Pista.07 ♪ HopeV

Reflection.28

Taehyung despertó en la cama de su antiguo cuarto unas horas después del episodio al que llamaron "crisis nerviosa". Él sabía muy bien a que se debía su repentina marea de sentimientos y no pensaba hablar sobre ello. No estaba enfermo, no necesitaba un psicólogo. Necesitaba estar al lado de Hoseok en este momento.

Se quedó en su cama un rato mientras despabilaba un poco sus sentidos. Su colpaso no había sido otra cosa que caer en la cuenta de todo lo que había sucedido casi en sus narices sin darse cuenta y todo lo que quedaba por enfrentar. Cuantas veces había tenido pensamientos negativos respecto a Hoseok y su comportamiento, cuantas cosas le creyó acerca de él y aunque todo era injusto no podía culparse ni a si mismo, ni a Hoseok. Sólo pensaba que tal vez si él hubiese prestado más atención a las señales...

— Hijo, es papá — se escuchó detrás de la puerta interrumpiendo los sombríos pensamientos de Tar. Sonrió, le era inevitable no hacerlo cuando escuchaba la voz de su padre — ¿Puedo pasar?

— Si papá — le respondió a la vez que se incorporaba encendiendo la lámpara de noche. Ya estaba oscuro, por lo que no pudo evitar preguntarse cuantas horas en realidad había dormido.

— ¿Cómo se siente mi hijo? Mamá me lo ha contado todo — preguntó sentándose en la punta de la cama. Taehyung ya no se sentía de la misma forma que antes. Había alcanzado la suficiente madurez como para componer una postura diferente respecto a sus padres y sumado a los problemas que había enfrentado en el último tiempo, su relación y lo que ellos habían hecho ocupaba un espacio lejano en sus preocupaciones. Ahora, necesitaba a su padre de su lado más que nunca, ese que jugaba con él cuando era niño y lo ayudaba a esconder las malas calificaciones de su exigente madre.

— Estoy... — Tae intentó buscar una palabra, una que no fuese "bien" porque era una gran mentira, pero tampoco una que fuera demasiado mala como para preocupar a su padre. Tardó el tiempo suficiente para que su padre pusiera una mano en su hombro con preocupación.

— ¿Qué pasó, hijo? Mamá dice que Hoseok se ha ido a otro país a trabajar, ¿eso es cierto? — el señor Kim analizó la reacción de Tae estando completamente seguro que todo giraba alrededor de eso y claramente no estaba lejos de la verdad.

— Papá, Hoseok, él... está enfermo. Se marchó a Japón para iniciar un tratamiento — respondió Tae. Estaba calmado, no sabía si producto de la pastilla que le habían dado o si estaba bajo los efectos de alguna especie de valentía que había adquirido en presencia de su padre. Aun así, su corazón ardía por cada palabra que decía.

— ¿Qué? ¿Cómo que enfermo? — la cara del señor Kim se transformó de una comprensiva a preocupada. Tae sabía que su padre quería a Hoseok como un hijo

— Va a estar bien... — dijo Tae en un hilo de voz, deseándolo con toda la fuerza de su pecho y sólo bastó el abrazo que su padre le dio para perder la valentía y quebrarse — Papá, quiero irme con él... — llorisqueó mientras apretaba con miedo el suéter de su padre.

— Lo sé, lo entiendo hijo... — respondió apartándolo y secando las lágrimas de su hijo.

— Yo sé que tengo que trabajar, que hay un contrato que firmé... Pero papá. Yo debo estar a su lado ahora, debemos estar juntos ahora... Ayúdame — Taehyung volvió a abrazar a su padre intentando recobrar la valentía que había perdido mientras decía la última frase. Ahora volvía a sentirse como si fuese a desesperarse en cualquier momento y con ansiedad de correr a través de cualquier distancia.

— Hijo, tranquilo. Tu padre va a ayudarte a encontrar una solución... Vamos a hablar con los padres de Hoseok y...

— No, yo... Hoseok no tiene idea que yo lo sé. Él... no quiso decírmelo — interrumpió Taehyung separándose de su abrazo — Y creo que no es buena idea hablar con el padre de Hoseok... No le agrado demasiado — La mirada confusa de su padre hizo que Taehyung mirara hacía otro sitio, a sabiendas que no iba a poder ocultar nada respecto a la relación que Hoseok y él tenían. Tampoco quería ocultarse frente a su padre, ya que por un lado poco le importaba ahora lo que le dijera, y por el otro, Tae sabía que los prejuicios en su familia no vendría de parte de su padre. Y también sabía todo lo que el señor Jung había hecho con su mejor amigo cuando descubrió que Hoseok lo amaba. Yoora no había tenido demasiado tacto cuando le contó esa parte de la historia.