntaba qué querría exactamente mientras no podía evitar escucharle y admirar lo mucho que parecía saber de absolutamente todo. Sin poder verle, estaba totalmente concentrado en sus palabras y su forma de hablar, notando las pausas, adivinando sus gestos y su estado de ánimo por el tono que empleaba. Sabía leer muy bien a la gente de un simple vistazo, era algo que había aprendido por necesidad en el Subsuelo, pero Erwin había roto todos sus esquemas y clasificaciones. Un hombre frío y calculador no era capaz de fingir sólo con la voz el dolor de la muerte de sus subordinados, ni aquella determinación al hablar de sus objetivos. Después de eso su perspectiva había cambiado completamente. Al principio del todo creía que lo que intentaba el líder de escuadrón al acercarse a él era que le proporcionase información, pero apenas le había preguntado sobre nada personal desde sus primeras conversaciones.
Como estaba dándole muchas vueltas a todo lo que había pasado esos días, agradeció escuchar pasos. Su oído se había agudizado y había conseguido aumentar su nivel de atención percibiendo movimiento para no sentirse tan vulnerable como un bebé, pero lo que no se esperó fue que Hanji corriera hacia él a toda velocidad para abrazarle mientras se reía a su costa.
—¡Joder, Hanji, que estoy ciego! ¿Quieres matarme del susto?
—Si te mueres por un susto sería una auténtica decepción. Deberías entrenar tus reflejos.
—¡Ya lo hago!
—Bueno, pues eres un manco.
Levi escupió un amasijo de insultos y trató de agarrarla cuando se despegó de él, pero ella se limitó a ponerle una mano en la cabeza y mantenerle a la distancia de su brazo. Cómo odiaba a la gente alta.
De pronto oyó una risa proveniente de la puerta que le dejó quieto en el sitio. Fue suave y sincera y le produjo un sentimiento cálido que no supo ni qué era, aunque en cuanto la consiguió identificar se le cayó el alma a los pies.
—Hanji, vamos, déjalo en paz. ¿Qué hablamos sobre meterte con los nuevos? —La voz de Erwin les interrumpió, aún con una ligera risita disimulada.
—¡Y ya no lo hago! Sólo con Levi. Se lo busca por ser un gruñón.
—Calláos los dos y quitadme el vendaje de una vez —intervino él en cuanto tuvo oportunidad.
—¿Ves, Erwin, ves?
Trató de ignorar lo que acababa de ocurrirle, esperando que ninguno hubiera notado mucho su reacción, y se centró en el momento que había estado esperando toda esa semana. Percibió cómo un lado de la cama se hundía bajo el peso de Erwin y luego sus manos en la parte de atrás de la cabeza desatándole el nudo. Le asaltó un escalofrío cuando rozó su zona rapada, pero no reaccionó hasta que fue sintiendo cómo desenrollaba las vendas, que acabaron cayendo sueltas en su cuello.
—Muy bien... —murmuró Hanji—. Empieza a abrir los ojos poco a poco y parpadea mientras lo haces.
Hizo caso al pie de la letra. Al principio sólo veía mucha luz y manchas de colores, hasta que su vista emborronada se fue acostumbrando y dando forma a lo que tenía delante. Lo primero que vio con bastante claridad fueron los ojos de Erwin, el cual le miraba de cerca para inspeccionar los suyos y llamar a la doctora si había algo raro en ellos. Se quedó de nuevo muy quieto, sin respirar siquiera, y tragó saliva sin poder apartar la vista mientras sentía tanto que iba a toda velocidad como que el tiempo se había detenido. Ninguno de los dos se movió.
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Pioneros (𝐒𝐍𝐊)
FanfictionSólo unos pocos elegidos tienen alas grabadas en su espalda. Cuando vivir en las calles del Subsuelo lleva a Levi a encontrarse con titanes dentro de los muros y a aceptar la ayuda de un joven soldado que cambiará el curso de su vida, conseguirlas n...