7. Tentación.

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"La mejor manera de librarse de una tentación es caer en ella"
Oscar Wilde

—Tal parece que han mejorado— Rumlow observaba a los alterados quienes ponían a prueba sus habilidades en la cámara de Gesell —el veloz está claro que está superando sus límites, pero la chica ¿qué otras habilidades tiene?

List se encontraba ensimismado, pronto reaccionó ante la pregunta del agente.

—La joven Maximoff aún no desarrolla todo su potencial, no hemos descubierto del todo sus habilidades. Pero estoy seguro de que hay algo más. Ella puede manipular todos estos objetos a su antojo— los destellos escarlata iluminaban el laboratorio —, y lo hace con su mente, sin embargo hay algo que la limita, no está liberando todo su poder. Debe haber otras habilidades que se puedan desarrollar en ella

»No se puede menospreciar a su hermano por supuesto, pero creo que ella es la clave. En ella recae el futuro de HYDRA.

Rumlow miraba fijamente a la joven y una idea surgió en su cabeza —Dr. creo que tengo la solución...

***

Bucky permanecía la mayor parte del tiempo entrenando solo, con Rumlow o con la castaña. La atracción hacia esta última se hacía cada vez más evidente, sin embargo se mantenía firme y evitaba cualquier demostración de afecto tratándola fríamente y con indiferencia. La gemela por el contrario, buscaba acercarse a él sin éxito alguno. El Soldado la intrigaba, y ella haría todo lo posible por averiguar todo sobre él. Sabía que en alguna parte debía haber un sitio que guardara información de sus reclutas y personal. La cuestión era ¿dónde?.

Su habilidad para leer pensamientos la había perfeccionando, pero no había logrado una manera de que la persona a quien leyera la mente no notara la invasión a su privacidad. El objeto de sus intentos siempre era su hermano, lo cual, la hacía dudar de la efectividad de su habilidad por pensar que quizá él ya estaba "acostumbrado". Cierto día decidió hacer uso de otra habilidad.

—Llegas tarde— el Soldado la reprendió, y aunque el tono de su voz era frío, para ella era muy sexy y decidió poner en práctica su plan.

—Lo lamento, List nos hizo quedar más tiempo...— se excusó, evitando a toda costa que el nerviosismo se apoderara de ella. En cambio él mantuvo su postura firme y sin previo aviso la sujetó de un brazo haciéndola girar sobre su propio cuerpo y metiendo una de sus piernas entre las de ella para hacerla caer directo al piso.

—Nunca bajes la guardia

La castaña se puso en pie de un sólo movimiento y comenzó a atacarlo con puñetazos y patadas que no tenían ningún efecto en él. Intentando otras maniobras logró separarse de él y para la sorpresa del Soldado ella se quitó la enorme sudadera quedándose solo con un top negro. Él se quedó atónito observando con descaro los atributos de la castaña. Su abdomen plano y firme, su cintura bien formada y sus senos que sobresalían del escote de ese diminuto top. Su figura no era tan diferente a como la imaginaba cada noche, era incluso mejor.

—Me estorbaba— se excusó la chica volviendo lentamente a la realidad al hombre que tenía enfrente y aprovechó el breve trance por el que estaba pasando. Poco a poco se acercó a él con mirada seductora; el Soldado se debatía internamente... deseaba aquel cuerpo, besarla y demostrarle lo que sentía por ella pero no sería lo justo, una relación entre ellos era imposible.

Súbitamente esos pensamientos llegaron a la cabeza de Wanda, su plan estaba funcionando. El Soldado se dio la vuelta dirigiéndose hacia la puerta que aún estaba trabada. La mejorada decidió actuar abalanzándose sobre los hombros de Bucky, y realizando una pirueta que logró dejarlo contra el suelo quedando ella sentada sobre él. Ambos se quedaron quietos y ella pudo observar lo dilatadas que estaban las pupilas de su oponente.

—No bajes la guardia Soldado...

—Maximoff...—su voz sonaba rasposa y muy sensual

«Bésame» el pensamiento llegó a la chica y lentamente Wanda fue acercando su rostro al de Bucky. Sus alientos se mezclaban y muy sutilmente rozó los labios que tanto deseaba. Después de torturarlo un rato por fin lo besó lenta y suavemente, colocando sus manos en el pecho del Soldado; éste reaccionó tomándola delicadamente por la cintura y con un fugaz movimiento cambiaron de posición ahora quedando él encima de ella.

Era el primer beso de Wanda y para Bucky parecía serlo también. Era una sensación única, dulce y apasionada a la vez. La castaña colocó sus manos en la nuca de aquel hombre. El contacto se intensificó un poco y múltiples imágenes de ellos dos se proyectaron en la cabeza de Wanda. Una llamarada invadió su cuerpo quedándose en el bajo vientre. ¿Eran pensamientos del Soldado o de ella? Decidió no darle importancia. De un momento a otro tuvieron que separarse solo por falta de aire, dedicándose las sonrisas más sinceras que se hubieran dedicado nunca. Sabían que a partir de ese momento sus vidas cambiarían por completo.

M E M O R I A S   D E   S O K O V I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora