Lie.27

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— Tae, amigo, por favor debes calmarte... — Jimin intentaba en vano apaciguar el llanto lleno de ira e impotencia que brotaba del rostro de su amigo palmeando su espalda e insistiéndole para que intentara respirar con normalidad.

Jungkook los miraba sin saber exactamente qué hacer. Conocía a Taehyung en sus momentos malos, lo había visto llorar, lo había visto enfermar, lo había ayudado en sus "berrinches depresivos" en los cuales se encerraba en sí mismo y no hablaba ni con su madre. Pero jamás se había topado con un Taehyung completamente roto.

Tae había salido del edificio de Hoseok, con la mirada perdida y tan hundido en sus pensamientos que comenzó a caminar rumbo al departamento sin recordar que Jungkook y Jimin se encontraban allí aguardándolo, como les había pedido Hobi. Tal vez el mayor inconscientemente presentía que algo así podía suceder.

Apenas Jungkook y Jimin vieron caminar a Taehyung como perdido, lo alcanzaron por detrás y pocos metros después, cómo si su cabeza hubiese hecho click, Tae se desmoronó en el primer banco de calle que encontró, incapaz de controlar su respiración y con la vista tan desordenada y confusa que Jimin y Jungkook se asustaron al punto de cargarlo en un taxi y llevarlo con sus padres. Tae no habló en todo el camino, sólo sollozaba y no entraba en razón cuando sus amigos intentaban preguntar que le sucedía. El taxista les sugirió llamar a un médico, porque por lo que veía, Taehyung parecía estar atravesando por una crisis nerviosa y era mejor que alguien lo ayudara a calmarse.

Ya el sol había salido por completo cuando llegaron a la casa de los padres de Taehyung. El corazón de Jimin se retorció de culpa por llevarlo allí, sabía que Tae no había visitado casi su casa luego de salir del ejército y aunque había hecho las paces con sus padres, Jimin conocía lo suficiente a su amigo como para saber que aún estaba reacio de estar en su casa.

— Jungkook, voy a tocar el timbre, siéntalo allí... — le indicó Jimin, mientras lo bajaban del taxi. Taehyung temblaba de pies a cabeza y aún no recuperaba su forma normal de respirar. Caminaba como podía ayudado por Jungkook y sólo levantó la mirada para comprobar que estaban en donde él creía que estaban: su hogar.

— ¿Q-que ha-cemos a-aquí? — dijo intentando hilar las palabras. Parecía como si Taehyung estuviera muriendo de frio cuando el clima era perfectamente templado esa mañana. Jungkook sólo había visto Tae tener ese frio ilógico la primera vez que durmieron en el cuartel.

La madre de Taehyung se aproximó rápidamente a su hijo luego de que Jimin le contara en pocas palabras porqué estaban allí tan temprano y cargando a un Tae completamente colapsado. Taehyung había elevado una pared entre sus emociones y la realidad una vez que Yoora terminó de contarle todo sobre Hoseok. En ese momento, salió corriendo impulsivamente hacía el departamento de su hyung. Ni siquiera le avisó a Jimin que se marchaba, sólo desapareció de la puerta del bar y apagó su celular para que nadie lo molestara. Esperó a que Hoseok regresara en el pasillo del edificio y todo lo que sucedió luego pasó sin que Taehyung cayera en la cuenta de nada. Se concentró tanto en disfrutar del amor de Hoseok, que no procesó de manera correcta toda la información recibida. Y una vez que le dijo adiós y su cabeza empezó a trazar planes para estar con él, su mente colapsó y asimilo la realidad demasiado de golpe.

— Tae, hijo, ¿qué pasa bebe? — la madre de Taehyung era una mujer afectuosa, pero algo estricta. En nada se parecía al señor Kim, quien tenía una personalidad muy parecida a Taehyung: despreocupado y alegre. Sólo que quién llevaba las riendas de la educación de su hijo era la madre, la parte pesada estaba a cargo de ella y el señor Kim sólo podía encogerse de hombros para evitar conflictos intentando educar a su hijo siendo un buen ejemplo para su el y confiando en su esposa y sus métodos para educarlo.

Pista.07 ♪ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora