20. Zelus.

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"Los celos son una ceguera que arruina los corazones; quejarse y querellarse no representa signos de afecto sino de locura y malestar."
Gasparo Gozzi

Al salir el pasillo se percibió un aroma exquisito. Wanda cerró los ojos e inspiró profundamente, curvando sus labios. Apretó la mano humana de Bucky y lo jaló para dirigirse al comedor. Simon se encontraba terminando de poner la mesa.

—¿Acaso es?— cuestionó emocionada la chica.

—Así es: Strogonofe de filé con un toque extra de Paprikash— respondió esbozando una enorme sonrisa. La castaña no tardó en aproximarse a la mesa apreciando de cerca el suculento platillo.

—Huele delicioso...— los tres tomaron asiento y se dispusieron a degustar aquella deliciosa cena.

Para Bucky era un deleite, sus papilas gustativas bailaban conforme iba probando cada bocado.

—Y sabe delicioso, justo como en los viejos tiempos.— el pelinegro dio un sorbo a su vaso con agua mirando de soslayo a las personas que lo acompañaban. Pronto se sintió incómodo.

—Gracias Wanda, tómalo como tu regalo de bienvenida— sonrió ampliamente y enfocó sus orbes en el Soldado —. ¿Y Pietro?

La ojiverde tragó lentamente y se acomodó en la silla.

—Bueno... Pietro y yo nos distanciamos— la chica se mordió la lengua, no le parecía correcto mentir pero no le quedaba otra opción. Sabía que Simon era de fiar, sin embargo no quería arriesgarse.

—Oh, lo lamento, no debí haber preguntado

—No, descuida, tenias que... lo conoces, convivimos tantos años... tenías derecho a preguntar.

—Espero que puedan arreglar sus diferencias, al final es tu familia. Sea lo que haya ocurrido espero que se arregle pronto.— dio una mirada fugaz a Bucky quien permanecía en silencio. Wanda se sintió culpable al mentir descaradamente.

—Tal vez tengas razón... hablando de familia ¿Eric?

—Logró convencer a mamá de regresar a tierras americanas, después de lo que ocurrió mi madre no volvió a ser la misma. Ahora está más tranquila y yo igual sabiendo que mi hermano está con ella.

—No sabes cuánto lo siento, de verdad. Pietro estaba devastado...

—No fue su culpa, Crystal así lo decidió.— Bucky se sentía fuera de lugar, no entendía de lo que estaban hablando. —Prefiero recordarla en nuestros días felices, los cuatro juntos sintiéndonos invencibles.

Wanda esbozó una amplia sonrisa y sus ojos contactaron con los verdes del hombre que tenía enfrente. El de ojos grises se percató de ese acto y no sabía cómo interpretarlo. Pronto una punzada recorrió su pecho instalándose en la boca del estómago y quiso huir de ahí, sin embargo permaneció en su silla inmóvil esperando a que Wanda reaccionara y se fijara de nuevo en él.

Segundos después la castaña bajó la mirada y giró su rostro para hacer contacto visual con el pelinegro pero no lo logró. Acercó sus dedos a la mano humana de él pero la retiró. ¿Qué diablos estaba pasando? Wanda intentó ignorar ese momento incomodo y prosiguió su charla con el ojiverde; ya habría tiempo para arreglar las cosas con James.

—Y ¿a qué te dedicas?— tomó el vaso con agua, bebió un sorbo y comenzó a juguetear con sus anillos. Estaba nerviosa y Bucky se dio cuenta ¿por qué se ponía nerviosa?. Empuñó sus manos por debajo de la mesa y decidió observar un punto fijo en su plato.

—Continuo con el legado de mi padre. En ocasiones debo recorrer grandes distancias para reclutar gente. Es un movimiento grande Wanda, estamos logrando muchas cosas.

—Tu padre estaría muy orgulloso de ti, estoy muy feliz por ti— Esa fue la gota que derramó el vaso. Bucky se levantó de su asiento para dirigirse a grandes zancadas a la habitación de Wanda, causando un gran estruendo.

Lanzó un portazo y se sentó en una de las camas, tomó él portarretratos con una de sus manos al mismo tiempo que acomodaba su cabello con la otra. Unos minutos después la ojiverde entraba a la habitación cerrando la puerta tras ella.

—¿Qué ocurre James?— se acercó lo suficiente para tomar una de sus mejillas pero el se giró causando que sus dedos solo rozaran la barba crecida de la línea de su mandíbula.

—No sé tú dime— soltó con un tono frío sin mirarla, en cambio colocó ambas manos en él portarretratos observando distraídamente la fotografía de los 4 adolescentes.

—No entiendo tu cambio de humor...

—¿Qué tan importante es él para ti?— Wanda se quedó callada —RESPONDE— la elevación de su voz la hizo estremecer.

—¿Por qué me preguntas eso?

—Tan sólo responde Wanda

—No más que tú...

—Entonces porque en todo este tiempo me ignoraste... — los ojos de Wanda se cristalizaron, tragó saliva para deshacer el nudo que se estaba formando en su garganta.

—No digas eso— intentó acercarse nuevamente a él pero de nueva cuenta la rechazó. La chica no pudo evitar soltar un sollozo que hizo enfurecer aún más al Soldado, quien al ejercer más fuerza en sus manos tronó el marco del portarretratos arruinándolo. Un segundo después se dio cuenta de lo que acababa de hacer. El semblante de la castaña se endureció, ahora estaba molesta.

—Wanda yo... lo siento— la aludida abrió su armario sacando unas prendas y se adentró en el baño. Minutos después salió con un camisón de seda y una bata encima, ahora era Bucky el que intentaba acercarse a ella sin lograrlo —Nena, lo siento tanto. No era mi intención...

—Buenas noches James— se dirigió a su cama sin siquiera verlo.

—Wanda, perdóname

—Buenas noches.— y sin más se cubrió con las sabanas y apago la lámpara de la mesita de noche.

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N/A:
Tenía que agregar algo de drama a la historia, no todo es miel sobre hojuelas. No me odien, y no odien a Simon, es buena persona. No olviden regalarme una estrellita si les gustó, y aprecio mucho sus comentarios de verdad. Ya estoy trabajando en la siguiente parte, espero subirla en un rato.

[Simon Williams en multimedia]

M E M O R I A S   D E   S O K O V I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora