Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
Nunca se podrá saber que pensaba Ali en ese momento, quizá había sufrido demasiado como para aceptarlo... o quería probar lo buena que era su contraparte con ella. Simplemente la miró con seriedad, y aun con lágrimas en los ojos, le dijo...
-De acuerdo... lo haré, te lo daré- Ali miro a Ik con confianza -Pero quiero que me prometas que nada malo les pasara a ellos- haciendo énfasis a los amigos que en algún punto del pasado conocería. Entendiendo esa habilidad futura, Ik acento su cabeza.
-Por supuesto, compartimos las mismas emociones... no soy tan tonta
-¿Cómo pudiste surgir de mí?- cuestiono Ali, ahora con una ligera sonrisa mientras limpiaba sus ojos. Dejando de verla, Ik miro el vació de su mente, para responder con odio en su boca.
-Por ese idiota...- Ali sabía que así era, más se limitó en debatirlo -Y después de tanto lo sigues esperando- se quejaba de lo ingenua de Ali, mirándola con preocupación -¿Sabes que el vendrá cuando suceda todo esto?
-Si lo hace, significa que realmente le importe... aunque solo haya ido para matarme
-No digas estupideces- Ik volvió a ignorarla, sintiendo a su lado a Ali, tenia que hacer una petición.
-Cuando eso pase... por favor...
-No tienes que pedírmelo, sé que debo hacer
MATARLO
Un minuto fue lo que necesitaron, pues después de ello Ali comenzó a desvanecerse enfrente de Ik. Su muerte presenciaba, pero iría a cumplir su misión por el bien de su persona, no antes de sentir una mano cálida entre las propias... y una sonrisa oculta entre las lágrimas.
-No importa quién te culpe, yo estoy muy agradecida de tu bondad...- no quedaba mucho tiempo, Ali debía irse, tuvo la oportunidad de una última despedida, y la aprovecho para otra cosa –Gracias
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Dejando de existir, Ik dejó caer una ligera lágrima... sonriendo con orgullo de lo que estaba a punto de suceder.
-No me digas mamadas... la única culpable seré yo
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