Mirrors [1] || Dakota Johnson & Jamie Dornan

XXXI

Jamie

Estamos en una pequeña lanchita donde E supone que grabaremos una escena en el mar. El agua está fría, no hace falta ser un experto para determinarlo pero la razón por la que sé esto es porque la toque, aunque seguramente esto me vendrá bien, no puedo dejar de ver a Dakota con ese bikini amarillo, bien, estaba mejor mientras seguíamos en tierra y podía admirar su hermoso cuerpo que es todo mío pero ahora que estamos aquí y hay tan poca gente mi autocontrol está siendo puesto aprueba.

- Dornan. –Su voz me llama y yo volteo. Debo de haber estado mucho tiempo viendo el agua–¿Estas intentando comunicarte con los peces? –Pregunta con una sonrisa y yo declinó rápidamente.

- Muy graciosa Johnson. –Ella se ríe y asiente orgullosa.

- Lo mío es la comedia. –Agrega– ¿En que piensas?

- No creo que sea bueno decírtelo.

Dakota arquea su ceja y se ríe cruzando los brazos.

- ¿Que ya no habíamos hablado de no esconderme las cosas? –Pregunta y yo Asiento sonriente.

- Estaba pensando en cómo tener autocontrol sobre mí mismo. –Le confieso y ella se ríe.

- ¿En serio? –Pregunta con incredulidad.

- Pues no es fácil para un hombre verte con ese bikini. –sonríe– Todos estos hombres deben de estar celosos de que seas mía.

Dakota se carcajea.

-    En definitiva, el Jamie sin autoestima se fue.

- Eso es porque tú me devolviste la seguridad. –Trató de acercarme pero uno de los camarógrafos se acerca a nosotros.

- Chicos, están tomándoles fotos. –Mira a Dakota y yo lo miro haciéndole saber que no tiene que mirarla de esa manera.

- Yo hago que se comporte. –Dice Dakota.

El tipo se da media vuelta y ella me mira divertida. —¿Te parece gracioso que te miren?

- No. –se ríe– Me parece graciosa tu cara y... lo mucho que me gusta verte celoso.

- Solo porque no puedo tocarte aquí. –Dice–¿Cenamos?

- ¿Que no vas a quedarte en el hotel de Niza con Amelia? –Niego rápidamente. Esta noche quiero estar con Dakota.

- En todo caso sería con mis hijas y no, quiero pasar esta noche contigo.

- Mmm... –sonríe– Tendría que pensarlo, quizás mi hermana quiera cenar con nosotros.

- Pues que así sea. –Le digo y ella se ríe mordiendo el labio.

- Eres imposible señor Dornan.

- Eso es porque tú me pones insistente.

Sonríe y nos dan señal para que entremos al agua. Tengo un plan en mi cabeza, necesito demostrarle lo que la amo.