Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
-¿Tú?... ¿y ella?- Raph tenía un tono de dolor, pero ese sufrimiento lo cambio a uno rencoroso sin dejar de ver a Dan -Vaya... un valiente entre nosotros... o debo decir: un idiota entre nosotros- casi al instante, Alfred le dio un ligero golpe en la cabeza a Raph, controlándolo de esa forma.
-Maldito Alfred, quería ser yo quien lo golpeara- comento con enojo Dan.
-Imposible Dan, ella se molestaría si tú lo hicieras- decia hacia Dan -Además no te diste cuenta de que él está celoso de su felicidad- pero poco pasó para que se enfocara a Raph con cierto desprecio -No me vengas con que no lo estas, tu cara lo dice todo- dandose cuenta de su propio error, Raph intento debatirlo, pero Alfred continuo -¿Pero no crees que es muy egoísta de tu parte estarlo? Tú fuiste quien desprecio a nuestra señora en primer lugar... la abandonaste cuando más te necesito... le apuñalaste la espalda...
-¡¡YO NO HICE ESO!!
-¿Entonces podrías decirme en donde has estado en estos años?- ante la pregunta, la ira de Raph se controlo, pero su odio a sí mismo incremento más -Justo como lo pensé- suspirando con ligereza, y tranquilizó su mirada -Entonces no tienes el derecho de decir que estamos mal, cuando tú cometiste los mismos errores
-¡Pero eso no implica inundar nuestro mundo en la desesperación!
-Puede que no- interrumpió por última vez a Raph -Sin embargo... el que lo causó no fue ella...
Si no tú
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