Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
"Ya debes entenderlo... que en ti no puedo confiar"
"El pasado, pasado ya es... nada puede cambiar"
"Como alma perdida vague, deseando la amabilidad"
"Para mi suerte no hubo más que el desprecio... y entre ellos estabas tú"
"¡¡NO PUEDES JUZGAR!! Deberías considerar mi lugar... alguien que nunca imagino, que él único que intento le decepcionó"
"¡¡NO PUEDES JUZGAR!! Mira a tu alrededor... tu consideras, ¿que tengo salvación? Abre los ojos... y dime que ves en realidad"
"Luchando con el demonio, se entregó a la oscuridad... no tenía más que perder, no deseaba otra cosa. Sin importar el entorno, esta inocente pagó el precio... y con ello, el destino del mundo cambio."
"Cuando se encontró en lo más alto... esta reina al final comprendió... que no necesitaba de nada, ni siquiera de su amada utopía"
"¡¡DESESPERACIÓN!! Es lo único que saboreo... negándose al placer, la vida ya no le favoreció"
"¡¡DESESPERACIÓN!! Es lo que tú verás... pagando por todo, por tus crímenes... y por tu redención..."
"Dime que ves en realidad... abre los ojos y dímelo"
Su canto no era perfecto, más no se negaba que fue el indicado para mostrar su gran motivo. Raph, sintiendo que su mundo había acabado, cabizbajeo con dolor y, sin dejar de sentirlo, la miro con mucha pena, creyendo aun que podía salvarla.
-Lo siento de verdad- entre sus disculpas ocultaba más, algo que ella pudo notar.
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