Ella era tímida y reservada, el amable y comprensivo... pudieron ser amigos si lo deseaban, pero el destino siempre es cruel con los mas débiles de corazón. La promesa que hicieron en secundaria... ¿algún día se cumplirá?
Un viaje de beneficencia, un grupo de 23 estudiantes y 3 adultos responsables de ellos... entre todos esos... dos jovencitas no compartían palabras, pero si miradas, demostrando que disfrutarían de ese viaje.
Al llegar al recinto, los 23 estudiantes se dispersaron para cumplir con sus labores... las dos jovencitas se fueron por su lado, pero en cualquier momento, eran molestados por sus demás compañeros... y ningún profesor al tanto de los maltratos: jaladas de pelo, lanzadas de basura en sus caras, palabras ofensivas, sus compañeros tenían una gran imaginación con cada acto empleado... era duro para ellas... pero estando juntas... nada importaría... pero
-¿Dónde está Ali?- pregunto confundida Nadi al no poder encontrar a su amiga, pero lo que no pudo saber... es que a su amiga ya la tenían acorralada y por un callejón sin salida. Entre risas y burlas, tres de las chicas de su clase jalaban de sus ropas mientras le tiraban su propia comida en el cabello.
-Tienes tu merecido... monstruo
-Vámonos, o si no ella quedara traumada- seguían con las risas, la botaron con brusquedad al suelo para que incluso se embarrara con la suciedad del piso.
Allí estaba ella... llorando en silencio... perdida entre sus miserias... hasta que...
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-¡¡Ali!!- gritaba preocupada Nadi, no la encontraba y temía que le hubieran hecho algo, pero así de la nada... apareció bien arreglada -¡¡Ali!! ¿Dónde estabas? Me tenías preocupada...- Ali no le contesto, por el contrario... la ignoro... y siguió su camino -¿Ali?
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