Pista.07 ♪ HopeV

Same mistake.24

La semana pasó excesivamente lenta para Taehyung. Después de la charla con Hoseok, Tae intentó no volver a sentirse tan deprimido, ya que necesitaba estar concentrado para trabajar. Lu único que le faltaba para desgraciar su vida, era que lo sacaran a patadas por rendir mal en su primer trabajo. En las clases de teatro, para lo único que le servía tener el corazón roto era para que la profesora lo felicitara por sus escenas dramáticas improvisadas, en donde ensayaban con sus compañeros de elenco las tomas y sus expresiones tristes eran más propias que actuadas. Algo a favor: el menor nunca pensó que podía gustarle tanto ser actor. Sobre su mesa de luz reposaba el guion completo de la serie y las canciones que debía aprenderse y prácticamente se sentía como si no fuese su vida la que vivía sino alguna que otra persona estaba escribiendo para él. Estaba tan feliz por ello que eso lo distraía, poder cantar, poder actuar y sobre todo estar rodeado de personas agradables que lo hacían sentir cómodo a pesar de ser un completo novato en la industria.

El problema era llegar a casa. Y estar solo.

Jimin pasaba mucho tiempo visitando a sus padres últimamente y estaba completamente reacio a hablar sobre que le sucedía. Taehyung sentía que los dos estaban tan sumidos en su propia basura, abrumándose de trabajo para no pensar, que habían olvidado que vivían juntos y tal vez un poco de contención mutua les hubiese venido bien.

Con Jungkook pasaba algo parecido. Taehyung había hablado con él un par de veces en la semana, ya que no tenía demasiado tiempo para coincidir con él, pero Jungkook simplemente no parecía tener ánimos de charlar ni nada por el estilo, y casi siempre terminaba las llamadas cuando Tae le preguntaba que le sucedía y el solo respondía que tenía muchos exámenes finales y que le estaba costando estudiar. Estrés, era la respuesta a todo. Tae no le creía una sola palabra.

Era viernes. No sabía si sentirse bien o mal respecto a eso. Significaba descansar y la vez significaba mucho tiempo libre en donde no quería que su cabeza le sugiriera cosas tales como "llámalo" "ve a verlo" "lo extrañas aunque sea un idiota".

Esa noche Taehyung llegó al departamento, abrió la puerta con el corazón molestándole en su pecho y solo suspiró cuando se enfrentó al silencio del lugar, como cada noche. Y como cada noche, Hoseok ocupaba todos sus pensamientos y no podía evitar sentirse deprimido. Ya había llorado lo suficiente el día que Hoseok salió por la puerta, dejándolo allí parado en medio de la sala con la verdad entre sus manos, la amargura carcomiéndo su garganta y la sensación de estar perdido en medio de una historia que comenzó solo para terminar acabando.

¿Cómo serían amigos ahora?

¿Cómo se suponía que Taehyung continuara como si nada, sabiendo que el corazón de Hoseok se debatía entre él y alguien más?

Y cómo Taehyung no quería perderlo, cerraba los ojos y siempre intentaba recordar cómo eran cuando sólo eran esos dos mejores amigos que se divertían. Lo hacía, y cada imagen lo lastimaba a sí mismo más de lo que estaba, sabiendo que era imposible que un día se levantara y de pronto llamara a Hoseok para que tomaran cervezas y se rieran de cualquier idiotez de la televisión. Taehyung se cuestionaba tanto él porque de la confusión de Hoseok, cuando ellos eran tan perfectos juntos. Reían, se querían, se divertían. Se besaban, se amaban hasta con una simple mirada y todo era más perfecto aun porque entre ellos el amor y la amistad convivían juntos.

Ahora el menor comprobaba dolorosamente que no alcanza con luchar con todas tus fuerzas por no perder algo, a veces solo sucede y no puedes hacer nada. Y él ahora sabía que su precipitado amor lo había hecho perder la amistad de la persona con que compartió más de 8 años de amistad. Tae sabía que después de haberlo besado, después de haberlo acariciado y después de haber comprobado lo que se sentía comportarse como pareja con él, no había regreso.