Trabajo que hacer

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-Debemos poner orden en este lugar - comentaba indignado Dan.

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Era un día como cualquier otro, Leia, Dan, Rick y Victoria (un nuevo miembro del equipo) discutían sobre el nuevo orden por el cual el país debía regirse. Leia no parecía estar a gusto de la junta "voluntaria", Rick escuchaba atentamente el asunto y Victoria solo anotaba como si de un escribano se tratara.

-Pero como quieres que demos el cambio si ni siquiera tenemos la autoridad legal- afirmaba Leia con algo de molestia a Dan, luego miro hacia una silla vacía –Además de que ella no se presentó

-Es cierto- afirmo Rick sorprendido -¿Dónde está?

-Aquí la traigo- decía sin molestia Alfred mientras traía un bulto en pijamas por sus hombros, la acomodo en su silla pero seguía adormitando

-¿Dónde estabas?- pregunto molesto Dan

-Durmiendo... ¿Por qué?- bostezaba con cada palabra.

-Porque necesitamos que prestes atención a esto, así que despierta

-No tiene caso, no nos permitirán actuar porque no estamos "incluidos en el Congreso"- comentaba furiosa Leía mientras hablaba con sarcasmo

-¿Acaso no saben con quien se están metiendo?- comentaba preocupado Rick ante un posible ataque de la líder

-Al parecer no- dijo Leía ignorando la situación, miro a su "jefa" y reacciono sorprendida -Un momento... ¿Dónde está ella?- ante su pregunta, todos los presentes se sorprendieron de sobremanera de su desaparición, a excepción de uno.

-Haciendo su trabajo- comentó sin asombro Alfred, y al poco de una hora ella regreso con sus pijamas manchados de sangre y dos cuchillos de cocina. Leía se sorprendió demasiado, Victoria no pudo decir nada, Rick estaba aterrado y Dan estaba furioso.

-¿Por qué lo hiciste?- comento Dan eufórico, ella lo miro en asombro mientras le lanza uno de sus cuchillos, por suerte que Dan lo esquivo de manera rápida.

-Porque si no lo hacía, ustedes se quedarían como un montón de idiotas sin idea de que hacer... además de que tenía sueño- sin animo alguno, dejo caer su otro cuchillo y se fue de la sala una niña de cinco años, más fue Alfred quien la ayudo a regresar a su habitación mientras el resto suspiraba resignados y continuaban discutiendo sobre este nuevo gobierno.

 además de que tenía sueño- sin animo alguno, dejo caer su otro cuchillo y se fue de la sala una niña de cinco años, más fue Alfred quien la ayudo a regresar a su habitación mientras el resto suspiraba resignados y continuaban discutiendo sobre es...

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