Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
-Papa... quiero decirte- dudo unos minutos en decir la joven a su padre, ambos estaban en el transporte público, eran los únicos pasajeros. El padre, que aparentaba unos 60 de edad, miro preocupada a su hija.
-¿Qué sucede?- pregunto confundido.
-Otra vez... en la escuela- a lo poco que dijo, su padre miro la ventana molesto, ella temía lo peor.
-Esos imbéciles...- dijo de manera seca y miro a su hija furioso -¡¿En que le ven placer en hacerte daño?! ¡No pienso permitirlo!- al darse cuenta de su tono de voz, trato de tranquilizarse... al poco tiempo, volvió a hablar normal –No permitiré que le hagan daño a mi única hija
-Papa- decía con un tono de tristeza, pero era más bien de felicidad; sin dudar, lo abrazo con fuerza... para luego sonreír de una manera extraña... sin dejar de llorar.
El camión sufrió un choque a mitad de carretera, el chófer había sido calcinado por la explosión repentina y el cuerpo del anciano estaba atravesando los cristales de la ventana delantera... la gente que rodeaba el camino, miraba aterrada a los dos sujetos que murieron, buscando a un culpable de su destino y siendo incapaces de ellos.
"La esperanza solo es un sendero vago y aburrido que siempre va en dirección hacia la luz... la desesperación es mucho más entretenida y divertida por las grandes controversias que acarrea en la oscuridad...por ello es su opuesto... un opuesto tan codiciado por aquellos que tienen la capacidad de verla"
Una figura desconocida miraba con orgullo el caos que se había formado
"Por ello... quiero ver como este miserable mundo arde en la desesperación"
Misteriosamente... desapareció entre las sombras... siendo acompañado de risas... que el viento se llevó...
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