—¿Qué te ocurre? Andas muy rara.—Nada, ¿acaso no puedo estar feliz?
—¿Feliz? ¿Acá? Claro, estamos en paraíso— exclamaba irónicamente el veloz.
—No todo es tan malo...—Wanda no podía dejar de sonreír. Aún no podía creer lo que le ocurría con el Soldado. Habían pasado 3 días desde su primer beso. Al principio llegó a pensar que quizá la actitud de ese hombre volvería a ser fría e indiferente, para su fortuna no fue así.
—¡Mi hermanita está enamorada! es eso ¿no?— la chica no pudo evitar ruborizarse, lo que ocasionó que su gemelo soltara una carcajada que resonó en el comedor.
La atracción física se acrecentaba a cada momento y en los entrenamientos era inevitable demostrar su afecto hacia él. En tan poco tiempo había logrado ablandarlo y parte de su rutina de entrenamiento la dedicaban a experimentar nuevos métodos para saciar el deseo que sentía el uno por el otro sin llegar tan lejos. Ahora era una experta en el arte de besar. Al aceptar ser voluntaria jamás se imaginó conocer a un hombre que alterara todos sus sentidos, e invadiera sus pensamientos de la manera que él lo hacía. Enamorarse no estaba en sus planes pero ahora no podía ni quería alejarse de su Soldado. Él representaba una nueva esperanza en su vida.
—¡Cállate!— lo apunto con su dedo índice a modo de amenaza.
—Ay Wanda, eres tan obvia, ¿quién es el tonto que se enamoró de ti?— ambos se levantaron de sus asientos para dirigirse al laboratorio.
—No te lo diré— enunció con acento marcado.
***
Una vez en el laboratorio se sorprendieron al no encontrar a nadie.
—Que bien, parece que tenemos el día libre.
—No tienen tanta suerte— Pietro de inmediato reconoció la voz de su entrenador —Se harán algunos cambios— el tono en su voz era mordaz. Los hermanos se miraron y al final dirigieron su vista a su interlocutor.
—Eso es verdad— de la nada apareció Strucker —, cambiaran de entrenador. Es necesario para fortalecer todas sus habilidades— Wanda sintió un balde de agua fría; eso significaba dejar de ver a su atractivo soldado.
—Pero hemos mejorado, no necesitamos ningún cambio
—Ya está decidido, y se hará lo que yo digo ¿está claro?— a los gemelos no les quedó otro remedio más que asentir —A partir de mañana.
***
Abatida, la castaña ingresó a la sala de entrenamiento. Bucky esperó a que la puerta se bloqueara para acometer contra sus labios, y ella respondió como si su vida dependiera de ese beso. Al separarse él notó la mirada pérdida de Wanda.
—¿Qué ocurre?—finalmente preguntó. Wanda tragó saliva; obviamente él no estaba enterado aún.
—A partir de mañana entrenarás a mi hermano y yo entrenaré con el idiota de Rumlow— los ojos de Bucky se desorbitaron y su expresión se endureció, Se quedó callado un buen rato tratando de asimilar lo que aquello implicaba: ya no vería a Wanda —.Buscaremos la manera de estar juntos— la castaña lo abrazó por la cintura levantando la vista, buscando las orbes que tanto le gustaban. En respuesta él depósito un cálido beso en la frente de Wanda. Esa mujer era lo único bueno de ese lugar y no permitiría que nada ni nadie se la arrebatara.
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M E M O R I A S D E S O K O V I A
Fanfiction"Esa es exactamente la belleza del amor: su inexactitud, la imposibilidad de medirlo en números completos, la necesidad de saltar con los ojos cerrados. Si eso no fuese suficiente, entonces déjame decirte algo más: vale la pena." -Teresa Donoso Hay...