Narra Dani:
Después de quitarnos los disfraces y salir de los chinos, nos sentamos en una terraza a tomar algo, y yo necesitaba escaparme con Vicky y dejar a Blas con Andrea para que diera comienzo mi plan.
Voy a ir a cambiar al pedugo en un momento -dijo Vicky dando comienzo al plan
Okay -dijo Andrea tranquilamente y despreocupada.
Como para volver hay que pasar por delante de la tienda de accesorios que tanto le gusta a mi hermana te acompaño y le compro el regalo de cumpleaños. -la excusa era un tanto falsa, pero como Andrea no termina de ubicar aun los cumpleaños de mi familia no hay ningún problema.
Nos levantamos de la terraza y salimos escopeteados hacia la tienda de anillos y nos pusimos a mirar.
No busques uno que sobresalga el diamantito que se le enganchará, busca alguno de piedrecitas -dijo mientras mirábamos los anillos.
¿Qué te parece este? -le pregunté señalándole el que más me gustó.
Perfecto -me respondió
Nos acercamos a la ddependienta y se lo pedimos, y tras valorar cuál sería la talla de Andrea compramos en anillo y me lo guardé. La siguiente parada fue en un restaurante Italiano que había en el centro comercial, hice una reserva para dos personas, y a poder ser en un reservado. Y de vuelta con Blas y con Andrea llamamos a Natalia para que nos siguiese el royo.
Hola Dani -dijo Natalia al descolgar la llamada
Hola Natalia- le respondí al momento- mira, necesito tu ayuda para convencer a tu hija de que se espere aquí a cenar y que Vicky y Blas se puedan llevar a Noah a su casa. ¿Podrías llamar a Andrea y decirle que habéis hecho una reserva en la Tagliatella y que queréis decirnos algo importante a todos juntos? La reserva la tenemos hecha a las 22:00
Vale, no hay ningún problema. Yo me invento lo que sea. Suerte Dani
Gracias
Colgué la llamada y volvimos hacia la terraza con nuestras parejas. Nos sentamos y seguimos un rato más y Andrea nos contó la excusa de Natalia.
Narra Andrea: Me lo he pasado en grande, Blas y Vicky se acaban de ir con Noah a casa de Vicky porque mi madre había hecho una reserva muy tarde en el restaurante, y no era plan de que la peque estuviese rondando a esas horas por la calle.
Quedaban cinco minutos para que fuese la hora de la reserva cuando me llegó un wasap de mi madre diciéndome que no podían subir porque se había puesto mala. Le dijimos que si quería que nos bajásemos y la cuidaba, pero me dijo que no, que disfrutaramos Dani y yo de una cena romántica.
Entramos al restaurante y nos llevaron a una mesa de dos apartada del resto, quizá en un rato se llenen las mesas de alrededor...
La mesa estaba decorada con velas precisoas, y había una rosa azul en uno de los lados de la mesa.
Dani y yo disfrutamos de una maravillosa cena, tranquilos, y sin tener que preocuparnos de la peque o de los móviles, parecía que en el munto solo existíamos Dani y yo porque nadie nos interrumpía.
Llegó la hora del postre, y estaba degustando mi marvilloso tiramisú cuando veo que Dani no tocaba su postre.
Cariño, ¿te encuentras bien? -le dije preocupada
Sí, es solo que... -hizo una pausa y se puso depie respirando hondo- Nana, amor, cariño, lo eres todo para mí, te lo digo un millón de veces. No se que haría sin ti, seguramente no existir. La otra vez fue muy frío todo, y muy poco íntimo. Por eso quería repetirlo, esta vez sin familia delante, solos tú y yo, para poder decirte sin miedo a que haya comentarios espontáneos, lo mucho que te amo, lo mucho que te quiero, que no sabes lo feliz que me hace que cada mañana me despierte a tu lado, y que me hayas dado a una personita muy especial como es Noah. Decirte que mi vida cambió aquel día de verano en que llegaste a la comunidad, que desde entonces todo mi mundo cambió, que no estoy sujeto a la Tierra, que estoy sujeto a ti porque eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Tú eres mi más bonita casualidad. Tú eres la madre de mi hija. Tú eres la persona que jamás cambiaría, por la que daría mi vida. Y con la que quiero pasar el resto de mis días, por eso, una vez más pero esta vez mejor... Andrea, ¿le concederías a este chico de aquí su mayor deseo? ¿Te casarías conmigo? -dijo arrodillado mostrándome un precioso anillo-
Se me saltában las lágrimas, lo único que podía hacer era asentír y desear que se levantase para besarlo.
Me colocó el precioso anillo en mi dedo, y cuando se levantó nos besamos como se besan en las películas.
ESTÁS LEYENDO
¿Tu? Mi mas bonita casualidad
Fanfiction¿ Que pasaría si después de 5 años coincides con quien menos te lo esperas en Madrid y todo tu mundo cambia?