Raph sentía una punzada en el pecho, ¿celos? U ¿odio? No había tiempo que perder, algo que Alfred se aseguró para eso.
-Aunque debería agradecértelo- dijo Alfred con una sonrisa.
-¿Agradecerme? ¿Por qué?- cuestiono Raph, más se limitó al ver como las puertas de la sala principal abrían con lentitud.
-Me temo que ya no seguiremos hablando... ella te está esperando.
En un abrir y cerrar de ojos, Raph había entrado, viendo con asombro a la mujer que tanto deseaba encontrar, más no pudo evitar el sentirse como un extraño ante ella. La joven, quien dormitaba por la espera, lo miraba con seriedad. No había odio, solo calma en sus ojos. Ella sonrió con ligereza mientras le extendía sus brazos con emoción
-Bienvenido seas, hace tanto que quería verte- sin siquiera esperar respuesta, ella simplemente "saltó" hacia la mesa cercana para tomar una copa de vodka, pero al ver como Raph le miraba asombrado, le mostró la botella -¿Gustas una bebida?- al no tener respuesta, su mirada cambiaba a una infantil y confundida -¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
-Tú... ¿bebes?
-Se hizo costumbre, ¿seguro que no quieres?- servía con cada que daba sorbos. No podría decirse como, pero Raph le tiro su copa e hizo que la viera a los ojos.
-Tú... no puedes beber, tú no eres así- a pesar de su atrevimiento, la joven solo se dispuso a distanciarse y levantar su copa del suelo. Incrédulo, Raph siguió con la interrogación -No lo entiendo, ¿Por qué haces esto? Déjame ayudarte, sé que podremos resolverlo juntos... porque somos amigos...- un fuerte choque sintió por el cuerpo al ver como ella, rápidamente, lo acorralo en la pared bruscamente... demostrándole con sus ojos que no era la que él pensaba que era.
-Ese vocabulario ya no existe en mi boca, ya no soy la de antes
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Reminiscence
Детектив / ТриллерElla era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?