Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
-¡Chicos! ¿Qué les parece si jugamos un juego de cartas?- gritaba con emoción una jovencita a su grupo de amigos, estaban en una biblioteca. Entre si se miraron, dudaron unos segundos pero al final cedieron, el grupo era de cuatro y con ella eran cinco, perfecto para un juego de: "ve a pescar". Sus miradas eran serias, demostraban concentración en el juego, hicieron el primer movimiento... la chica gano... volvieron a jugar... de nuevo gano... y así consecutivamente sucedieron las partidas, de haber apostado, ya el grupo se hubiera quedado en bancarrota.
-¡Vamos chicos! Es como si me dejaran ganar...- decía con un puchero pero contenta la joven, el ruido de libros cayendo hizo que su mirada enfocara atrás de ella; otra chica los veía asustada, confundiendo a la protagonista -¿Eh? ¿Te sucede algo?
-N... no, nada
-Oye, ¿quieres unirte a nuestro juego?- pregunto con una sonrisa, haciendo que la observadora saltara del susto, negándose incluso con las manos.
-N... no quiero interrumpirles
-No lo harás- dejando sus cartas en la mesa, la joven se le acerco mientras tomaba sus manos –Vamos, será muy divertido.
La biblioteca fue clausurada indefinidamente, el cuerpo de cinco adolescentes fueron retirados por piezas: unos sin las extremidades de sus cuerpos, otros sin la corteza craneana, despellejados eran pocos, los intestinos habiendo explotado y salido de los abdómenes de algunos y lo peor de todo... los libros manchados de sangre fresca... un crimen perfecto y sin testigos.
-Esto es horrible- comento el joven molesto, se acercó a pesar de las advertencias de los oficiales, la intención era revisar algo... y como sospecho, las cartas también tenían partes de la carne humana –Ali
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