23. Estatuas mutiladas

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—¿Lo lleváis todo o no?

—Levi, por amor de Dios, lo has preguntado tres veces.

—¿Incluso las cuerdas de emergencia?

Ambos se quedaron callados y se miraron en culpable silencio. Levi les atravesó con su propia mirada, primero a Mike y después a Erwin. Ahogando una risita burlona a su lado, Petra era la única espectadora de aquella extraña regañina fruto de la considerable irritación de Levi ese día. Estaba nervioso por el cierto temor que le provocaba volver al Subsuelo, pero ni a sí mismo quería admitírselo. Sólo Erwin lo sabía sin que le hubiera dicho palabra alguna. El mayor le leía como un libro abierto, posiblemente con muchas páginas arrancadas, y tan solo le hacía falta ignorar su rostro estoico y prestar atención a sus demás gestos.

—Iré a por ellas... —Mike dijo al final, empezando a echar a andar cuando Nanaba apareció con las cuerdas en cuestión.

—Mira que sois inútiles —anunció al llegar sin esperar a dejarlas en manos de Mike—. Sobre todo tú.

—Eres un ángel.

—Tsk, dime eso en otro momento cuando vuelvas.

—Voy a potar —Levi dijo entrecerrando los ojos, Petra un reflejo casi perfecto de su expresión.

—Sí, yo también.

Erwin se mantuvo al margen sin hacer ningún comentario, quizá incómodo con la escenita o quizá pensando en que le gustaría imitarla. Conociéndole, era lo segundo, así que Levi no dudó en echarle una mirada para que se le quitara la idea de la cabeza. El otro frunció los labios y suspiró para acabar esa conversación silenciosa.

—¿Estamos listos, entonces?

—Sí —Mike le contestó, terminando de guardar las cuerdas en su bolsa ya suficientemente cargada—. Cuanto antes lleguemos antes podremos volver.

Levi esperó que durante la breve despedida con Petra y Nanaba aparecieran también sus dos antiguos aliados, pero no fue así. Ellos no eran Isabel y Farlan, nunca lo serían, y a veces tenía que recordarse que no iban a respetar todas sus decisiones. Lucille se había enfadado con él por no dejarle acompañarle, y Conrad lo había aceptado con un gesto claramente dolido. Él había deseado gritarles que no se trataba de falta de confianza sino de querer mantenerles a salvo, de querer evitar que volvieran a pisar el Subsuelo. Pero eso habría significado admitir que se preocupaba más por ellos de lo que dejaba ver, y prefería antes su molestia a que supieran cómo se sentía en realidad.

Tres capas negras se alejaron de los cuarteles y pidieron un carruaje antes de llegar a la ciudad. Llevaban los abrigos largos de la Legión, perfectos para el invierno, pero Levi había sugerido además ponerse esas capas tanto para tapar el escudo de las Alas de la Libertad en la espalda del uniforme como para ocultar sus rostros, algo que sería necesario en más de una ocasión allí abajo.

El viaje fue largo y él quien más se quejó por ello. Fingía aburrimiento cuando lo que sentía era arañas imaginarias corretear a lo largo de su columna por el destino, y un ligero dolor en el pecho estar en un carruaje. En cambio, Erwin estaba acostumbrado a esos viajes por las reuniones en la capital y las galas y Mike simplemente no le veía el sentido a quejarse si no podía hacer nada.

El más alto llegó a echar un par de cabezadas por el camino, durante las cuales Erwin aprovechó para acariciar la pierna de Levi, o coger su mano, o murmurarle unas palabras de tranquilidad. No entendía cómo, sin saber siquiera las razones de sus nervios, el otro conseguía siempre captarlos y ayudar a disminuirlos. Más de una vez se había sentido mal porque no lograba hacer lo mismo. Por mucho que lo intentara, no sabía interpretar la mitad de gestos de Erwin y este no se había mostrado vulnerable delante de él ni una sola vez. Había sido sincero respecto a muchas cosas, en sus anhelos y preocupaciones, pero no quitándose la máscara. Levi tan solo lo había hecho a la mitad, así que tampoco era quién para quejarse. Había pasado más de medio año desde que estaban juntos y todavía se evitaban en los momentos en los que sus problemas personales amenazaban con devorarles más que los titanes.

Pioneros (𝐒𝐍𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora